El daddy do-over o cirugías para hombres de mediana edad

Hasta aquí llevamos muchos post hablando de cómo la cirugía repara los efectos de la maternidad, cirugías en senos, abdomen, cintura… pero es evidente que también los hombres acusan el cambio radical que supone la paternidad, más sedentarismo, menos horas de sueño, fines de semana y tardes tras las actividades lúdicas y extraescolares de los niños, el cambio de dieta… Los hombres os implicáis ahora bastante, hay que reconocerlo, y lo notáis, aunque los cambios físicos son diferentes.

Lo que más acusáis los hombres es el aumento de peso, de hecho lo habitual es que los hombres de mediana edad peséis un promedio mínimo de 6-8 kg por encima de vuestro peso a edades más jóvenes, y se os suele acumular como es sabido en abdomen, pecho y cuello. Y son éstas algunas de las causas más frecuentes de visita a nuestras consultas, la liposucción de abdomen, la corrección del cuello o contorno mandibular y la ginecomastia (o aumento de los senos, habitualmente aquí por grasa). La otra consulta más frecuente es el tratamiento de las bolsas palpebrales.

Todo esto no es nuevo, lo novedoso es cómo va aumentando el número de hombres que recurrís a la cirugía para recuperar ese aspecto de hace unos años. Tradicionalmente ha habido siempre una mayor “tolerancia” a esos cambios entre los hombres, o sin más puede que las mujeres pequemos más de falta de autoestima o nos exijamos más respecto a nuestro aspecto físico, pero también influye que nuestra  sociedad nos exija más a todas y todos en esta vida tan competitiva que llevamos. Tal parece que un/a profesional de éxito además deba lucir joven y cuidado/a, por lo que ya no se tolera tanto la barriguita de los papis ni el aspecto de cansado. Y, finalmente, ahora la cirugía está tan extendida y cada vez más asequible que no resulta tan extravagante plantearse quitarse esa barriga o esa papada que tanto os fastidia, y es que en muchas ocasiones, como el caso de las bolsas palpebrales o la ginecomastia, resulta que sólo la cirugía las arregla.

 

Como siempre, lo primero es intentar abandonar el sedentarismo y recuperar el hábito (o iniciarlo, si no acostumbrabais antes, que el metabolismo cambia para todos) de hacer ejercicio con regularidad, instaurar buenos hábitos dietéticos (ya, llegamos tarde a casa, y los niños tienen pizza para cenar, o está genial una buena cena una vez que se acuestan, o esas comidas en casa con amigos también con hijos donde tanto comemos y bebemos, yo también soy madre y sé de lo que hablo…), plantearse dejar el tabaco, no coger tanto el coche…. Son hábitos que se van instaurando poco a poco en la vida de los hombres tras el nacimiento de los hijos (o tras casarse, pero eso no es culpa de las mujeres, que conste) y que sólo traen el que cada vez estáis más lejos de vuestra imagen de antes.

Por eso, si una vez que os ponéis las pilas no lográis mejorar mucho, o si aunque perdéis peso el cuello o la cara o el abdomen no recuperan el antiguo aspecto, aquí está lo que un cirujano plástico puede hacer por vosotros:

1.- BLEFAROPLASTIA, para corrección de las bolsas de los párpados inferiores. Se instauran por genética, por el paso de los años y por el hábito de dormir mal (la falta de sueño, los malos horarios, los niños que no nos dejan dormir, el stress o las preocupaciones de la paternidad…), y sólo la cirugía las puede corregir. La blefaroplastia es, junto a la liposucción, la rinoplastia y la otoplastia la cirugía más frecuente en hombres, y la más habitual entre hombres de mediana edad.

Habitualmente se realiza por vía trasconjuntival, rara vez con cicatrices externas entonces, y deja un aspecto descansado y rejuvenecido, muy natural, y para nada “quirúrgico” si a eso nos referimos en cuanto a que pueda cambiar los rasgos. Para nada.

 

2.- LIPOSUCCIÓN DE ABDOMEN Y FLANCOS, el punto débil de los hombres. Es imprescindible que no se trate de pacientes con sobrepeso (recordemos por milésima vez que la lipo no es una cirugía para adelgazar o perder peso) y que en el abdomen se trate de grasa externa, no grasa visceral, interna. La grasa visceral, la que está alrededor de las vísceras abdominales, sólo se reduce con dieta y ejercicio, y es la responsable de la típica barriga cervecera. El cirujano plástico evaluará esto y os informará de cuándo puede haceros una liposucción efectiva o cuándo no os va a servir para nada..

3.- CORRECCIÓN DE LA GINECOMASTIA, o del aumento de los senos masculinos. Dejando aparte la ginecomastia juvenil o adolescente, de causa hormonal, las debidas al sobrepeso en la infancia, y las ginecomastias secundarias a medicación o a consumo de sustancias anabolizantes, por suerte ya más rara que hace unos años, el cuarto grupo de ginecomastias aparece en hombres a partir de la cuarta década (habitualmente), y es debida también al aumento de peso.

Aquí no aumenta la glándula mamaria sino la grasa que la rodea, y muchas veces no mejora tras la pérdida de peso. Según el grado puede corregirse sólo con liposucción (y sin cicatrices entonces) en casos leves a moderados, precisando asociar la excisión del tejido glandular o de piel en casos más importantes.

 

4.- CIRUGÍA DEL CUELLO Y CONTORNO MANDIBULAR. La grasa se va alojando en el cuello y parte baja de la cara, redondeando las facciones y dejando esa odiosa papada… según el tipo de piel puede mejorar al adelgazar, pero no siempre es así, y entonces sólo queda la cirugía. Cuando hay una papada discreta y piel elástica sin flaccidez puede bastar una liposucción, pero si la piel es mala o hay mucha flaccidez sólo un lifting logrará resultados.

Pero este post no es para acomplejaros. Más bien es para quitar misterio o para acercaros lo que la cirugía puede ofrecer. Hoy no es para nada extraordinario que los hombres os operéis, no es una cosa sólo de artistas o famosillos, ni sólo de hombres presumidos, es gente normal que tal y como venimos haciendo las mujeres más habitualmente, desean recuperar algo de su aspecto de años atrás.

Espero que mi artículo os ayude a solventar dudas ante este tipo de cirugía.

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

  • Intervenciones realizadas por otros especialistas
  • Ni aquellas que exijan una valoración del paciente en persona.

Gracias por vuestra comprensión.