La mayoría de las pacientes que vienen a mi consulta por tener el pecho muy grande dicen llevar años pensándoselo, pero las detenía el miedo a una cirugía tal vez muy importante o agresiva, o a un postoperatorio muy complicado, de forma que sólo lo tienen claro aquellas que, cansadas de las enormes molestias que puede causar un pecho de proporciones exageradas, acometen la cirugía deseando un pecho lo más pequeño posible, sin importarles cicatrices ni casi la estética.

Sin embargo, las pacientes que desean un aumento del volumen mamario no tienen tantas dudas ni miedos. ¿por qué ese miedo a una reducción mamaria, por qué tanta precaución si, en la práctica, tal vez sean éstas  las pacientes más contentas y reforzadas en su autoestima tras operarse? A continuación iré desmontando todos esos falsos mitos respecto a la cirugía de reducción mamaria.

Cuando una mujer siente su pecho como excesivo en su volumen habitualmente no es una cuestión subjetiva, sino un problema objetivo: necesita un sujetador especial, difícil de encontrar y no le sirven los modelos bonitos que ve en las lencerías, pesa tanto el pecho que no puede hacer deporte y le da vergüenza que se le mueva tanto, tiene que ponerse ropa de tallas superiores a la suya para que le cierre, no puede ni quiere estar sin sostén, le avergüenza vérselo y que se lo vean, le causa dolor de espalda, suele tener heridas y dermatitis en el surco submamario, le duele con frecuencia, y le da una imagen de más edad y más volumen corporal de la que siente en su interior.

En la consulta suelen referir que están hartas de tener el pecho tan grande, que no entienden cómo tantas mujeres se lo aumentan cuando ellas sueñan con tener un pecho pequeño. De hecho solicitan que se les deje lo más pequeño posible, pasar de una copa F, o FF, a una B!!! Y la mayoría llevan años y años dándole vueltas, sin embargo, ¿por qué? Estos son los principales miedos o reparos a esta cirugía:

1.- El postoperatorio es muy largo y doloroso.

En absoluto, ya en consulta les digo que apenas van a tomar analgésicos y ellas mismas me lo confirman después, no necesitan ni la tercera parte de los analgésicos que les prescribo. Reciben el alta hospitalaria al día siguiente. No necesitan estar en la cama ni siquiera los primeros días. Al día siguiente ya llevan un sujetador, apretado, claro, de una talla que les parece imposible pudieran usar algún día, ya no les duele la espalda desde la primera vez que se levantaron ya en la clínica. En una semana salen a la calle con normalidad, en 12-14 días se duchan y se hacen ellas una cura sencilla en casa. En realidad, es de los postoperatorios menos dolorosos de cuantas cirugías hacemos, de hecho, ¡un aumento mamario duele muchísimo más! 

2.- Es una cirugía muy importante y complicada.

Es una cirugía más larga que un aumento mamario, sí, pues hay que despegar más, desmontar la glándula mamaria, resecar tejido y volver a montar la mama dejando una forma bonita, más cónica y estrecha, más alta, simétrica  respecto a la otra mama y con unas cicatrices de bien aspecto. Claro que es mucho más largo, y en proporción directa al tamaño mamario. Pero es una cirugía reglada, entran en quirófano bien preparadas, no supone entrar en ninguna cavidad como la torácica o abdominal que suponga riesgos, el índice de infección es bajísimo pues no es un área contaminada, no se toca ningún órgano vital. La cirugía puede prolongarse por 3,  4 o incluso 5 horas si el tamaño era muy grande,  y la mayor parte del tiempo la dedicamos a remodelar, dar una forma bonita, simetrizar, en una estructura corporal que no deja de ser un anejo cutáneo, superficial. No es una cirugía arriesgada. Es normal la pérdida de sangre, que se compensa con el tratamiento pre y postoperatorio con suplementos de hierro y vitaminas, es absolutamente excepcional la transfusión sanguínea. Y, al día siguiente, podéis estar de vuelta en casa. 

3.- El objetivo es dejar un pecho pequeño pero no se queda bonito.

