El mes de octubre se ha dedicado a las campañas para apoyo y concienciación del cáncer de mama, de tal forma que todo se ha llenado de rosa. ¿Quién no va a poner un lazo en su perfil, o qué empresa no va a apoyar estas campañas? Todos queremos ayudar, por supuesto, pero es que también se visten de rosa empresas que han visto un filón de publicidad o un estupendo lavado de cara cuando lo que producen son embutidos, o cremas con agentes cancerígenos, o refrescos hiperazucarados de lo más nocivos… ¿Son efectivas para algo más que el marketing estas campañas de los lazos de colores? ¿Qué es lo que se pretende?

No debería ser para que otros ganen dinero, se trata de concienciar para motivar campañas adecuadas de salud, o para conseguir inversiones en otras formas de abordar los tratamientos, o presionar para que se estudie cómo en verdad se podría prevenir o qué alimentos y hábitos son perjudiciales (dejando atrás los intereses de fuertes empresas que mientras apoyan las campañas de lazos de colores nos cuelan con su publicidad esos productos que no deberían consumirse si queremos prevención del cáncer o conseguir curarnos).

Un producto no es bueno sólo porque apoyen los lazos o las camisetas rosas o moradas o verdes. Lo que hay que hacer es ayudar de verdad e investigar en más campos, y que los estudios salgan a la luz. Y que los enfermos sepan más cosas y tengan acceso a una mayor y mejor información. Y, por supuesto, estas campañas sí sirven para que los enfermos dejen de callar y ocultar su enfermedad, tal vez éste el principal objetivo de estas iniciativas, ¡imprescindible!

cáncer de mama

Pero a mí me da la impresión de que hemos pasado de callarlo, ocultarlo mientras se pueda, por razones laborales, o para evitar desgarros familiares, o simplemente para evitar las caras compungidas y que se les trate como a enfermos terminales o dignos de lástima (cuando se curan y se controlan tantos cánceres hoy en día).

Como refería, se ha pasado a lo contrario, tal parece que hay que contarlo a todo el mundo, se lucen pañuelos no sólo por ser más cómodos que una peluca sino también como bandera de la enfermedad y de la quimio, se fomenta el estar perfectos de aspecto, súperfuertes y súperactivos cual héroes y heroínas, capaces no sólo de seguir con la misma vida de siempre sino también de pasarse el día convenciendo a todos de lo bien que se está y de cuánto se está luchando…

cáncer de mama

No quiero malas interpretaciones, es que creo que ni una cosa ni la otra. Deberíamos ver el cáncer como una enfermedad más, grave, sí, pero también con posibilidad de curación, y por tanto los enfermos no deben ni ocultarlo por miedo a que den pena o a los comentarios desafortunados a pesar de la buena intención, ni tampoco deberían tratar de parecer héroes, tirando de todo, dando ejemplo a todos de su fortaleza física y sobre todo mental. Ya tienen bastante con lidiar con esta enfermedad como para tener que animar también a los demás y estar al máximo cuando hay tantos días en que malditas las ganas de salir o de arreglarse o de ir contando todo otra vez.

Es una enfermedad más, así que no querrán ni generar compasión ni admiración. Si las campañas de los lazos de colores sirven para eso, excelente.

cáncer de mama

Sí, estas campañas pueden ser muy positivas. Por ejemplo, en la del cáncer de mama, han puesto sobre el tapete la imperiosa necesidad de hacerse mamografías y explorarse así como el absoluto derecho de las pacientes a la reconstrucción tras la cirugía, para todas, y de entrada, no a los 5-10 años, y sólo para las que parecían en remisión.

Como para cualquier cirugía en la que se hace alguna extirpación o exéresis de tejidos, en que siempre y sin dudarlo se hace una reconstrucción para dejar un aspecto normal, cuando se hace una exéresis en la mama también, hay que dejar a la paciente lo más parecido posible a como era antes. No es un privilegio, es derecho a la salud, y salud es no sólo el control de la enfermedad sino un aspecto normal.

