Cirugía íntima femenina

Cirugía o técnicas que corrigen problemas congénitos o adquiridos de los genitales externos

¿Qué es la cirugía íntima femenina?

Bajo este término se engloban una serie de cirugías o técnicas que corrigen problemas congénitos o adquiridos de los genitales externos algunos meramente estéticos y la mayoría con un importante componente funcional. Estas cirugías son:

  • LABIOPLASTIA o NINFOPLASTIA, que corrige la hipertrofia o asimetría de las ninfas o labios menores
  • Cirugía de LABIOS MAYORES, habitualmente para corregir su atrofia primaria o adquirida.
  • LIPOSUCCIÓN y/o REDUCCIÓN o remodelación del MONTE DE VENUS o región pubiana.
  • VAGINOPLASTIASHIMENOPLASTIAS.

En nuestra clínica realizamos las tres primeras cirugías, considerando que las dos últimas (vaginoplastias e himenoplastias) entran ya en el campo de la ginecología.

Todas estas cirugías se han desarrollado espectacularmente y son cada vez más demandadas, por varias razones. Una de ellas es simplemente porque ahora se conocen y dejaron de ser un tema tabú, cuando detrás quedan importantes complejos e inseguridades que alteran y limitan muchísimo las relaciones íntimas de las mujeres afectadas, con frecuencia como en el caso de muchas labioplastias creando importantes problemas funcionales. Otra de las causas por las que cada vez se solicitan más es el cambio de patrones en el hábito de la depilación (brasileña, integral) que ponen en mayor evidencia posibles anomalías o asimetrías ahora ya no ocultas.

Esta cirugía corrige las anomalías en los labios menores o ninfas. Quiero dejar claro que el concepto de normalidad es aquí muy amplio, y son normales desde unos labios menores muy pequeños que apenas si cubren la entrada de la vagina hasta unos labios más largos, más o menos gruesos o delgados, de varios centímetros de longitud. Por regla general consideramos que son “normales” si no exceden desde su base una longitud de cuatro centímetros.

Unos labios menores muy largos pueden tener un origen genético pero también pueden ser la secuela de un parto complicado. Unas veces son delgados y algo aplanados pero otras francamente voluminosos. Otras son visiblemente asimétricos. Y estas situaciones que parecen escapar de lo que consideramos normal no sólo motiva un fuerte complejo e inseguridad, sino que puede ser realmente molesto pues si son muy grandes o largos tienden a plegarse sobre sí mismos motivando relaciones sexuales muy dolorosas y complicadas, o hacen imposible la práctica de algunos deportes, cuando no el llevar determinadas prendas, como los leggings o alguna lencería. Incluso situaciones poco anormales pueden acarrear una fuerte carga de inseguridad e inhibición ante un contacto íntimo. Y no son cirugías tan difíciles de practicar.

El criterio es a veces complicado, y es cierto que hay mujeres que demandan una cirugía sin un auténtico problema objetivo, anatómico, a resolver, pero la gran mayoría opino que si la solicitan es porque tienen razones sobradas y evidentes (consultan muy acomplejadas pensando que no las vamos a entender cuando al verlas nos parece lo más comprensible que puedan tener complejo o disgusto por su aspecto). Incluso en casos leves el componente emocional de inseguridad está presente y vale la pena sopesarlo.

No es sólo una moda, no es una decisión frívola, estas pacientes no buscan “imitar” o seguir un patrón (aunque hay un patrón, bastante “infantil” en su aspecto pero es con el que se o nos comparamos y a veces el origen del complejo).

Hay que hacer una buena valoración, comprobar si hay asimetría o si en verdad el tamaño o dimensiones exceden lo armónico o lo que incluso sea problemático. Los labios menores deben tener al menos un centímetro de altura y cubrir la entrada a la vagina (que es realmente su función). Lo deseable es que de pie no sobresalgan o que excedan muy poco la longitud de los labios mayores, pues si lo exceden o sobresalen mucho es francamente disarmónico (y esa longitud ya da problemas funcionales). La longitud máxima no es deseable que sea mayor de 50 mm y no debe haber una desproporción en la longitud de labios menores y mayores superior a 30 mm.Cuando los labios menores exceden a los mayores y dejan de estar cubiertos por éstos la piel de aquellos se queratiniza y adelgaza, es decir, se oscurece perdiendo el habitual u original color rosado-violeta intenso, y se hace más rígida, además de adelgazarse, y esta situación empeorará con el tiempo a causa de esta exposición y falta de protección.

