Lipofilling o lipoestructura facial

Usa tu propia grasa como relleno natural

Casos reales de lipofilling: compara el antes y después

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Lipoestructura facial.

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Lipofilling facial.

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Lipofilling periorbitario.

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Últimos casos de lipofilling

Casos reales de cirugía: proceso detallado

¿Qué es el lipofilling facial?

Esta técnica usa nuestra propia grasa como un relleno natural, vivo y biológico, para conseguir cambios estructurales precisos donde se implanta. Es una técnica segura, indetectable y permanente. En el último siglo se han usado muchos tipos de materiales de relleno; ninguno se considera el ideal, pero ahora podemos usar nuestra propia grasa para cara y cuerpo.

La técnica es clave para que la grasa pueda sobrevivir. Se toma de la zona donante con mucha delicadeza y mínima manipulación y debe aplicarse en mínimas fracciones. Cada partícula de grasa quedará rodeada por el músculo, piel, hueso o tejido conectivo que la rodea, aplicándose con un método a finas capas para que quede en contacto con los tejidos de alrededor lo máximo posible. Estos tejidos la nutrirán con la creación de nuevos capilares y asegurarán su supervivencia.

Se usan cánulas muy pequeñas, romas, para extraer e inyectar la grasa. Disponiéndola en diferentes capas se pueden manipular los tejidos para cambiar estructuras, como cuando aumentamos y evertimos el bermellón labial o creamos un contorno mandibular más potente. Estas cánulas romas están diseñadas para no dañar estructuras como nervios o vasos sanguíneos, ningún instrumento cortante se introducirá bajo su piel.

Y, sobre todo, no se percibe como “grasa” pues estos injertos, al integrarse, asumen la textura de los tejidos circundantes.

Con esta técnica se logra un aspecto muy natural. Reemplaza los tejidos atróficos y mejora las proporciones faciales, creando un aspecto muy estético y armonioso.

Con la edad, la cara se hace más pequeña y, aunque la piel y el hueso se mantienen, las mejillas, mentón, mandíbula y frente reducen su tamaño al atrofiarse la grasa, músculos y tejido conectivo. La piel, ahora con menos soporte, se pliega y arruga. Vemos cómo se hacen más prominentes las bolsas bajo los ojos y las bolsas sobre la mandíbula o cómo se hunden las mejillas. Por tanto, el reemplazo de estos tejidos atróficos que causan las arrugas constituye un método de rejuvenecimiento al buscar la plenitud de estas áreas propia de un rostro joven.

Con la lipoestructura no solo buscamos rejuvenecimiento, también podemos modificar las proporciones faciales (aumentando pómulos o rellenando el surco infraorbitario creamos un rostro menos cansado, modificando la mandíbula creamos un rostro más anguloso o masculino, etc), se pueden corregir asimetrías faciales, así como mejorar notablemente las cicatrices acnéicas (dado el daño que esta enfermedad causa no solo sobre la piel sino también en el tejido subcutáneo).

Cuando se planea un tratamiento con lipoestructura su cirujano le pedirá que le aporte fotos de hace unos años con el objetivo de planificar la cirugía, pues ese es el objetivo, volver al aspecto más joven. Se discute con el paciente cómo desea modificar o armonizar su rostro.

Recuerde que, una vez integrada en su zona receptora, la grasas que ha sobrevivido ya no se reabsorberá, siendo un aumento permanente. Por supuesto, hay un porcentaje de reabsorción variable según la zona (más importante en los labios), que oscila en torno a un 30%, por lo que su cirujano le infiltrará una cantidad algo mayor. Debe tener en cuenta que también hay una importante respuesta inflamatoria, lo que hace pensar a los pacientes que se ha reabsorbido mucho más.

Dado que, para tener un importante porcentaje de injertos integrados o que sobrevivan, estas células grasas deben quedar siempre rodeadas por tejidos receptores, no es útil ni conveniente injertar cantidades muy altas, que solo supondrían mayor porcentaje de reabsorción. Si necesitamos un volumen alto para recuperar la plenitud en un rostro, tal vez sean necesarias más de una sesión. En la consulta le explicaremos todo esto.

Una ventaja más: esta grasa no se desplaza, no se rechaza, no forma granulomas. Es una técnica segura tanto en el momento de la cirugía como a largo plazo.