Desarrollo insuficiente de la parte inferior de la mama
Aumento de densidad del tejido mamario y subcutáneo en el surco submamario, formándose una banda de constricción o brida que impide el normal desarrollo de la mama en los polos inferiores. En concreto, se debe a un engrosamiento anómalo de la fascia superficialis, un tejido de refuerzo, a nivel del polo inferior, que evita el normal desarrollo en esta zona a través de la formación de un auténtico anillo de constricción. En cambio, esta fascia superficialis es deficitaria, le falta la capa más superficial, en la zona situada justo bajo la areola, por ello se hernia tan fácilmente a este nivel. A consecuencia de esto, la mama crece sólo hacia delante con la consiguiente caída de la misma y herniación de la areola, que es menos resistente, junto a un insuficiente desarrollo de los polos inferiores de la mama.
No es un defecto genético, es decir, no es hereditario, ni tan siquiera parece que tenga lugar durante el desarrollo embrionario, en la gestación.
Es la más frecuente entre las anomalías o malformaciones mamarias. Se encuadra dentro de lo que llamaríamos anomalías de la base de implantación. Su tratamiento es sólo quirúrgico.
La clasificación de Grolleau divide la mama en cuatro cuadrantes. Determina tres grados de constricción:
El grado de deformidad de la mama constreñida será mayor a mayor grado de desarrollo o volumen mamario, sobre todo en el grado III.
Siempre vamos a encontrar, en mayor o menos grado:
El tratamiento es sólo quirúrgico y exige la remodelación glandular completa, reducir el diámetro areolar y la fragmentación de la banda de constricción o brida en el polo inferior, para permitir la distensión cutánea y el desarrollo de la parte inferior de la mama. Y, puesto que suelen ser mamas que han crecido poco a causa de la deformidad, se precisa también el aumento de volumen con un implante anatómico de anchura y proyección suficiente, que además de dar volumen ayuda a remodelar la mama.
Es importante realizar el diagnóstico de la mama constreñida antes de realizar la cirugía. Es frecuente que la paciente acuda a la consulta solicitando sólo un aumento mamario, sin conocer que presentan esta malformación. De hecho, en casos mínimos no es difícil que pase desapercibido. En casos más graves, la paciente tan sólo siente que tiene una mama muy rara, que a veces le acompleja tanto que nunca ha dejado que nadie se las vea, pensando que el suyo es un caso excepcional. Nada más lejos, pues casi un 20% de las pacientes que acuden a nuestra consulta para un aumento mamario muestran esta patología.
Es fundamental hacer un buen diagnóstico preoperatorio pues, de pasar desapercibida, la simple colocación de la prótesis puede incrementar la deformidad, viéndose como un doble surco en el polo inferior de la mama (no es ésta la única causa del signo del ” doble surco”).
Si la areola es pequeña, no hay herniación y es un caso leve- moderado, es ideal la vía submamaria. Se diseca la cara posterior de la glándula en un plano subfascial y se realizan bien cortes transversales, profundos, en la glándula hasta conseguir su expansión, bien cortes radiales en el polo inferior (técnica de Rees y Aston, o técnica del ” paraguas”), con la idea de que, bajo la presión de la prótesis, los tejidos se abran y permitan una adecuada expansión cutánea. La forma la da el implante. Otras veces, a través de esta vía, se puede trazar un colgajo glandular reverso, desde los polos supero laterales, muy llenos, que al revertirse rellene los polos inferiores o mediales, deficitarios (técnica de Puckett).
Ante areolas de diámetro mayor del habitual, o que muestren herniación de la glándula, o incluso si hay algún grado de ptosis (muy frecuente en estas pacientes tras los embarazos, pues sus tejidos periareolares son más laxos), la vía indicada es la periareolar completa. Con ella podemos reducir el diámetro areolar, hacer una mastopexia, y desde luego tenemos un excelente abordaje para disecar la glándula mamaria y realizar la técnica adecuada (glandulotomías transversales o radiales, colgajos galndulares…) para liberar las bandas de constricción y redistribuir el tejido glandular desde los polos superiores a los inferiores. El cierre se realiza con la técnica en ” round-block”.
Como en cualquier aumento mamario, aquí sigue siendo el criterio la cantidad de tejido o parénquima mamario presente en los polos superiores, por lo que el implante puede disponerse tanto en el plano subfascial como subpectoral. En general yo prefiero, por ser más natural y los resultados más duraderos al proporcionar mejor cobertura, el plano subpectoral, pero depende del caso.
¡Siempre anatómico!. Precisamos un implante con un gel de alta cohesividad para ayudarnos a tensar y dar la nueva forma a la mama. Asimismo, debemos priorizar el relleno de los polos inferiores, pues estas mamas se han desarrollado sólo en los polos superiores y en el área retroareolar, por lo que los implantes anatómicos resultan ideales. Por último, estos implantes tienen su punto de máxima proyección en la areola y en el polo inferior, ayudando entonces a tensar y expandir mejor el polo inferior y las cinchas infraareolares. Y la última consideración: los implantes anatómicos son los que más se parecen a una mama normal, si los usamos en aumentos normales porque quedan más naturales, con más motivo los usaremos aquí dado que en estas mamas tan malformadas es la prótesis la que va a dar la forma al pecho. La cirugía busca liberar y expandir los tejidos, pero es la prótesis la que le dará el volumen que le falta y la forma que buscamos.
