Ya sabéis que yo adoro el verano, el calor, la luz intensa, pero aunque los días cortos y oscuros del invierno no sean mi mejor momento no podemos obviarlo y sí darle la vuelta y ver qué pueda haber de bueno en la temporada fría. Nada de deprimirse, de descuidarse refugiándonos en que salimos menos y la ropa abundante disimula, así que ahí van algunos consejos míos. Quiero aclarar que son mis consejos, es decir, son cosas que hago yo y en las que creo, mas no pretendo ir de experta en temas distintos a la cirugía, como la nutrición, psicología…es simplemente una opción personal, que muchos de mis pacientes conocen pues son asuntos que en nuestras entrevistas en la consulta o revisiones salen cuando les indico pautas de salud o para recuperarse o para mantenerse bien, o simplemente cuando me preguntan qué es lo que hago yo. Ahí van algunas de “mis sugerencias “:

1.- También en invierno hay que hacer ejercicio. No por estar delgados de cara al “destape” veraniego sino por nuestra salud y por cariño a nuestro cuerpo que tanto deberíamos cuidar. Siempre habrá alguna actividad física que nos pueda gustar tanto que no nos importe desafiar el frío. A mí no me gustan mucho los gimnasios y adoro hacer ejercicio al aire libre, más aún si es en parajes bonitos, en la naturaleza (que también está tan bonita en invierno), nada de circuitos urbanos asfaltados. En invierno, siempre que podamos, deberíamos aprovechar las horas del mediodía en que pueda haber algo de sol y entrar en calor, y salir a correr o en bici o a caminar, beneficiándonos del ejercicio y también de la energía del sol, del aire limpio y de la naturaleza, cosas tan tan necesarias para compensar la dureza de los días invernales…Claro, si nuestros horarios no nos permiten ese lujo, optaremos por otras actividades, a mí por ejemplo me encanta el pilates, que nos hace conscientes de cada parte de nuestro cuerpo y su sincronización, pero también son fantásticas las sesiones de cardio o de musculación para activarnos o sumergirnos en una piscina climatizada. No hay pretextos pues, en invierno no nos vamos  a olvidar de nuestro cuerpo.

2.-Cuidar nuestra alimentación. Es hasta una ventaja que salgamos menos pues así controlaremos mejor nuestra dieta… Es un buen momento para ponerse a cocinar otros platos y ya de una vez tomarse en serio nuestra alimentación más allá de la precisión de planificar las comidas y cenas para la semana (uff, pesada tarea) de forma eficaz aunque rutinaria. Hay algunos hábitos que no estaría mal cambiar, salir de platos rápidos o preparados o que no nos compliquen con nuestros hijos, ¿qué tal optar por una alimentación que nos mantenga sanos, más jóvenes y pueda evitar enfermedades en el futuro? Pues no es sólo mantener el peso sino que la nutrición puede ser la base de nuestra salud actual y futura. ¿Y si nos hacemos vegetarianos? Lo digo en serio, yo misma adopté el vegetarianismo hace dos años y no puedo estar más contenta. Se trata de dar prioridad a las frutas, verduras, hortalizas, legumbres, cereales integrales, semillas, sí, todos esas cosas que siempre se aconsejan como los mejores alimentos. En serio que no necesitamos la carne para nada (y de paso ayudamos a la sostenibilidad de nuestro planeta) y, como no se trata de ser unos talibanes si tenemos que hacer alguna excepción al comer fuera o en algunas reuniones, podríamos optar (no es vegetariano esto pero lo vamos a hacer poco a poco) por recurrir al pescado, uno o dos días a la semana si no queremos ser tan estrictos. Sí que se trataría de aprender a cocinar de otra manera o con otros ingredientes, algunos nuevos pero muchísimo más saludables, y de verdad vale la pena, vuestro cuerpo estará más sano y, a medio y largo plazo, también más joven.

3.- Habría que dejar ya de una vez esos hábitos insanos como el de pretender estar morenos también en invierno o el aún peor que es fumar. No sé cómo aún no están prohibidas las cabinas de rayos UVA, son nefastos para la piel (la secan y envejecen, aunque toméis los rayos en sesiones cortas, la dañan siempre) y aumentan el riesgo de cáncer de piel tipo melanoma. ¿Quién ha dicho que es fea la piel blanca en invierno? Yo creo que una piel sana y bien hidratada es más bonita que una bronceada pero resecada…

Y en cuanto al tabaco, ya, yo no soy fumadora y pensareis que no lo puedo entender. Es por supuesto decisión personal, pero es que yo no entiendo qué beneficio o qué tanto placer puede aportar que compense una satisfacción de un cigarrillo ante la realidad de dañar nuestro cuerpo de esa forma, los pulmones, el corazón y todo el sistema circulatorio, la piel (de verdad que se nota en el color y aspecto de la piel cuando se es fumador y cuando no), y además no hay peor cancerígeno que el tabaco, ¿eso compensa? 10 minutos de un cigarrillo ante el dolor de un cáncer o un enfisema o una hipertensión incontrolada… No sé…

