¿Y cada cuánto tiempo?

Octubre es el mes dedicado a la concienciación del cáncer de mama, y no hay medida más importante que su prevención o, cuando menos, su detección en estadios lo más precoces posibles. Nuestra principal arma aquí es la mamografía, prueba no invasiva que constituye la mejor técnica de screening para la patología mamaria.

Esta prueba está incluida en todos los sistemas de salud de nuestro país, pero encontramos que no hay ninguna unanimidad ni entre sistemas de salud ni entre ginecólogos para determinar qué edad es la más conveniente para comenzar a hacerse mamografías. Encuentro con frecuencia pacientes en mi consulta que me refieren que, con más de cincuenta años, aún no se han hecho ninguna, o que hace varios años de la última. ¿Cómo puede ser? Y, en ese caso, ¿por qué no se la pedís a vuestro médico o ginecólogo?

No es el objetivo de este post hablar de las pruebas radiológicas de diagnóstico del cáncer de mama, (que son, principalmente, la ecografía, la mamografía y la resonancia magnética nuclear, junto a la exploración clínica y el autoexamen), sino centrarme en la más usual, la mamografía, una prueba objetiva aunque no perfecta, pues puede dar falsos positivos (informa de patología aunque al final sólo es un hallazgo benigno) y falsos negativos (no diagnostica lesiones patológicas que sin embargo ya estaban presentes, habitualmente por su pequeño tamaño), pero tiene mayor sensibilidad para el diagnóstico que una ecografía sin alcanzar el precio tan elevado de una resonancia (esta prueba se reserva para casos dudosos o para el control de pacientes con cáncer diagnosticado o alto riesgo de padecerlo). La mamografía es una prueba barata, que irradia muy poco a la paciente, muy asequible y accesible para cualquier mujer, y de gran sensibilidad para el diagnóstico, por lo que es la prueba reina para la detección precoz del cáncer de mama.

Photo by Valeria Boltneva from Pexels
Photo by Valeria Boltneva from Pexels

¿No basta con la palpación o autoexploración mamaria?

No, no es suficiente, porque para que un tumor sea palpable debe tener más de 1 cm, y sin embargo una mamografía sí podría detectar un tumor más pequeño. Y ese tiempo hasta que se diagnostique el tumor es crucial y definitivo. Pensad que tumores de menos de 1 cm pueden ser curables en más de un 90%. Y sin embargo algo así como la mitad de los tumores se detectan por la palpación, y sólo la otra mitad tras una prueba radiológica. Claro que debemos hacernos autoexploración, pero también deberíamos hacernos más mamografías, comenzar antes y con más frecuencia.

¿A qué edad es conveniente hacerse la primera mamografía?

No hay unanimidad. En nuestro país, en la mayoría de las comunidades autónomas, se comienzan a los 50 años, pero en otras es a los 45 años, mientras que la mayoría de los ginecólogos recomiendan a sus pacientes comenzar a los cuarenta. Y en cuanto a la periodicidad, en las consultas privadas suelen recomendar cada año, mientras que en las públicas es cada dos ¿Por qué?

La razón es, sinceramente, la rentabilidad de la prueba. Por una parte, hasta hace unos años sólo un 20% de los cánceres de mama se diagnosticaban en menores de 50 años, pero la incidencia en mujeres jóvenes ha aumentado, y ahora casi un 20% es en menores de 45 años. Por otro lado, es cierto que la glándula mamaria suele ser muy densa en menores de 50 años, lo que genera que en estas pacientes sean frecuentes los falsos positivos que hay que valorar con más pruebas tipo ecografías y biopsias. Sin embargo los radiólogos consideran que la mamografía es una prueba muy sensible a partir de los 40 años. ¿No será preferible, aún a riesgo de que la glándula sea densa y cree confusiones tipo falsos positivos (se diagnostica algún hallazgo como posiblemente maligno cuando al final no lo es, es decir, un susto) si a cambio podríamos hacer diagnósticos más tempranos y de lesiones más pequeñas? Estamos hablando de cáncer y de una prueba sencilla y económica como una mamografía… De hecho, la mayoría de las mujeres consultadas (y también los ginecólogos y las comunidades o países con mejores condiciones económicas) opinan que vale la pena la posibilidad de un diagnóstico más temprano, aunque aún no se esté en edad de riesgo. Y más si hablamos de los cánceres en mujeres por debajo de los 35 años…

Más datos:

Un diagnóstico precoz gracias a una mamografía puede reducir más de un 30% la mortalidad por cáncer en mujeres mayores de 50 años. En ese grupo de menor incidencia, en mujeres más jóvenes, también vemos que reduciría en un 15% la mortalidad. Significativo, ¿no?