Más que nunca, la planificación y medidas son fundamentales. Hay que evaluar muy bien la anchura del tórax y la base mamaria adecuada. Aquí resulta muy importante que el implante tenga la anchura adecuada, así como una buena proyección, preferiblemente alta o completa. El volumen mamario final queda entonces dictado por las medidas del tórax y las características de la mama.
Evidentemente es algo más largo que en un aumento normal, al menos una hora más, en función del caso. El postoperatorio en cuanto a molestias, dolor, o periodo de reposo es similar al de un aumento normal, aunque sí es más lento en cuanto al tiempo que las mamas se pueden mantener inflamadas o con edema. Hay que ser pacientes pues los resultados, si bien son aún más agradecidos que en otros aumentos, tardan varias semanas más.
En último lugar, y sólo para que no se olvide esta recomendación, quiero reiterar que las mamas tuberosas son, como habéis leído, más complejas que las mamas normales, a veces son un auténtico reto, casi como una reconstrucción mamaria, por lo que es muy importante que sean tratadas por un cirujano plástico con experiencia en esta patología, no es un simple aumento. Si no se diagnostican bien, o si no se realiza la técnica adecuada (y a veces son necesarias técnicas de cierta complejidad, que requieren una curva de aprendizaje y pericia mayor, y que también pueden ser causa de complicaciones) el resultado no solo será insuficiente, puede incluso generar un mal resultado difícil de resolver. La mama tuberosa es mucho más que un problema estético, es una malformación, y una buena cirugía puede conseguir un resultado espectacular, y cuando realizamos cirugía reconstructiva es ni más ni menos que ese óptimo de excelencia que es una mama normal.
Imágenes reales del antes y después de nuestras cirugías de mamas tuberosas
Caso clínico de mamas tuberosas tipo III. Leer caso clínico
Caso clínico de mamas tuberosas tipo II. Leer caso clínico
Caso clínico de mamas tuberosas tipo II tras pérdida de peso en tórax largo y poco proyectado. Leer caso clínico
Caso clínico de mamas tuberosas grado III, asimétricas, ptósicas e hipoplásicas. Leer caso clínico
Caso clínico de mamas tuberosas en el que hay que asociar muchas técnicas. Leer caso clínico
Caso clínico de aumento mamario en paciente joven para corregir mamas tuberosas. Leer caso clínico
Caso clínico de mamas tuberosas tipo II, microsíndrome. Leer caso clínico
Caso clínico de mamas tuberosas muy malformadas con implantes anatómicos y pexia periareolar. Leer caso clínico
Caso de aumento mamario en mamas muy hipoplásicas y tuberosas, asociado a anomalía torácica. Leer caso clínico
Caso clínico de mamas tuberosas de grado III, muy malformadas y asimétricas
Caso clínico de corrección de asimetría mamaria en mamas tuberosas, la mama izquierda muy hipoplásica con deformidad tipo II y la mama derecha, de mayor tamaño, con deformidad tipo III
Caso clínico de mamas tuberosas tipo III. Leer caso clínico
Caso clínico de mamas tuberosas. Descripción de una paciente. Leer caso clínico
Caso clínico de mamas tuberosas. Descripción de una paciente. Leer caso clínico
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Caso clínico de mamas tuberosas, presentaba cierta ptosis glandular tras los embarazos. Leer caso clínico
Caso clínico de mamas tuberosas. Leer caso clínico
Caso clínico de mamas tuberosas, qué son y cómo se corrigen. Leer caso clínico
Caso clínico de mamas tuberosas, qué son y cómo se corrigen. Leer caso clínico
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Caso clínico de mamas tuberosas tipo II. Ver caso clínico
Caso clínico de liposucción de trocánteres en una chica delgada con depósitos muy bien delimitados.
Caso clínico de corrección de mamas tuberosas tipo 3 asociando implantees, mastopexia periareolar, colgajos glandulares, colgajos gladulares y lipofilling. Ver caso clínico
Caso clínico de corrección de mamas tuberosas tipo 3 mediante aumento híbrido y pexia periareolar. Ver caso clínico
Caso clínico de evolución de implantes anatómicos a 3 años.Ver caso clínico
Caso clínico de corrección de mamas tuberosas tipo 3 con aumento híbrido (implantes y lipofilling). Ver caso clínico
Caso clínico de mamas tuberosas grado II y discreta ptosis. Ver caso clínico
Caso clínico de mamas tuberosas tipo 3 y asimetría en areolas. Ver caso clínico
Caso clínico de mamas tuberosas tipo 2. Evolución a 6 meses y 1 año. Ver caso clínico
Caso clínico de corrección de mamas tuberosas. Ver caso clínico
Caso clínico de mamas tuberosas tipo 2 con discreta ptosis. Leer caso clínico
Caso clínico de hipoplasia mamaria, así como una discreta constricción en los polos inferiores, en un contexto de mamas tuberosas tipo 2. Ver caso clínico
Caso clínico de mamas tuberosas muy atróficas en tórax corto y asimétrico Ver caso clínico
Caso clínico: corrección de mamas tuberosas tipo 2. Ver caso clínico
Caso clínico de mastopexia periareolar con aumento híbrido de implantes y lipofilling en piel muy dañada. Ver caso clínico