Hoy quería hablar algo respecto al ambiente en el quirófano, pues seguramente os habéis preguntado muchas veces cómo es la situación cuando estamos operando. ¿Acaso eres de los que piensan que operamos escuchando a Wagner o a Mozart? ¿O que exigimos un absoluto silencio para que nada pueda desconcentrarnos? Porque si un cirujano debe estar muy concentrado, parece imposible que pueda escuchar rock mientras hace tan precisa tarea, ¿o sí que es capaz de operarte mientras escucha a los Rollings?

 

Mis amigos me suelen preguntar por estas cuestiones, tal vez sea la imagen que nos trasmiten las series de televisión o las películas, ese cirujano al que una asistente le seca el sudor de la frente (en esa tremenda concentración parece que sudamos), que no tolera un ruido, que ante tamaño stress no admite ni una pregunta, en un ambiente gélido y temible…¿así os lo imagináis?

Bueno, puedo en algunos momentos o en algunas cirugías haya mucha tensión que nos haga exigir silencio y una concentración exquisita, pero ¿os imagináis que todos los actos quirúrgicos nos estresaran de ese modo, que todas las cirugías fueran un tremendo reto para nosotros, tal que cualquier cosa pueda distraer nuestra atención? Uf, qué stress, sería un tremendo sufrimiento ser cirujano, y sin embargo resulta ser una profesión apasionante. No puede ser tan duro para el cirujano ni tan temible para el paciente, de ser así ni yo sería cirujana ni creo que nadie debiera operarse salvo fuerza mayor. Pero no todo son cirugías extracorpóreas.

Veamos, por supuesto que estamos siempre muy concentrados, que la cirugía la tenemos muy bien preparada, la conocemos y la controlamos, es más, la hemos hecho muchas veces, y además nos gusta hacer estas cirugías. Los cirujanos nos sentimos bien operando, a veces pasamos malos ratos o nos plantamos ante cirugías muy complejas, pero la mayoría de las veces no es un mal trance para nada, la cirugía sale tal y como está planificado, la anatomía es como la conocemos y hemos estudiado, y el objetivo de una cirugía como la de mi especialidad, que es conseguir el mejor resultado posible en el cuerpo que trabajamos, haciéndole modificaciones o introduciendo elementos nuevos, se consigue sin sufrimiento, con concentración y creatividad, y disfrutando de un trabajo artístico que nos encanta, con la máxima responsabilidad, claro está.

 

Y para esto es fundamental crear un ambiente lo más agradable posible, que nos permita trabajar lo menos estresados que sea posible, un ambiente profesional pero también distendido, donde todos los participantes en el equipo quirúrgico y de personal hospitalario se sientan bien, sin malas palabras y sin aterrorizar a nadie, cada uno sintiéndose bien haciendo algo que les gusta.

Y eso se trasmite a los pacientes. Si yo fuera un paciente (y sí, claro que he pasado por quirófano, en varias ocasiones, a cargo de diferentes especialidades quirúrgicas, sé cómo uno se siente en un quirófano, desde ambos lados), me interesaría, mucho, sentirme bien en el quirófano, ser recibida por un equipo humano agradable, cercano, con buen humor, que me trasmita tranquilidad y aún mejor alegría en la confianza de que será una buena experiencia para todos, que a los que me van a operar les gusta lo que hacen y se sienten bien haciéndolo.

 

El buen humor o la alegría no están reñidos con la profesionalidad, y la diferencia es notable para el paciente. Si percibes stress y frialdad también sentirás miedo (más aún), por lo que también nos esmeramos en que la experiencia sea lo más agradable posible. Es normal entrar con miedo en quirófano, no estáis acostumbrados y os cuesta, pero no tiene por qué ser una mala experiencia. Para empezar, en cuanto entráis, yo os recibo personalmente, charlo con vosotros mientras os hago el marcado de lo que os voy a hacer.

A continuación entra mi anestesista y charla con vosotros, mientras yo, que no me separo de vosotros hasta que estáis dormidos, os selecciono alguna música que pienso que os pueda gustar y os cojo la mano para que os tranquilicéis. Os dormís oyendo una música bonita, sin daros casi cuenta, y así os despertáis, pensando que estáis en medio de un agradable sueño, sin recordar que estábais en un quirófano. Me veis a mí enseguida, y de nuevo os hablamos, aunque ya os digo que nunca recordáis nada de lo que hablamos hasta un buen rato después de despertar de la anestesia.

 

¿Por qué escuchamos música en quirófano? En mi quirófano siempre tenemos música, de hecho soy incapaz, no me gusta nada, operar sin música. Y no vale cualquier tipo de música, que por cierto no es música clásica, que para mí tiene sus momentos, pero no cuando trabajo ni en quirófano ni en la consulta (por ejemplo, a veces me encanta para correr, esto son cosas muy personales lo de los gustos, ¿no?). No a todos los cirujanos les gusta oír música cuando operan, tal vez porque a algunos les pueda desconcentrar o sin más que no les guste mucho la música, pero a la mayoría nos relaja y reduce el stress, haciendo que el acto de operar sea agradable y fluya incluso a mejor ritmo.

Realmente nos ayuda a operar, no la ponemos para no aburrirnos sino para crear un mejor entorno en quirófano. Por supuesto el tipo de música varía según circunstancias, como el tipo o complejidad de la cirugía (a todas les damos la misma importancia pero es evidente que hay cirugías más difíciles o con más riesgo que otras), tipo de anestesia, hasta circunstancias personales de nuestro estado de ánimo.

 

¿Qué tipo de música escuchamos? Hay cirujanos que ponen la radio, otros tienen largas listas en su ordenador o dispositivo al uso especiales para operar, otros se bajan listas de Spotify, otros tienen sus CD o varias listas personales a elegir según día o momento, a otros les da un poco igual y escuchan lo que tiene su anestesista o alguno de los ayudantes.

En mi caso tengo varias listas, hechas por mí, bastante eclécticas por cierto, podemos escuchar desde jazz a rock (sí, también los Rollings), desde música étnica africana o india a chanson française, suelen sonar aleatoriamente salvo que alguna no me guste y entonces me la pasan. Si la cirugía es con anestesia local o con sedación elijo algo tranquilo y que esté segura que le va a agradar al paciente, a veces jazz, otras tipo música celta, o china, o italiana, nunca aburrida ni de situación o “de sala de espera” , que detesto, y sí que sea muy bonita. Cuando es bajo anestesia general la cosa cambia, optando por mi gusto ecléctico donde combino como refería casi cualquier género musical. No me da igual, para nada, lo que esté sonando, a mí me resulta imprescindible escuchar música y que ésta sea de mi gusto (espero que también les guste a quienes trabajan conmigo, dicen que sí).

Ya sabéis, si entráis en un quirófano y oís música, no penséis que es una frivolidad y vamos a trataros de forma maquinal o con poca concentración, es muy al contrario, nos ayudará a que la cirugía vaya mejor y con mejor desarrollo técnico. Cuanto mejor y más feliz se sienta vuestro cirujano mejor será vuestra cirugía.

Espero que mis artículos os ayude a solventar dudas ante este tipo de cirugía.

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

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  • Ni aquellas que exijan una valoración del paciente en persona.

Gracias por vuestra comprensión.