Continúo hoy con el resumen de las novedades que se trataron en el curso de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética (ISAPS), en Cannes, Francia, que ya os adelanté la semana pasada. (Podéis leer la primera parte aquí)

El segundo día se centró en cirugía estética de la mama, en especial aumento mamario, mastopexia y lipofilling en mama.

 1.- Mastopexia

La mastopexia o elevación mamaria puede realizarse con o sin implantes. El recurso a los  implantes es sólo cuando precisamos más volumen. Hay muchas técnicas de mastopexia, con diferentes cicatrices, desde la mínima, periareolar, hasta la cicatriz en T invertida. Las cicatrices no se deciden por el gusto de la paciente, ni del cirujano, sino por la calidad de los tejidos y el grado de ptosis o caída. Está claro que, si la forma no queda bien, ninguna paciente va a estar contenta aunque las cicatrices sean mínimas y perfectas, así que la decisión dependerá de la posición previa de la areola y de la cantidad y calidad de la piel.

¿Importa tanto la calidad de la piel? ¿podemos poner el tamaño de implantes que la paciente desee, aunque la piel sea mala? Pues no, si los tejidos son de mala calidad no podemos poner implantes grandes e incluso recomendaremos a la paciente reducir volumen en sus mamas. La razón es que las mamas caídas tienen, por eso han caído, unos tejidos poco consistentes, con poca elasticidad (que es la capacidad de un cuerpo de volver a la forma inicial tras ser estirado) y sí una gran «resilience» o tendencia a mantener la deformación tras haber sido estirados o distendidos. Es decir, tenemos un tejido que, al mínimo peso, tanto de la glándula como, aún más, por un implante, cede en exceso deformándose y manteniendo esa deformación, esto es, descolgándose. Y todas las mamas ptósicas tienen este problema, en mayor o menor medida, y eso es algo que ningún cirujano puede cambiar, por lo que la técnica y el planteamiento debe adaptarse a las condiciones de cada mama si queremos un buen resultado, entendiendo como buen resultado el mejor posible para cada caso, que muchas veces no es el ideal ni el que la paciente sueña. Aún no se ha ingeniado, ni surgirá, la técnica perfecta que convierta un pecho caído con una piel laxa de mala calidad en un pecho grande y alto, que no caiga al poco de la cirugía.

Nuestras recomendaciones en las mastopexias de aumento son, entonces, implantes de tamaño pequeño o moderado (según características individuales), aceptar que a veces hay que hacer más cicatrices de las deseadas así como asociar, si hay mucho volumen de glándula en los polos inferiores de la mama, una pequeña reducción tisular con el fin de que pese lo mínimo y no  se descuelgue por su peso otra vez (recordad que hay pieles que no resisten el mínimo peso). Y no se va a quedar alto, se quedará en su sitio. Así que continúa siendo esta cirugía, unánimemente, la más compleja de plantear para los cirujanos plásticos y la que más reintervenciones conlleva. Por algo será. Mi consejo, como siempre, id a la consulta sin ideas preconcebidas, pues en este caso tendremos que ser realistas!

2.- Aumento mamario

-2.1  Tipos de implantes. Cada vez se imponen más, por su mayor naturalidad y versatilidad para adaptarlos a cada caso de forma individualizada, los implantes anatómicos.

– 2.2 Plano. Hay una fuerte corriente en pro de los implantes, anatómicos, por supuesto, en plano subfascial asociando lipofilling en la misma sesión, para rellenar los polos superior e interno. De esta forma se compensa la probable palpación o visibilidad de los bordes del implante en estos cuadrantes. Hay que tener en cuenta que asociar lipofilling a un aumento mamario con implantes supone un mayor tiempo quirúrgico (mínimo una hora más) y la necesidad de una zona donante de la grasa.

Pero la mayoría de los cirujanos preferimos el plano subpectoral pues concede mayor naturalidad y evitamos romper las conexiones de la glándula con el músculo y así la vascularización e inervación que transcurren en este plano, entre otras ventajas (menos contractura capsula, menos movilidad o giro del implante si anatómico).