El objetivo es dejar un pecho proporcionado al cuerpo de la paciente. En realidad muchas pacientes están tan cansadas de sufrir los problemas de un pecho excesivo que nos piden que les quitemos cuanto podamos, que las dejemos casi sin pecho, pues están hartas. Aquí hay que hablarlo despacio, ni dejarlas sin pecho ni mantenerles un pecho aún grande (si desean unos resultados duraderos…), lo ideal es confiar en las medidas y proporciones y si, dentro de esas proporciones, si así me lo piden intento que sea lo más pequeño posible, siempre que armonice con su cuerpo. Si la paciente tiene un tórax  muy ancho dudo que una copa B pequeña le quede bien… Lo que está claro es que esta cirugía no es quitar pecho, sin más, es muchísimo más que eso.., se trata de reducir las dimensiones y peso, subirlo, estrecharlo, simetrizarlo, quitar el exceso de piel, y dejar un pecho proporcionado, en su sitio, y bonito. Y, sobre todo, un pecho normal para que ese cuerpo vuelva o sea normal.

 4.- Quedan muchas cicatrices.

Hay que dejar cicatrices, claro. Una cicatriz periareolar, que suele camuflarse al contornear la areola; una cicatriz vertical que, aunque sea la que más preocupa al principio (pues es la única que no sigue ningún pliegue ni se camufla) es la primera que se difumina y disimula: y una cicatriz más o menos extensa en el surco submamario. Hay técnicas, que usamos en mamas de tamaños moderados o con buena piel, que evitan la cicatriz horizontal. Y nunca, salvo en casos de grandes gigantomastias, va a prolongarse esta cicatriz en la zona del escote ni en la parte lateral del tórax, siempre vamos a procurar que quede limitada al pliegue submamario. Luego sí se pueden usar después  biquinis y ropa escotada, ¡por supuesto que sí! Y, recordad, todas las cicatrices tienen un tiempo de evolución y maduración, si los primeros meses se ven mucho veréis que en unos cuantos meses más casi ni se notan. En la práctica, las pacientes están tan contentas,  que no les importan las cicatrices lo más mínimo, pero como a los cirujanos plásticos sí que nos preocupan, nos esmeramos mucho en quirófano (nada de cuatro grapas para cerrar, suturas escondidas e intradérmicas, siempre) y después en la consulta con las indicaciones para cuidar estas cicatrices.

5.- ¡Hay que esperar a tener hijos o a tenerlos y que sean mayores!

Esta es una cuestión muy personal. Es verdad que , tras la cirugía, es muy difícil la lactancia, depende del grado de ptosis y exceso tisular. Pero si lo que os preocupa es que los resultados no sean duraderos, pensad que, tras la reducción mamaria tendréis menos tejido y por tanto la mama va a crecer menos en los embarazos, luego es posible tener hijos y que se mantenga bien el pecho después. Es una cuestión de que, si os causa un complejo enorme o lo pasáis fatal con ese pecho tan grande y pesado, no es ninguna locura operarse antes, con 20 años por ejemplo, y disfrutar de unos senos más proporcionados en vuestro esquema corporal, sin tener que esperar 10-15 años más a tener hijos. Tras una reducción mamaria nunca va a crecer el pecho tanto como para volver al punto inicial. Eso sí, si os operáis jovencitas, nuestra recomendación es hacer una reducción más importante, pues estaréis más expuestas a cambios hormonales que a edades más avanzadas, si queremos un resultado duradero.

6.- Es una cirugía muy cara.

No es precisamente la cirugía más cara, pensad que es más larga que un aumento pero más corta que, por ejemplo, una cirugía combinada de mastopexia y abdominoplastia (por ejemplo, un mummy makeover), y no necesitamos usar implantes.

En conclusión, una reducción mamaria puede aportaros una mejora tan grande en vuestra calidad de vida y una subida tal en vuestra autoestima que no debéis postponerla años y años por miedo a que sea peligrosa o que no quede el pecho bonito. Tiene un postoperatorio de los más cómodos entre nuestras cirugías, en dos semanas si no antes estáis haciendo una vida casi normal, el pecho se puede quedar muy bonito y en proporción a vuestro cuerpo. Y podréis volver (o hacer si desde adolescentes sufrís una gigantomastia)  a una vida normal, vestir ropa de vuestro gusto, hacer deporte, usar escotes sin vergüenza y aparentar la edad que de verdad tenéis. No es una cirugía tan agresiva, ni tan dolorosa, ni tan cara. Recordad, las pacientes más contentas de nuestras consultas son las que se hacen esta operación, y desde el primer día!

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

  • Intervenciones realizadas por otros especialistas
  • Ni aquellas que exijan una valoración del paciente en persona.

Gracias por vuestra comprensión.