Septiembre ya. Retomo tras las vacaciones nuestra cita con este blog. Y lo primero es agradecer de corazón a mis pacientes haberme permitido desconectar este mes sin casi solicitarme para nada y sobre todo poder hacer un viaje tan bonito.

No es secreto que me encanta Asia, cada vez me engancha más, y esta ocasión ha sido Indonesia. Casi lo más interesante ha sido adentrarse, durante varios días, en las selvas de Sumatra y Flores, visitar zonas rurales casi aisladas, convivir con gente acostumbrada a este medio, compartir su alimentación y algo de su forma de vida. Y he aprendido muchísimo.

Lo que más nos sorprendió fue constatar cómo esta gente de Indonesia, bastante más pequeños o bajos que los europeos (o gente blanca como nos llaman, pero para nada una raza más privilegiada, no hay más que comparar…) eran capaces de cargar 30-40 kg de peso y aún subir y bajar cuestas en una selva impenetrable y además hasta ayudarnos a subir y bajar a nosotros, apenas cansándose, son delgados, fibrosos, más fuertes, con espalda recta (qué desgarbados nos veíamos los europeos, cuánto daño hacen el sofá y la televisión) y con edades que nos sorprendían, tal parecía que tuvieran 10, 15 años menos.

Las mujeres y hombres mayores son capaces de sentarse con suma facilidad en esa posición de sentadilla profunda o cuclillas, por largo tiempo, manteniendo las espaldas rectas, postura que a nosotros nos cuesta la misma vida y para nada conseguimos mantener, ancianos que podían dejarnos atrás en una cuesta (y eso que todos los que íbamos en el grupo solemos practicar deporte, yo por ejemplo estoy acostumbrada a correr en cuestas).Casa Indonesia. Hábitos dietéticos

¿Cómo lo hacen? Tal parece que el desarrollo o la civilización no reporte muchas ventajas para nuestro cuerpo, que va perdiendo ese potencial físico. Eso sí, tenemos la ventaja de disfrutar, entre otras cosas, de una medicina mucho más eficaz, por supuesto.

Reflexionando sobre esto encuentro varias claves para explicar esa notablemente mejor forma física, esa casi inexistente tasa de obesidad, esa juventud mejor mantenida. Pues no es un asunto de genética ni de razas, de hecho en Indonesia tienen un sinfín de etnias diferentes, tiene que ver con los hábitos dietéticos y de actividad:

1.- La alimentación. El dato más claro es que comen menos cantidad en cada comida, con frecuencia hacen más comidas, a veces casi cada vez que tengan hambre, aunque siempre cantidades muy discretas de comida, para nada nuestras raciones. Y está más que demostrado el beneficio de reducir la ingesta de comida, a corto y largo plazo. Por otro lado es muy notorio el diferente tipo de alimentación, que en su caso se basa en el arroz (muy especialmente, siendo la base de la alimentación en toda Asia, como sustituto del pan, que no está para nada presente, en desayuno, almuerzo y cena), los fideos y las frutas y verduras. Apenas comen carne y pescado, salvo en zonas costeras.Hábitos dietéticos. Niña Indonesia

No consumen leche ni productos lácteos. El rico condimento a base de variadas especias y el hábito del picante sustituyen con ventaja (para la salud lo primero y para el paladar entre los que gustan de estos sabores, yo me incluyo) el recurso a la sal. Y consumen muy poco alcohol. Es habitual comprar a diario en el mercado, entre otras cosas porque en muchos hogares no hay frigoríficos, lo que supone la presencia de productos frescos, mucho más saludables.

Los alimentos a consumir suelen producirse muy cerca pues los transportes dificultan el acceso de puntos lejanos, y no es raro que los vegetales se obtengan casi para cada comida, más frescos imposible. En medios rurales y poblados es una dieta bien simple, aunque no siempre es así, de hecho estos países son perfectos para un vegetariano, por la enorme variedad de platos y salsas sólo a base de vegetales, para nada aburridos ni sosos.

2.- Hábitos en torno a la alimentación. La comida no tiene un papel tan social, comen para alimentarse, sin más, no es tan habitual comer para reunirse durante horas ni como entretenimiento, de ahí que se eviten las sobredosis o los alimentos basura de los snacks o de las sesiones de sofá y televisión. Comer sin más y sólo lo necesario.Mujeres cocinando Indonesia. Hábitos dietéticos

3.- Actividad física. Nada de sofás en la mayoría de las casas, ni sillones ni asientos cómodos… vida activa y poco tiempo dentro de casa, predominio del ocio activo sobre el pasivo, posturas con espalda recta y no recostados, esa típica posición en cuclillas que tanto nos cuesta… al final esas comodidades de que disfrutamos en occidente y ese creciente sedentarismo sólo traen espaldas encorvadas, articulaciones rígidas con mayor tendencia a la artrosis, poco tono muscular y sobrepeso.

En algún momento la civilización nos está haciendo perder la capacidad física que puede tener nuestra especie. La mala alimentación (porque en verdad nos alimentamos mal, comemos demasiado y no damos prioridad a los alimentos más adecuados) y la falta de actividad física hacen que nuestro cuerpo pierda potencial y la juventud antes de tiempo. No se trata de vivir como en la selva o en poblados de la edad de piedra, pero algunas cosas sí que debemos cambiarlas, porque en verdad se nota la diferencia.

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

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Gracias por vuestra comprensión.