Hay que valorar el estado de los labios mayores, que a veces son muy atróficos y no cubren nada a los menores y por eso éstos se ven como disarmónicos. Y por último hay que evaluar si hay un descenso del capuchón del clítoris, bien porque sobre piel bien porque se ha quedado relajado o descolgado.

Hay muchas variantes anatómicas, y tan normal es que hagan una horquilla cubriendo el capuchón del clítoris como que no se unan por encima o arriba y no lo tapen nada.

Esta intervención puede realizarse bajo anestesia local y sedación oral o intravenosa, o bien con anestesia epidural o incluso general, según la paciente y las preferencias del cirujano.

Hay varias técnicas, que buscan reducir las dimensiones de los labios menores y darles un aspecto armónico , sobre todo a expensas de retirar el exceso de tejido expuesto, oscuro, adelgazado que sobresale mas allá de los labios mayores. No es una amputación o resecarlos del todo, es fundamental dejar una cierta longitud nunca menor de 1 centímetro para que puedan proteger el introito vaginal y que éste no se reseque ni quede expuesto:

    • Técnica de resección marginal, donde se recorta o reseca el margen oscuro o en exceso de longitud. Es la técnica más frecuentemente usada.
    • Técnica de resección de una cuña central, se recurre a ella cuando no queremos alterar el borde libre de los labios o en ocasiones de labios muy gruesos e hipertrofiados.
    • Técnica de desepitelización, la menos usada, en casos de labios no muy gruesos y no excesivamente largos.

Es frecuente asociar estas técnicas con alguna plastia para corregir el exceso o hipertrofia del capuchón del clítoris, o incluso con algún tipo de pexia del mismo. Y también se puede asociar con alguna técnica para corregir unos labios mayores atróficos.

No es muy doloroso pero sí debe hacerse con rigurosidad. Son claves una esmerada higiene y reposo los primeros 3-4 días. En general recomendamos el lavado tras cada vez que se vaya al baño y aplicar después una crema antibiótica los primeros días y después una cicatrizante. Aplicar hielo los 2-3 primeros días ayuda mucho a controlar la inflamación , así como evitar estar mucho tiempo de pie la primera semana. Usar ropa apretada puede ayudar también a controlar la inflamación.Es normal estar muy inflamada la primera semana ( y más si no se han seguido las instrucciones), y habrá que esperar mínimo el mes para una total recuperación.

Es recomendable abstenerse de relaciones sexuales al menos tres semanas o hasta que esté completamente cicatrizadas, así como evitar también deportes de impacto.

Las suturas suelen ser reabsorbibles y las cicatrices del todo inaparentes tras varias semanas.

La situación más habitual es la atrofia y pérdida de volumen con los años, de forma que dejan de cubrir a los labios menores. El patrón “ideal”, que refería como algo infantil, son unos labios mayores gruesos que se unen en una horquilla cubriendo el capuchón del clítoris y que también quedan unidos en la línea media ocultando los labios menores. Pero con los años dejan de tener ese volumen, y la forma de recuperarlo es mediante un relleno o aumento, bien con grasa propia (lipofilling) o con ácido hialurónico.

Nosotros preferimos la opción del lipofilling, y puede realizarse como técnica aislada o en combinación con una cirugía de labios menores o del Monte de Venus.Es normal un aspecto muy inflamado dos o tres semanas hasta que disminuyan la inflamación y se detenga el proceso de reabsorción de la grasa. Como recuerdo, lo que queda de grasa tras dos meses se va a quedar de forma permanente.

Otras veces los labios mayores son los que sufren una elongación (mucho menos habitual que en los labios menores), pudiendo ser susceptibles de una cuidadosa reducción.

Es frecuente en pacientes con un abdomen abultado o descolgado que esta región también se descuelgue y abulte. Cuando realizamos abdominoplastias es de hecho un paso complementario, la liposucción y resección cutánea para elevarlo. Pero otras veces está simplemente abultado.

La cirugía consiste en una liposucción para reducir el volumen o abultamiento excesivo, y si hay descolgamiento se practican diferentes tipos de resecciones cutáneas , bien transversales (incisión en pliegue suprapúbico, del tipo del de la cesárea), bien en T, es decir, transversal y vertical, si el exceso de tejidos es más importante.