En estos últimos años ha aumentado el número de pacientes que solicitan o para quienes se plantea una mastectomía subcutánea profiláctica bilateral, tanto en casos de carcinoma unilateral como por razones preventivas. Pero en las últimas semanas, tras las declaraciones y emotivo testimonio de la super conocida Angelina Jolie, en las que cuenta su experiencia y las razones que la llevaron a esta difícil decisión, amigos y pacientes no cesan de preguntarme al respecto.

Pero, ¿cuándo está indicada?

En primer lugar, hay que aclarar que no es una intervención de cirugía estética. Es una cirugía muy importante donde se realiza una excisión de todo el tejido mamario conservando la piel. Algunas veces se  puede  conservar la areola y pezón, otras veces hay que resecarlos también. La reconstrucción de la mama se realiza en la misma sesión, bien mediante un expansor que más tarde se sustituirá por un implante definitivo, bien con un implante directamente. Una mastectomía bilateral con reconstrucción inmediata puede suponer una cirugía de cuatro o cinco horas, varios días de ingreso en clínica, una lenta recuperación de mínimo un mes, una más que probable perdida o disminución de sensibilidad, un tacto o palpación de la mama diferente, pues es toda la glándula la que se reseca y toda la mama es un implante cubierto por una fina capa de piel y parcialmente por un músculo. No es una operación para dejar el pecho más bonito y nunca es igual que un aumento mamario normal. No es cirugía estética, es una cirugía con criterio e intención oncológica y reconstructiva.

No es una decisión que tomar a la ligera, tiene unas indicaciones en unos casos muy claras y en otros a tomar de forma conjunta entre ginecólogo, oncólogo, cirujano plástico y por supuesto la paciente. A veces se puede elegir, aunque no sea fácil.

Y ¿por qué una mayoría de mujeres prefieren realizarse una mastectomía profiláctica a una simple tumorectomía más radioterapia ante tumores en estadios iniciales? Si la mama tiene un valor simbólico tan elevado se supone que la mayoría desearían conservarla a toda costa, pero, en la práctica, no es así. Y es que no es sólo la mama lo que nos importa, pues aunque ésta sea un símbolo de nuestra femineidad más femenino aún es el anhelo de querer seguir cuidando de nuestra familia, vivir sin la preocupación por una posible recurrencia del cáncer.

¿Y en el caso de mastectomías preventivas? Una mastectomía subcutánea profiláctica, en ausencia de cáncer, sólo estará indicada en mujeres con un muy elevado riesgo de desarrollar una neo de mama, y es efectiva es más de un 90% de las mujeres intervenidas, es decir, que de entre 100 mujeres con un riesgo elevadísimo de desarrollar un cáncer mamario, 90 de ellas nunca lo van a sufrir tras esta cirugía.

¿Y por qué no es efectiva en un 100%? En una mastectomía conservadora de piel se reseca toda la glándula que sea posible y visualicemos,  pero aún puede quedar un pequeño remanente de glándula en otras zonas, como la axila, la región clavicular, pared torácica lateral o el mismo pezón, que habremos conservado si era sólo preventiva.

¿Quién debería considerar una mastectomía profiláctica para reducir el riesgo de cáncer de mama? Estaría indicado en los siguientes casos:

cáncer en el otro pecho. Si hay una neo de mama unilateral y además una historia familiar importante, puede decidirse o plantearse una mastectomía bilateral, con el fin de reducir las posibilidades de un cáncer contralateral en el futuro.

historia familiar de cáncer de mama, en especial si hay familiares diagnosticadas a edades inferiores a los 50 años. El riesgo elevado puede venir por herencia tanto materna como paterna.

resultados positivos del test genético. Hay mutaciones genéticas que aumentan el riesgo de cáncer de mama, y otros como el de ovario, e incluyen el gen BRCA1 y BRCA2. De modo que sí hay historia familiar positiva es recomendable realizarse el estudio genético, y si éste es positivo la indicación estaría clara.

cambios en la glándula mamaria que aumenten el riesgo de neoplasia, como la presencia de células anormales en los lóbulos o ductos mamarios, es decir, las glándulas productoras de leche y los conductos que la llevan al pezón. Esto es lo que ocurre en el carcinoma lobulillar in situ, que no se considera realmente cáncer pero sí es un marcador de alto riesgo de desarrollar un cáncer en ambas mamas.

radioterapia. Si la paciente ha recibido radioterapia en el tórax antes de los 30 años puede tener un riesgo muy elevado de desarrollar una neoplasia mamaria.

mamas densas, que pueden tener un riesgo más elevado y sobre todo un difícil diagnóstico por su densidad. Son casos de mastopatías fibroquísticas muy avanzadas, donde las pruebas radiológicas son poco concluyentes. Se puede plantear en estos casos una mastectomía profiláctica si además tienen historia familiar o condiciones precancerosas como calcificaciones patológicas o punciones con diagnósticos de displasias.

La decisión, pues, no es fácil y debe tomarse tras consultar con todo el equipo profesional, con tiempo (nunca es urgente), explicando muy bien todo a la paciente. Nunca está de más pedir segundas opiniones. La cirugía no es simple y sólo debe plantearse cuando, en verdad, existe un riesgo muy  importante de desarrollar un cáncer de mama. Pero si existe ese riesgo tan alto, estas pacientes se la deberían plantear, y muy en serio.

En el siguiente post continuaremos desarrollando este tema, hablando de la técnica quirúrgica y, por supuesto, de las alternativas si la paciente no desea, o no por el momento, esta intervención.

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

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