En estos años nos hemos visto inundados por corporaciones y similares que tratan la cirugía plástica como un producto comercial de venta directa al consumidor. Con estrategias de venta agresivas y entrenados vendedores o comerciales prometen al no ya paciente sino cliente cosas como “recuperar la juventud”, “retroceder 20 años”, «el cuerpo perfecto soñado»… grandes resultados a cargo de los mejores y más experimentados profesionales, con las técnicas más innovadoras… Liftings alternativos, menos invasivos, de recuperación en pocos días , ¿os suena eso del “lifting del fin de semana”? tratamientos que se realizan a la hora de la comida que permiten volver al trabajo perfectos. Todo con técnicas de máxima seguridad, menos agresivas, mínimos tiempos de recuperación y sin embargo grandes resultados, y duraderos, claro. Y sin ninguna evidencia ni prueba de su veracidad.

Nada de hablar de posibles complicaciones ni problemas, es todo tan rápido y perfecto, muchas veces hasta tan fácil y barato. En realidad, es en estos pacientes en los que hay más complicaciones postoperatorias y malos resultados, bastaría tan sólo con consultar a las compañías de seguros médicos y a los centros hospitalarios.  Y es cierto que, en tiempos de crisis, muchos médicos pueden verse tentados a escoger asociarse profesionalmente a estas corporaciones, y con ello aceptar sus condiciones de trabajo y unas tarifas mucho más bajas. 

Entre la sistemática de trabajo, suelen promover técnicas a realizar en la consulta, con anestesia local, alegando que la anestesia  general no es necesaria, de hecho es casi peligrosa. Por el bien del paciente, buscan técnicas menos invasivas y peligrosas, haciendo la cirugía estética más fácil y asequible. Está claro que evitar los centros hospitalarios tiene una ventaja clarísima, por encima del supuesto beneficio para el paciente (que no necesita esa cirugía tan agresiva y peligrosa para quedar como había soñado), y es la notable reducción de los costes de la cirugía, y así un mayor beneficio para la empresa, que pasa así por alto el asunto de la seguridad sanitaria.

 

La realidad es que, para la mayoría de las intervenciones, operar sin un anestesista y sin monitorización es de lo más peligroso. Sí, las liposucciones también, de hecho la mayoría de las complicaciones de esta cirugía son secundarias al abuso o sobredosificación de anestesia local, en un local sin anestesista ni medios para remontar un problema… ¿os suena algo de esto? ¿qué es eso de derivar al paciente en ambulancia a un hospital por un problema durante la cirugía? La cirugía estética es electiva, y hay que hacerla con garantías, y eso incluye realizarla en un centro hospitalario donde, si surgiera algún problema, éste sea resuelto, si no prevenido, por el anestesista o el especialista adecuado.

Otro tema es el de las expectativas, y problemas, del tratamiento. Los cirujanos plásticos debemos, estamos obligados, por nuestra propia ética y profesionalidad, pero también porque así nos lo exigen nuestras asociaciones profesionales, a informar de los riesgos, problemas, posibilidades, alternativas, de cada tratamiento. No nos vamos a extender a propósito de lo buenos cirujanos que seamos ni de la cantidad de gente que hemos operado (sin comentarios…. de lo bueno que es el cirujano deben hablar sus pacientes, al igual que de la gente conocida o no que haya pasado por sus manos, ¿no os parece? ). El cirujano hablará de lo que importa, que es su formación, sus años de experiencia, así como el centro y el tipo de instalaciones donde trabaja y donde opera. El cirujano que os va a operar (no un comercial…) debe informaros de todas las cuestiones en torno a la cirugía, sin eludir el tema complicaciones ni contraindicaciones, así como el modo en que va a hacer el seguimiento postoperatorio. El formar parte de alguna sociedad científica profesional, como la Secpre en nuestro caso, da seguridad al paciente al respecto de la titulación adecuada y de una trayectoria correcta. No os conforméis con lo que el cirujano diga de sí mismo, quedaos con lo que os trasmite, su fiabilidad y conocimientos, lo que importa es su experiencia y formación, no el precio ni las facilidades que dé su empresa, ni las maravillas que promete sin ningún tipo de complicación ni dificultad. Sacad vuestras conclusiones, y preguntad, no sólo a él, también en sociedades profesionales, a otros pacientes, a otros médicos, en centros hospitalarios… Esto es Medicina, no un oficio de comerciantes.

Por último, otro punto que a los pacientes parece no quedarles tan claro: la cirugía plástica no es una mercancía, no es intercambiable, es decir, no se puede vender ni aplicar igual para todos, ¿qué es eso de vender el aumento mamario a una cantidad fija?, ¿todas necesitáis las mismas prótesis, el mismo tipo de cirugía, se os hace la misma técnica y la duración es similar, en serio?

Resulta que cada paciente es diferente, cada cirujano es único pues cada uno tiene formación y experiencia, y forma de pensar, cuando no exigencia propia y ética, absolutamente distinta, (en el caso de estas corporaciones de que hablo, ¿todos sus cirujanos operan igual de bien y tienen tantísima experiencia? ). Las técnicas a emplear en cada paciente, entonces, deben individualizarse, para cada paciente y cada cirujano. Por suerte, la cirugía plástica tiene muchísimas herramientas para que el cirujano pueda adaptar la mejor técnica a cada paciente.

Y respecto a esas modas y tecnologías tan innovadoras, todos vemos cómo vienen y van, algunas se mantienen y otras se descartan por ineficaces cuando no peligrosidad, pero está clarísimo que una tecnología nunca va a ser más importante que la experiencia del cirujano. Así que ojo al escoger a un cirujano sólo porque publicite alguna tecnología puntera, la última máquina del mercado… ¿es ése el mejor criterio? ¿y si, como tantas veces viene pasando, esa tecnología no funciona bien, o no es tan eficaz como prometía, o da problemas , cosas que sólo conoceremos años después?

Estamos hablando de cirugía plástica, cirugía, así que lo importante es el cirujano, no su empresa, ni su publicidad. La publicidad engañosa puede ser un gran inconveniente ante la compra de un producto de consumo, pero cuando se trata de nuestro cuerpo o nuestra cara, puede ser dramática. A la hora de plantearse una cirugía hay que seguir otros criterios, hay que informarse más, y mejor.

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

  • Intervenciones realizadas por otros especialistas
  • Ni aquellas que exijan una valoración del paciente en persona.

Gracias por vuestra comprensión.