– 2.3. Evolución a largo plazo de las prótesis mamarias y cirugia de revisión. Todos los implantes precisarán tarde o temprano una revisión. Pero desde luego no a los diez años, en absoluto, el momento depende del tipo de implante y de la evolución y problemas que pudieran surgir, no hay plazo fijo y si están bien sólo debemos vigilarlos. Llevamos más de 20 años haciendo muchos aumentos mamarios y obviamente la cirugía secundaria o de revisión de implantes se ha convertido en una de las más frecuentes.

Lo habitual es la sustitución por uno nuevo. Según la causa del recambio la cirugía cambiará, desde el simple recambio y revisión del bolsillo, a capsulectomías, capsulorrafias, cambio de bolsillo, mastopexia… Aunque no siempre pondremos un nuevo implante tan retirar el antiguo, en muchos casos, si la paciente ha cogido peso, puede ser suficiente una mastopexia. Otras veces, si tras retirar el implante no hay volumen suficiente, es perfecto el lipofilling, asociado o no a una mastopexia. Si la causa de la cirugía es un implante roto con siliconomas o contracturas capsulares repetidas, ésta puede ser la mejor opción, es decir, es mejor no poner un nuevo implante y remodelar la mama con lipofilling y/ o mastopexia.

-2.4 Nuevos implantes. Toman fuerza los implantes recubiertos de poliuretano. Hay cirujanos que los usan como primera elección, otros preferimos recurrir a ellos en casos especiales, sobre todo están indicados para tratar contracturas capsulares y ante rotaciones del implante, o en cirugías que presumamos vamos a tener este riesgo. Así, funcionan muy bien en reconstrucciones de mama sobre todo tras mastectomías subcutáneas, pues minimizan el riesgo, altísimo con implantes de otro tipo, de contractura capsular, rotación y formación de seroma.

3.- Lipofilling o Lipostructura 

Cada vez es más frecuente el recurso a la grasa, tanto en cirugía facial (hoy por hoy imprescindible) como de contorno corporal. Se ha discutido su uso en:

aumento de glúteos. Asociada o no a un implante. Es una cirugía que supone una remodelación de buena parte del cuerpo, reduciendo de abdomen, espalda, cintura, muslos e infiltrándola en glúteos . Muy trabajosa y larga, a veces, pero con grandes resultados.

reconstrucción mamaria. Habitualmente como complemento a otras técnicas. Mejora las adherencias y las fibrosis de los tejidos cicatriciales o irradiados. Indicada también en reconstrucción parcial.

aumento mamario:

aumento sólo con lipofilling. Resulta muy larga y tediosa, generalmente dos o tres sesiones, sólo para aumentos discretos. El lipofilling difícilmente da para aumentar más de una copa (no es talla, es la copa lo que aumentamos o reducimos). No funciona si se busca un pecho muy proyectado pues da poco volumen y la grasa tiende a caer a polos inferiores, así que tampoco funciona si queremos polos superiores bien definidos, no como técnica aislada sin implantes.

aumento con prótesis más lipofilling. Es una técnica perfecta, sobre todo en pacientes delgadas con escaso panículo adiposo que desean un escote y unos polos superiores más rellenos. A plantear siempre que optemos por un aumento subfascial en pacientes delgadas. La grasa se suele distribuir en polos superior y medial o interno. Requiere un cuidadoso planning donde tengamos en cuenta el porcentaje de reabsorción de la grasa a la hora de planificar el volumen final.

recambio de implantes. SIEF o recambio de prótesis simultáneo con lipofilling. La grasa rellena o da consistencia a las zonas deficitarias de volumen, sean polos mediales o inferiores.

en problemas de los implantes, como visibilidad en la parte supero interna, ripling (da consistencia a esa piel hiperdistendida y adelgazada y atenúa su visibilidad), o el fenómeno de la  doble burbuja (asociando la infiltración de grasa en este surco a la liberación o sección de las bridas persistentes en la fascia). Otras indicaciones son adherencias cicatriciales y secuelas de infección y contracturas capsulares severas, con la idea de revitalizar los tejidos y mejorar la circulación local. Resulta, por tanto,  una técnica imprescindible para tratar estas situaciones.

El lipofilling o lipoestructura es, pues, una técnica que ha venido a quedarse y no una moda, siendo una herramienta de enorme utilidad casi en cualquiera de nuestras cirugías, y a la que cada vez encontramos más utilidades.

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

  • Intervenciones realizadas por otros especialistas
  • Ni aquellas que exijan una valoración del paciente en persona.

Gracias por vuestra comprensión.