Coincidiendo con la celebración del Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel, como médico especialista en Cirugía Plástica y Reparadora es mi deber recordar el impacto tan dañino de la exposición solar sobre la piel, independientemente de cualquier cirugía. El sol, además de ser el agente cancerígeno culpable de la aparición del melanoma (todos los tipos de cánceres cutáneos están relacionados con la exposición solar), también destruye las fibras de colágeno de la piel, debilitándola, haciéndola más fina y menos resistente. No solo aumenta el riesgo de quemaduras solares, sino, además, el efecto pernicioso sobre el tono y calidad cutánea.

Y ahora, dirigiéndome en concreto a las mujeres que se han operado el pecho ¿el sol puede causar daño a las prótesis?

No, el sol ahí no llega. Ni los rayos UVA. Las prótesis están cubiertas por la glándula mamaria, la grasa subcutánea y la piel, así como parcialmente por el músculo pectoral si fue un plano submuscular. Pero sí que puede dañar, y mucho, vuestra piel, especialmente en los primeros meses tras la cirugía, pues está estirada por el implante y es más propensa a sufrir quemaduras en la exposición solar. A ver, no hay problema en tomar un poco el sol, siempre que hayan pasado dos o tres semanas mínimo desde la cirugía, para asegurarse de que todo ha cicatrizado bien y no hay heridas abiertas ni lesión cutánea de ningún tipo, y por supuesto, hay que evitar a toda costa el riesgo de quemaduras mediante el uso de un fotoprotector con un SPF 50+ (un buen fotoprotector es imprescindible, olvidaos de tener el pecho bronceado en estos meses)

¿Y las cicatrices? Rotundamente debéis protegerlas del sol de 6 meses hasta 1 año, es decir, mientras estén rojas (y por tanto activas) la exposición solar puede hiperpigmentarlas, oscureciéndolas, y tardarán largo tiempo en aclararse. El sol no es bueno en absoluto para las cicatrices, no evolucionarán mejor ni se curarán antes, hasta que estén blancas y planas hay que protegerlas muy bien del sol. Mi recomendación: nada de top less mientras sean recientes y usar siempre un fotoprotector de índice alto (mínimo 50+) o una lámina de silicona no transparente.

Sara Carbonero - Instagram 2018
Sara Carbonero – Instagram 2018

En resumen: el sol no afecta directamente a los implantes pero sí a la piel del pecho, aumentando el riesgo de sufrir quemaduras en los primeros meses postoperatorios, y dañando a largo plazo la piel al destruir las fibras de colágeno, con lo que ésta será cada vez más débil y fina, con el consiguiente riesgo de ptosis y visibilidad de los bordes del implante.

No os descuidéis, de cara a la temporada estival también os recomiendo leer «El postoperatorio en verano»

DRA. MARITINA MARTINEZ LARA
Médico especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora

www.doctoramartinezlara.com