Todavía muchísimas pacientes lo preguntáis, de hecho es una de vuestras preguntas habituales, y eso que muchas cuando venís a la consulta ya os habéis leído (aunque sea por encimilla) mi blog, y en él expreso muy claramente (o eso pensaba yo) que si los implantes están bien NO hay por qué cambiarlos, aunque tengan diez o quince o más años, nunca de forma preventiva.

Pero sigue sin quedar claro. Vamos a ver, en las estadísticas que manejamos ahora, encontramos que, incluyendo todos los tipos de implantes, sólo un 8% de las pacientes tendrán rotos sus implantes a los 10 años, y ese porcentaje lógicamente irá subiendo con los años, así, a los 13 años puede haber una prevalencia de ruptura de un 12%, y un 25-33% a los 20 años. ¿Creéis justificado entonces, si sólo encontramos una prevalencia de un 8% de roturas a los 10 años, operaros de forma preventiva?

Resulta, además, que de los implantes que muestran rotura, en un 80-90% de los casos es intracapsular, siendo extracapsular sólo un 10-20%. Os recuerdo que la cápsula es esa envoltura fibrosa que forma el cuerpo en torno a las prótesis, a modo de reacción de cuerpo extraño, y que busca envolver y aislar ese implante. Decimos que la rotura es intracapsular cuando el gel no sale de la cápsula o envoltura, no estando pues en contacto con otro tejido que esa cápsula fibrosa. Al no salir fuera el gel no producirá reacción inflamatoria ni adenopatías, y de hecho no la consideramos una urgencia, pudiendo demorarse la cirugía 1-2 años (incluso más, pero recomendamos siempre que la paciente esté controlada con ecografías). Sí recomendamos la cirugía urgente cuando se trata de una rotura extracapsular, donde ya el gel ha salido (muy poco en el caso de los geles de alta cohesividad de los implantes actuales) fuera de la cápsula. (Estos datos y estadísticas que aquí ofrezco tan resumidos proceden de la revisión bibliográfica recopilada por nuestra compañera la doctora M. José Sánchez García, a la que desde aquí agradezco haber compartido su trabajo).

En suma, si sólo menos de una por cada diez pacientes puede tener una prótesis rota, y en el caso de estar rota si resulta que en un 80-90% de los casos sería una rotura intracapsular (no urgente), no entiendo esa presunta recomendación (si es que hay cirujanos que en verdad lo indican así) de operar para un recambio a los 10 años. ¿No os parece algo gratuito, por innecesario en la mayoría de los casos, esa operación?

En realidad, no sé si esa “recomendación” tan extendida se deba a una de esas leyendas urbanas que quedan perennes en el imaginario colectivo (algo así como lo de que las prótesis estallen en los aviones), o si en verdad haya cirujanos que se laven las manos asegurando que de todas formas hay que operarse a los 10 años, o más bien a una mala interpretación del consejo, que suscribo rotundamente, de “revisar” los implantes a los 10 años. Revisar, no cambiar.

¿En qué consiste revisar las prótesis? Revisar es un acto de consulta, no quirúrgico, y consiste en acudir a vuestro cirujano plástico (o a otro si lo preferís así, pero siempre de esta especialidad, no vale otra) para que os explore en consulta. Se os hará una exploración clínica y se os pedirá un estudio radiológico, habitualmente una ecografía. No vale sólo la exploración clínica, pues los implantes actuales, muy cohesivos, no suelen cambiar su consistencia ni casi su aspecto en caso de rotura. Tampoco valen las mamografías que os piden vuestros ginecólogos, que sólo detectarían algo en caso de francas roturas extracapsulares con extravasación de gel. Tampoco os aseguran del todo las ecografías que os haga el ginecólogo, pues éstos se centran en explorar la glándula mamaria, y sólo detectarían roturas de nuevo muy claras. Una rotura intracapsular sólo se diagnostica en una ecografía realizada por un radiólogo con experiencia en explorar implantes mamarios, y si arroja dudas deberá completarse con una resonancia magnética nuclear (RMN).