Y si la reconstrucción no se hace de inmediato o si quedaron muchas cicatrices, no hay por qué esconderlo, hay tantas mujeres con cáncer de mama (y más que va a haber, pues esto está aumentando) que son muchas las que están en la misma situación, con una mastectomía, con cicatrices, con sobrepeso por la medicación, o sin pelo o con una menopausia precoz. No, nada de esconderlo o simular… pero de ahí a que esto pase a ser nuestra identidad, que lo primero que se sepa de una es que está en tratamiento o con la quimio y que además está súper bien y cual súper heroína tira con todo… A veces me parece excesivo…El cáncer no hay por qué ocultarlo, ni los efectos de la enfermedad ni los de los tratamientos, pero el enfermo o la enferma son los de siempre, es una enfermedad pero no su nueva identidad, y hay días buenos y días malos. Y supongo no le apetece estar siempre hablando de lo mismo. Ni las caras de preocupación.

Un enfermo de cáncer no pienso que pretenda parecer un héroe, quiere curarse, hacer los tratamientos cuanto antes y de la forma menos dolorosa o traumática o incómoda posible, y volver a su vida normal, y con optimismo. Supongo que lo que no quiere de los demás es una mirada compasiva (a los que no pueden evitar las lágrimas cuando se les da la noticia, habría que controlarse, ¿no?), no querrá opiniones “realistas” pues la medicina y la forma en que nuestro cuerpo lucha contra la enfermedad no siguen leyes matemáticas, supongo que lo que tampoco querrá es tener que preocuparse por cómo se lo toman los allegados y amigos (no es un asunto sobre ti, así que no debería ser el enfermo quien te consuele…) y desde luego está fuera de lugar estar preguntando siempre con ansiedad (como si no tuvieran bastante con apartar el pensamiento de sus mentes cuanto sea posible). Si ya han acabado el tratamiento, el enfermo lo que quiere es pensar que se ha curado y que no le estén recordando inquietudes con nuestras preguntas. Los demás estamos para ayudarles así que es el enfermo es el que debe marcar las pautas de cómo llevar esto. Y siempre la positividad será mejor que el pesimismo disfrazado de realismo.

exploración propia cáncer de mama

Mi última reflexión, ya que estas campañas lo que buscan es que pensemos en el cáncer, es animar a todos a modificar pautas, no sólo los que padecen un cáncer sino para todos, con la idea de evitar actividades, hábitos, consumo de determinados productos (cremas, productos de limpieza, utensilios de cocina…) o alimentos y asimilar nuevos hábitos más saludables.

Las armas que tenemos para luchar contra el cáncer no son sólo las que conocemos, cirugía, quimioterapia y radioterapia, hay más terapias, y más allá de la medicina los pacientes también pueden implicarse activamente en su curación, optando por una alimentación adecuada (y no estoy hablando precisamente de “comer de todo” pues hay alimentos que habría que olvidar y otros que, a pesar de no estar habituados a ellos, deberíamos tomar a diario; en realidad ¿por qué no os hacéis vegetarianos?), evitando el tabaco y reduciendo notablemente el consumo de alcohol, comenzando a hacer ejercicio (¡no es preciso que sea muy intenso! ) varios días por semana, reduciendo el stress, intentando disfrutar lo máximo posible de la naturaleza, incorporando actividades como el yoga, y sí, iniciándose en la práctica de la meditación, que ayudará no sólo a calmar nuestra mente sino, a través de esos estados de pensamiento positivo a los que daremos prioridad con esta práctica, a ayudar y potenciar un mejor estado inmunitario imprescindible para curarse de un cáncer, y un mejor funcionamiento interno, además de traer a nuestra vida un canal de felicidad del todo independiente de los demás, tan sólo de nosotros.

Las campañas también podrían dedicarse a dar luz a todo esto, ¿no os parece?. Aunque tal vez sí sirvan para esto, por ejemplo aquí estamos hoy hablando de estos temas.

Un lazo rosa.

Espero que mis reflexiones os ayuden a tomar mayor conciencia con el cáncer.

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

  • Intervenciones realizadas por otros especialistas
  • Ni aquellas que exijan una valoración del paciente en persona.

Gracias por vuestra comprensión.