Hoy en este post deseo recordaros, o informaros, una vez más, a todas las pacientes que no debéis dejar pasar más de 10 años sin haceros una revisión de los implantes mamarios, idealmente con el cirujano que os operó (eso es siempre lo deseable pues es el que tiene toda la información ) pero, de no ser posible o no deseáis volver al mismo, con otro cirujano plástico bien acreditado, al que deberíais aportar cuanta información sea posible.

Quisiera dejar claro, en primer lugar, que estoy hablando de una revisión, en la consulta, y no de una cirugía, es decir, que no necesariamente os tendréis que reintervenir a los 10 años de poneros las prótesis pero sí debéis revisaros, y aunque lo más aconsejable es que lo hagáis cada 2-3 años, en cualquier caso no debéis dejar pasar más de 10 años sin contactar con el cirujano plástico para evaluar el estado de vuestros implantes y, de paso, de vuestro pecho y cómo ha cambiado con los años.

Pues 10 años pueden suponer muchísimos cambios, y no sólo para los implantes. En estos años podéis haber tenido embarazos, cambios de peso, o simplemente el efecto de la edad sobre vuestro cuerpo. Tantas veces han cambiado más vuestros senos o vuestro cuerpo que los implantes… cuando os operaron por primera vez la decisión del tipo y características del implante se tomó en base a vuestras medidas corporales y torácicas, estado y morfología de vuestros senos, tipo de piel, incluso hasta vuestro gusto estético o imagen corporal anhelada.… eso habrá cambiado con toda seguridad en estos años, para la mayoría de las pacientes. Éste puede ser el momento para evaluar si los implantes siguen siendo los más adecuados para vuestra anatomía, además de verificar si éstos están en buen estado, pues no hay, ni habrá, ningún implante que dure para siempre, en realidad nada que pongamos en nuestro cuerpo se mantendrá perfecto por los años. Es más, pocas cosas se mantienen perfectas con el paso de los años, ¿creéis que unos implantes dentro de nuestro pecho sí lo iban a estar? Ni aunque estuvieran fabricados de silicona sólida (y no es así, tendrían un tacto horrible…) durarían toda la vida. Pues aún en la consulta lo preguntáis. Es imposible.

Cuando se introduce una prótesis en nuestro cuerpo, éste pasa a generar, en el contexto de una reacción de cuerpo extraño, una envoltura de fibroblastos llamada cápsula, siempre, que rodea la prótesis y la aísla del resto de los tejidos. Esta cápsula no es para nada un tejido inerte, es biológica y tiene actividad, interaccionando con nuestros tejidos y con la envoltura del implante.

La mayoría de las veces será una envoltura fina, aunque consistente, que no se palpa ni deforma el implante, pero en algunos casos es más gruesa y firme, pudiendo deformar la prótesis o darle un tacto más duro y un aspecto más redondeado. O puede generar un líquido conocido como seroma (es muy habitual que exista una pequeña cantidad de líquido entre prótesis y cápsula). O bien esta interacción puede desgastar, a ritmos muy variables, la envoltura del implante, haciendo que éste, tras traumatismos no siempre importantes, pueda romperse o fisurarse. La salida de gel de silicona variará en función del grado de cohesividad con que esté fabricado, así como según la causa de la rotura y el grado de fricción o trabajo sobre el pecho.

Pacientes con actividad física importante, si se aúna a implantes de cierto volumen, pueden tener una tasa de rotura más elevada, por esta razón. Vemos que es un proceso multifactorial, y para nada predecible en su tiempo o ritmo, por lo que ni los laboratorios que fabrican estas prótesis ni los cirujanos nos podemos pronunciar respecto a cuánto puede durar un implante. No lo podemos saber. Lo único que sabemos es que, una vez dentro del cuerpo, la interacción con él y nuestros tejidos lo va a ir debilitando, y tarde o temprano se podría romper, siendo mayor esta posibilidad cuanto más años pasen. Pero no hay ninguna “obsolescencia programada”, es decir, no están programados para romperse a los 10 años, en absoluto, ¿de acuerdo?

 

Actualmente los implantes que usamos son de 5ª -6ª generación, atrás quedaron esos geles líquidos o de muy baja cohesividad, así como esos implantes de cubiertas finas, de 1-2 capas. Ahora tienen cubiertas multicapas, resistentes y fabricadas para evitar filtraciones, y su contenido es un gel de silicona de alta o muy alta cohesividad. Y aún así se pueden romper, en algún momento, y seguimos sin poder deciros un tiempo ni mucho menos garantizaros que no se vayan a romper. Porque los introducimos dentro del cuerpo y allí dentro perdemos el control de los procesos de interacción. No podemos controlar la reacción de los tejidos. Y a esto le sumaremos el desgaste por la fricción o traumas repetidos por nuestra normal actividad física, los movimientos y las contracciones musculares, nos movemos, nuestro pecho no está en reposo, ni tan protegidos los implantes, no somos estatuas. Y las prótesis se desgastan, lógico.

¿A cuántos años consideramos muchos para una prótesis? Pues depende, como véis, de muchísimas cosas. Desde luego por debajo de los 8 años nos parece que es una rotura prematura, y aún así no imposible, y no tiene por qué deberse ni a defectos de fabricación ni a una mala técnica del cirujano, pero no es nada frecuente (tal vez un 1,5-2% de las roturas estén por debajo de este periodo), y la tasa va aumentando desde ahí, de forma que, en torno a los 10 años, tal vez un 15% de los implantes de buena calidad (cifras de la ISAPS o sociedad internacional de cirugía plástica y estética) puedan estar rotos. Pero la variabilidad es enorme, no es lo mismo si se trata de implantes poco cohesivos o de envolturas finas que los actuales anatómicos de gel de alta cohesividad y envolturas multiplanares, no es igual la vía de abordaje utilizada y desde luego los volúmenes o dimensiones que se manejen.