En un post anterior expuse las razones por las que recomendamos la REVISIÓN a los 10 años (si no se venía haciendo ya periódicamente, que es lo ideal). En esta revisión no sólo confirmaremos el estado de los implantes, sino que también valoraremos cómo ha evolucionado la cirugía, la relación entre el implante y la glándula, la posible movilidad de la prótesis con los años o bien la ptosis glandular si la ha habido, la adecuación en volúmenes o proporciones si ha habido cambios corporales…Recordad que el cuerpo siempre cambia, con frecuencia más rápido que los implantes, y que la rotura no es la única razón para cambiar un implante. Podemos cambiar un implante por malposición con el paso de los años, por ptosis de la mama que pueda recomendar algún tipo de mastopexia (y entonces sí que sería buena idea cambiar los implantes por unos nuevos, ya que os vais a operar de nuevo el pecho), por contractura capsular o simplemente por cambiar a un implante de otras medidas.

Pero nunca, nunca, que quede claro, cambiaremos unos implantes sin otra razón que la preventiva, si las pruebas diagnósticas (ecografía y eventualmente resonancia) indican integridad de sus prótesis y si no hay ninguna otra razón para la cirugía. Nos da igual que hayan pasado diez, quince o veinte años. Claro está, siempre que sean unos implantes con las debidas autorizaciones y controles sanitarios, a cargo de las instituciones y laboratorios oficiales cuyo cometido es el control de calidad y sanitario de cualquier implante o elemento médico. Nunca debéis olvidar, por esta razón, pedir que se os entregue la documentación (las famosas etiquetas ) de las prótesis, donde se indica el laboratorio, número de serie, modelo y volumen del implante.

Esperemos que no vuelva a ocurrir otra situación como la del laboratorio PIP, que puenteó y ocultó a las autoridades sanitarias (que tardaron años en descubrir el fraude en la fabricación), y que al descubrirse sí que supuso la recomendación de un cambio de los implantes, hubiera o no rotura e independiente del tiempo de evolución. Deseo recordar aquí también que los cirujanos plásticos usamos los materiales e implantes que las instituciones sanitarias han testado y sellado como idóneos, y por tanto autorizado para su uso médico; los cirujanos no somos los que testamos los implantes, no somos ingenieros, son los ingenieros y demás especialistas que trabajan en los laboratorios de control quienes aprueban o no un material, de forma que si un implante (en este caso) tiene el sello CEE (el de las autoridades europeas) es que estas autoridades lo han aprobado y certificado como seguro. Los cirujanos respondemos por nuestro trabajo, que es la cirugía, y la seguridad de los materiales es competencia de las instituciones que los estudian y testan, de forma que nuestra obligación es usar sólo materiales con la adecuada autorización (sello CEE). Dentro de éstos, como en el caso de los implantes mamarios, encontraremos diferentes precios y calidades, pero todos tienen un mínimo (sometido a unas pruebas de lo más exigente) de calidad, que en realidad es un óptimo de calidad.

Aún así, yo os recomiendo que consultéis qué marca de implante se os va a poner, y consultad cuanto necesitéis al respecto. Por otra parte, por más que ahora dispongamos de implantes más seguros que nunca, eso no significa que no se puedan romper. Cualquier implante, hasta los más caros del mercado, se puede romper, casi siempre por desgaste en el tiempo de su cubierta, es decir, por puro envejecimiento del implante, de forma que no debéis creeros que pueda haber alguno que dure para siempre. Si un cirujano os dice que os va a poner unas prótesis “para toda la vida” está falseando la información, nada se puede asegurar que dure para siempre. Una cosa es que algunos laboratorios ofrezcan una prótesis nueva a modo de garantía en caso de rotura, de por vida (informaos bien de esto) y otra es que se garantice que no se pueda romper. Y, claro, también es distinto si os decimos que, mientras estén bien, no hay que cambiarlos; eso no significa que sean de por vida, sólo que no está indicado hacer cambios preventivos. No distorsionéis la información e intentad entenderla bien, por favor.

Cualquier implante se puede romper, tarde o temprano. Pero no, rotundamente no, está indicado hacer un recambio a los 10 años si no hay ninguna razón para ello. Revisión clínica sí, no cirugía.

Post recomendados:

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

  • Intervenciones realizadas por otros especialistas
  • Ni aquellas que exijan una valoración del paciente en persona.

Gracias por vuestra comprensión.