4.- La actitud invernal. ¿vamos a hibernar? ¿nos esconderemos en casa o tras varias capas de ropa? Esto es un poco más frívolo pero no está mal cambiar el chip y desechar la inercia de ponernos cualquier cosa y encima el abrigo o chaquetón gris o negro o azul oscuro que todo lo tapa, y así todo el invierno y todas las personas, todos iguales, ufff. Dado que hemos optado por no olvidar nuestro cuerpo podemos también, en el contexto de una actitud más alegre o positiva, jugar un poquito con la ropa, y esto vale para hombres y mujeres, pues también ahora puede ser muy variada, si cabe más ya que tenemos que ponernos tantas cosas por el frío, ¿no os parece? Están los gorros, boinas y sombreros, los pañuelos, foulards y bufandas, las botas, las medias que nos liberarán un poco (mucho) del complejo al enseñar piernas o usar faldas más cortas, tantos modelos de pantalones que en verano nos dan calor… ahí están las revistas de moda llenas de sugerencias para cambiar nuestros outfits o looks. No tenemos que ser apáticos o apagados, tampoco vistiendo, y esto os aseguro que motiva. La ropa dice mucho de nuestra personalidad, y nosotros la tenemos.

5.- Y nuestra mente, ¿habéis hecho propósitos de año nuevo para ser más felices? Bueno, yo nunca hago propósitos de año nuevo porque he decidido que me gusta mi vida y tengo dentro de mí cuanto necesito. A ver, no es que haya hecho una lista y lo tenga ya todo, en absoluto, pero es que pienso que es un error pasarnos la vida pensando que sólo seremos felices cuando tengamos cosas que no tenemos ahora o dependiendo de lo que hagan o dejen de hacer otras personas. Tendríamos que dejar de buscar fuera y encontrar las claves dentro de nosotros. ¿Por qué no os adentráis en las técnicas de meditación? Eso sí, bien hecha y en sitios serios, no es un curso de fin de semana ni a cargo de cualquier “gurú”, rotundamente no. Los beneficios de la meditación están más que demostrados, y nos va a ayudar ni más ni menos que a ser más felices, nosotros y los que están a nuestro alrededor, lo que no está nada mal. Conoceremos por qué sufrimos y por qué entonces no somos felices y cómo sólo depende de nosotros dejar de sentirnos así y poco a poco ir pasando a una felicidad serena y estable. No podemos evitar, claro está, que nos pasen cosas tristes o duras, la vida tiene eso, pero sí podemos aprender a vivirlas de otra manera, todo acaba y ninguna situación es para siempre, ni buena ni mala. Y es evidente que este aprendizaje no sólo nos ayudará a sentirnos más felices, también nos hará querernos más (sin narcisismos ni egocentrismos) y por supuesto beneficiará a nuestra salud, anímica y física. Os lo recomiendo, de verdad.

6.- Otro consejo para después de las fiestas navideñas, porque algo deberían tener de bueno tantas reuniones sociales y familiares, y es que no estaría mal aprovechar esos reencuentros, bien casuales, bien buscados o forzosos, con amigos perdidos o familiares distanciados o distantes, y procurar mantenerlos en adelante más presentes y más cerca, más allá de los efectos del champagne. ¿No es éste un buen propósito y una buena manera de aprovechar las impuestas fiestas navideñas? Yo creo que la vida también trata de eso…

7.- Aprovechar la “hibernación” para hacer cosas y actividades que nos llenen, como leer buenos libros (dejad los best sellers, ¿qué tal leer buena literatura, bien escrita, o por qué no los clásicos?), oír música bonita (sin hablar de géneros, a mí personalmente me gustan géneros tan tan diversos…), ir al cine, cocinar más despacio… La introspección y la tranquilidad no son malas, y de hecho las parejas se mantienen mejor en estos meses que en los de verano, más disipados, así que también podemos centrarnos un poco más.

8.- Y, por último, dado que soy cirujana plástica supongo que debo incluir algún consejo “quirúrgico”, se supone que éste es un blog de cirugía plástica, ¿no? Bien, lo que está clarísimo es que nada favorece tanto como mantener un cuerpo sano con buenos hábitos de actividad física y nutricionales, y por supuesto, lo que más, ser feliz y querernos a nosotros mismos, pero si más allá o además de todo esto os planteáis que queréis algo más ya en el marco de vuestra belleza física, entonces os diré que el invierno es la mejor época del año para la cirugía del contorno corporal y los tratamientos de cuidados y renovación o resurfacing cutáneo. Estos meses de menos sol y luz son perfectos para plantearse una dermoabrasión, un resurfacing con láser, un peeling más profundo…Y desde luego el frío resulta ideal para llevar las fajas y presoterapias que os recomendamos tras una abdominoplastia o liposucción. No esperéis a los meses de primavera para estas cirugías, pues ahora os resultará más cómodo y os interferirá menos con la actividad social. En la práctica dejáis pasar estos meses pensando que el invierno es muy largo y sólo cuando veis llegar los primeros rayos os entra la prisa por haceros esa cirugía que no queríais dejar por otro año. Pues eso, los mejores meses son éstos.

En fin, igual no es tan malo el invierno, incluso para las que adoramos el verano.

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

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