No lo sabemos, pero como sabemos que a partir de ahí la incidencia aumenta, hay que ser serios (sobre todo las pacientes, ¡tenéis que haceros revisiones!) y exploraros esas prótesis, sin esperar a que den clínica.

Creo que en parte esa idea de que un implante “sea para toda la vida” viene del hecho de que muchos laboratorios, por presiones del mercado, ofrezcan el reemplazo sin coste de un implante similar al roto, incluso durante más de 10 años (ojo, sólo proporcionan otro implante nuevo, no cubren lo demás), y eso ha podido dejar la lectura equivocada de una garantía de por vida. Otras veces son clínicas poco serias las que lo afirman junto a engañosas ofertas para captar clientas mal informadas.

También he leído en textos bien poco científicos que las prótesis “nuevas”, refiriéndose a las anatómicas, las de última generación, no se rompen. No es verdad, se pueden romper, tan sólo es menos clara la clínica pues no se deforman ni cambia el tacto, y así sólo se perciben si alguna mínima fuga de gel genera una adenopatía. Pero el interés de la revisión antes de los 10 años es porque algunos fabricantes y también algunos seguros incluyen en su garantía riesgos tales como la contractura capsular, y si se supera esa fecha ya no la cubrirían, de forma que el recambio ya sería más caro. Por otra parte, el recambio de un implante roto es mucho más simple si es una rotura reciente, intracapsular, con mínimos cambios en la cápsula, frente a cuando es una rotura extracapsular, o ante importantes salidas de gel en la cápsula o importantes cambios inflamatorios.

 

Por eso hay que hacerse exploraciones, que consisten, además de la exploración clínica, en un estudio ecográfico que, de no ser claro en sus resultados, habría que complementar (serias sospechas de rotura pero con ecografía dudosa) con una resonancia. En esta exploración, además de evaluar el estado de las prótesis, se valorará también el aspecto del pecho y los cambios desde la primera cirugía. Muy probablemente el pecho ha podido ir cayendo, lo normal con los años y más tras embarazos o cambios de peso, o bien el cuerpo de la paciente ha cambiado y ese volumen o ese modelo de prótesis ya no es el idóneo. Puede ser por tanto un buen momento para, si las prótesis ya no están en muy buen estado, plantear una cirugía donde, además del recambio por otras nuevas, recurramos a implantes de última generación, más estables, y casi siempre de otras dimensiones y forma, probablemente unos anatómicos, de mejor tacto y forma más natural, y más acordes a nuestra actual anatomía. Si tanto nos preocupaba la armonía en el momento de la primera cirugía, es probable que siga siendo así para muchas años después. Debéis consultar también por la posibilidad de alguna técnica asociada de mastopexia o cualquier avance técnico que mejore aún más el resultado. Aprovechad los avances en técnicas y en implantes, pues. Tendréis entonces implantes nuevos y un pecho más armónico con vuestro cuerpo actual.

A modo de conclusión, pues, varias ideas:

No es imprescindible cambiarse los implantes a los 10 años, no necesariamente, a menos que éstos estén rotos. Si éstos no están rotos, sólo se os recomendará una nueva cirugía si los cambios en el pecho o en vuestro cuerpo así lo justifican, con la idea entonces de mejorar la estética, pues todo puede haber cambiado mucho con los años.

No dejéis pasar más de 10 años sin haceros una revisión con el cirujano plástico, aunque no tengáis clínica, aunque las revisiones con el ginecólogo estén bien (recordad que el ginecólogo explora la patología de la glándula mamaria, no las prótesis ni los cambios estéticos o de la forma). Con los implantes de gel cohesivo es fácil que parezcan perfectos pues no se deforman y apenas sale gel tras una rotura, y sin embargo pueden estar rotos, dato que sólo nos da una buena ecografía.

 

Una rotura intracapsular no es nunca una urgencia, podéis aplazarla hasta encontrar un buen momento, pero es sólo cuestión de tiempo que se haga extracapsular. No lo dejéis mucho tiempo entonces.

Ningún implante dura para siempre en buenas condiciones, ni el mejor de todos, todos se pueden romper y no es ni por un defecto de fabricación ni de la técnica quirúrgica.

– Por último, si en la revisión se os informa de que los implantes están bien y, si no deseáis haceros nada (bien porque el pecho apenas ha cambiado, las hay así de afortunadas, bien porque a pesar de los cambios no vuestro deseo o prioridad mejorar su aspecto), no es necesario que os los cambiéis, al menos no entonces. Lo que debéis hacer es haceros en adelante las revisiones con más frecuencia , idealmente ya anuales, con ecografía, y sólo os operaríais si aparecen signos claros de rotura. No se aconsejan, no con los implantes actuales, cambios preventivos si está todo bien.

Conservad las etiquetas o pegatinas de las prótesis (¡como mínimo eso!) y los informes de vuestras cirugías, imprescindibles si no es el cirujano que os intervino quien os hace la revisión. Si no las tenéis, pedidlas, creedme, a los cirujanos no nos importa en absoluto que nos pidáis una copia si no las tenéis o las perdisteis, es normal que queráis tenerlas, no nos va a incomodar que nos las solicitéis.

HACEROS REVISIONES DE LOS IMPLANTES

Espero que mi artículo os ayude a solventar dudas ante este tipo de cirugía.

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

  • Intervenciones realizadas por otros especialistas
  • Ni aquellas que exijan una valoración del paciente en persona.

Gracias por vuestra comprensión.