La pautas de la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia) son:

  • Entre 35 y 39 años se recomienda hacerse la primera mamografía
  • A partir de los 40 años y hasta los 49, cada uno o dos años según cada caso, se recomienda mastopatía fibroquística, antecedentes familiares, etc.
  • Entre los 50 y 70 años, intervalo de mayor incidencia de cáncer, es recomendable una mamografía cada año
  • En menores de 30 años es más útil la ecografía, pues al ser la mama tan densa a estas edades ésta es más sensible. Pero si se está en grupos de riesgo (historia de cáncer de mama personal o familiar, portadora de genes BRCA, radioterapia en tórax previa…) será conveniente comenzar ya con las mamografías anuales y resonancias periódicas (cada 2 años).

¿Cuándo deben hacerse las revisiones con el ginecólogo, para el estudio de la mama?

Las recomendaciones de la SEGO son:

  • Primera visita al comenzar la actividad sexual, incluiría examen ginecológico, exploración clínica de la mama y ecografía
  • Hasta los 40 años (seguimos hablando de estudios mamarios) cada 2 años, o al menos no superar los 3 años, consistiendo en exploración clínica y ecografía (en algunos casos veis que se comenzaría antes con las mamografías)
  • Entre los 40-49 años, revisión anual con ecografía y según el caso mamografía cada 1-2 años
  • Entre los 50-70 años, mamografías anuales
  • Mayores de 70 años. No se recomiendan pautadas, dependerá del caso. Esto se debe a que a partir de esta edad disminuye muchísimo tanto la incidencia del cáncer como su agresividad, de ahí que no sea tan relevante la detección temprana, teniendo en cuenta además que al haber menos glándula y más grasa en la mama, se palpa mejor cualquier tumor.

¿De qué depende que se recomienden cada año o cada dos?

No hay unanimidad. Se trata simplemente de si hay una diferencia significativa en la detección temprana y en las posibilidades de curación en grupos de pacientes que se hacen mamografías cada año o cada dos. En muchos sistemas de salud se hace por este motivo cada 2 años, considerando que el intervalo no afecta al pronóstico de los cánceres diagnosticados.

Pero ¿qué ocurre con el cáncer de intervalo, ése que se hace clínico entre una y otra mamografía? Es decir, puedes hacerte una mamografía y que el tumor sea tan pequeño que aún no se detecte, y entonces seguiría creciendo hasta que se diagnostique en la siguiente. Está claro que las pruebas anuales detectan antes los tumores que si son bianuales. También es verdad que las mamografías pueden tener muchos falsos positivos, sobrediagnosticando lesiones que en realidad no son tumorales (con las pruebas extra que conllevan), hasta el punto que si se hacen cada 2 años se ha descubierto que disminuyen en un 50% la posibilidad de estos falsos positivos y sobrediagnósticos.

Es por esto que, según la SEGO, se recomienda repetirlas cada año en las edades de mayor riesgo (50-70 años) y cada 2 años en otras edades siempre en función de cada caso y la valoración del especialista. Y en cuanto a por qué en la franja de 40-49 (y casi estaríamos hablando ya de 35-49, con la que está cayendo en cuanto al aumento de casos en general y en edades más tempranas en particular…) se recomiendan cada 2 años y no cada más tiempo es porque en verdad se ha encontrado que el cribado por mamografías es muy efectivo, llegando a reducir la mortalidad en un 18% si se hace cada 3 años (tras diagnóstico precoz con la mamografía), frente a un 35 % si es cada año (¡el doble de curaciones!)

¿Y si nunca la han llamado o nunca le han pedido una mamografía hasta ahora?

Como he comentado antes, por lo que veo en mi consulta,me parece que las mujeres se hacen muy pocas mamografías. Muchas con 50 años aún no se han hecho ninguna, otras muchas pasan intervalos mayores de los 2 años para repetírselas, o se saltan las revisiones… pero es que estamos hablando de una enfermedad con una incidencia de una cada ocho mujeres (¡una cada ocho!) y aumentando… Y es tan sencillo hacerse esta prueba y tan barato (en España en la mayoría de los centros no llega a los 100 euros, incluso menos en muchos sitios, ¿a qué pensabais que era mucho más cara?) Y si pensamos que la detección precoz lo es todo, que si te lo diagnosticas a tiempo se puede curar, no me parece que sea como para quedarse con la duda, ¿no os parece?

 

DRA. MARITINA MARTINEZ LARA
Médico especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora

www.doctoramartinezlara.com