La blefaroplastia, tradicionalmente, es la cirugía que corrige el exceso de piel en el párpado superior y las bolsas grasas de los párpados inferiores. Ésa sigue siendo la petición de nuestros pacientes, pero el cirujano plástico debe buscar algo más, el objetivo es rejuvenececer y si es posible embellecer, mejorando el estado previo de los párpados y región periorbitaria. Para ello hay que mirar más allá de los párpados, haciendo una valoración del conjunto facial y asociar nuevas técnicas a las habituales que sólo se centran en resecar la piel y grasa sobrantes.

1.-Párpado superior

El objetivo sigue siendo retirar el excedente de piel, consecuencia de la laxitud cutánea. Se suele asociar a la retirada del exceso de grasa en la bolsa interna y del músculo orbicular. Pero hacer esto sin más puede dejar un párpado en exceso esqueletizado, que en verdad no rejuvenece en absoluto. Hay que mirar más allá del párpado, y así debemos valorar la posición de las cejas, que con frecuencia están caídas dando la impresión de exceso de piel en el párpado. También hay que examinar la posición del borde libre del párpado descartando posibles ptosis, nada raras en pacientes de edad, asociando si se precisa una intervención en el músculo elevador del párpado para corregirla. Y, por último, es preciso valorar el estado de depleción o, al contrario, de plenitud o hinchazón del párpado. A veces tenemos un párpado muy cargado, edematizado por la retención de líquidos, o con mucha grasa en su parte externa en un ojo almendrado o con rasgo oriental, o bien con algún grado de exoftalmos, congénito o secundario (descartar aquí una oftalmopatía por hipertiroidismo). O bien lo que vemos es un párpado hundido, esqueletizado, que ha ido perdiendo grasa con los años.

Calculando exceso de piel a resecar en párpado superior

No es entonces quitar piel y dejar estirado el párpado. A veces los pacientes opinan que estamos complicando la intervención y que ellos sólo quieren eso. No es complicar, es individualizar y buscar el mejor resultando posible valorando todos los factores arriba señalados. Por ello, según el caso, será recomendable asociar un lifting de la cola de la ceja, o una plicatura del elevador, o una lipoestructura para rellenar un párpado o una órbita vacía , o tal vez una interconsulta con el internista o endocrino.

Y ya centrándonos sólo en la blefaroplastia, es clave en el párpado superior planificar correctamente la cicatriz, en forma de S itálica, es decir, siguiendo el pliegue palpebral en la parte móvil y ascendiendo hacia la cola de la ceja en la parte externa, siguiendo alguna arruga de las patas de gallo para camuflarla. Una cicatriz rectilínea o poco curvada dejará un párpado más triste o no despejará bien el exceso lateral. No es recomendable resecar mucha grasa en la parte central o lateral, y tampoco cambiar rasgos previos como los ojos almendrados, con más grasa en estas zonas, si buscamos un resultado natural. Es más bonito un párpado con algo de grasa y contornos suaves que uno hundido. Y, tal como referí en un post previo, no planificaremos igual en una mujer que en un hombre, pues en los hombres (que suelen tener las cejas rectas y no arqueadas, y por ello tienen el párpado superior menos despejado) resulta muy artificial un párpado con la parte móvil muy visible así como las cicatrices en la parte externa. Valorar paciente a paciente.

Párpados superiores e inferiores más lipoestructura 

2.-Párpado inferior

Tal vez es en el párpado inferior donde más ha cambiado el concepto de la cirugía. El principal objetivo, desde luego, sigue siendo tratar las bolsas grasas herniadas que dan ese aspecto de cansancio y profundizan las ojeras ( ya hablamos en otro post de las causas y tratamiento de las ojeras). Pero nos preocupan más cosas, en especial la posición del borde libre del párpado y el surco infraorbitario:

 

Blefaroplastia párpados superiores y lipoestructura en párpados inferiores y pómulos

el borde libre del párpado inferior idealmente debe quedar a 1 mm sobre el margen inferior del iris, en la mirada de frente. Es normal el descenso con los años, por el debilitamiento del músculo orbicular, llegando a quedar ya por debajo de la córnea, mostrando la esclera (la parte blanca). La vía clásica para la blefaroplastia, subciliar o al ras de las pestañas, puede dejar la secuela de un párpado más débil al tener que seccionar el músculo orbicular para llegar a las bolsas grasas. Es por esto que es más recomendable la vía trasconjuntival, ya que respeta el músculo. La vía subciliar o externa continúa siendo, sin embargo, el mejor abordaje si tenemos que hacer algún tipo de plastia en el orbicular o en el canto externo. Es clave explorar el canto externo, su posición y su grado de tensión o relajación. Por último, es muy importante tener en cuenta que la blefaroplastia no es una técnica para estirar el párpado inferior, y cuando se reseca piel es de forma muy conservadora, para evitar dejar un párpado retraído o redondeado. Ésta es la explicación de por qué se quedaban los ojos redondeados tras la blefaroplastia clásica, a veces de forma inmediata y la mayoría años después.

– el surco infraorbitario en una persona joven está alto y su contorno es suave, con un párpado inferior de poca altura. Con los años comienzan a herniarse las bolsas de grasa orbitarias y a descender la grasa de la mejilla, marcándose la ojera. Si en la blefaroplastia atendemos sólo al exceso de bolsas grasas podemos dejar un párpado despejado, sí, pero hundido, tal vez no al principio, pero sí en pocos años, en función del estado de la región infraorbitaria. Hay que valorar la presencia de ojeras y un surco infraorbitario hundido, la altura o proyección del pómulo y el descenso de la grasa de la mejilla . No es recomendable entonces resecar mucha grasa si buscamos un resultado a largo plazo ( y desde luego no es bonito que se vea el contorno del globo ocular), relacionando la cantidad de grasa a retirar con todas estas estructuras faciales y asociando si es preciso un lipofilling para corregir la depleción del surco.

Párpados superiores e inferiores y lipoestructura 

En la práctica, para el párpado inferior, hacemos casi en la totalidad de los pacientes una blefaroplastia vía trasconjuntival, con resección conservadora de las bolsas grasas. Si hay excedente de piel asociamos una resección mínima justo bajo las pestañas, sin tocar nunca el músculo orbicular a fin de no debilitarlo. Si el párpado inferior está descendido o muy relajado se hace una cantopexia externa para tensar el orbicular. Y, por último, casi de rutina (salvo en pacientes jóvenes que no lo precisen aún) hacemos lipoestructura con injertos y microinjertos de grasa en ojera y surco infraorbitario, muchas veces también malar o pómulo, parte alta e interna de mejilla…en función del grado de deplección y la proyección del hueso malar.

No es complicar la cirugía, es considerar unos párpados en el conjunto facial, tratando todos los problemas del párpado en concreto pero también los de las estructuras de alrededor que influyen o determinan su aspecto. Está claro que hay muchos pacientes que sólo necesitan una blefaroplastia sin más, sin cantopexias ni lipofilling ni plicaturas, pero es también evidente que el objetivo de la cirugía es conseguir el mejor resultado posible para cada paciente, es decir, un resultado natural y duradero, con un aspecto más joven y, si podemos, más bonito. Pues esto puede suponer dejar atrás algunos planteamientos clásicos, tal vez más simples pero no con mejores resultados a corto o largo plazo y asociar nuevas técnicas. Esto no tiene por qué traducirse en una cirugía compleja, ni desde luego artificial. ¿El objetivo? Conseguir unos párpados bonitos en una cara también más bonita, y, ésa es la clave, donde no se note que ha habido cirugía.

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