Ginecomastia
Casos reales de ginecomastia: compara el antes y después
Caso clínico de ginecomastia en un paciente que desarrolló aumento de la glándula pasada la treintena
Caso clínico de ginecomastia en un paciente que desarrolló aumento de la glándula pasada la treintena
Caso clínico de ginecomastia en un paciente con aumento del volumen mamario desde la adolescencia
Últimos casos de ginecomastia
Casos reales de cirugía: proceso detallado
¿Qué es la ginecomastia?
La ginecomastia es el aumento benigno del tejido glandular mamario en hombres. La composición de esta mama hipertrofiada es una mezcla de tejido adiposo y de tejido glandular muy fibroso.
Es relativamente frecuente en la pubertad (hasta un 65% de los adolescentes la presentan) pudiendo resolverse de forma espontánea antes de los 15 años en el 80% de los casos en que se presenta. Se convierte en un problema cuando pasan los años y no desaparece, o cuando se mantiene aunque se adelgace mucho. Y, aunque sea una patología relativamente frecuente, acompleja siempre, y mucho, de forma que los varones que la padecen no suelen mostrarse, evitando deportes colectivos, ir a la playa o piscina, incluso vestirse con ropa ajustada. Así, cuando se detecta, lo primero es observación y valoración, pero si se mantiene, la solución es sólo quirúrgica. Habitualmente se recomienda esperar un mínimo de dos años desde que aparece (en adolescentes), antes de plantear ningún tratamiento. Obvio esta patología se consensua para plantear tratamiento con endocrinólogos si sospechamos alteración hormonal.
Los pacientes que acuden para corregirse una ginecomastia se engloban en dos grandes grupos: aquellos que han tenido sobrepeso, especialmente en la infancia o adolescencia y que, a pesar de haber perdido peso, no han reducido el volumen mamario como desearían; y por otro lado pacientes delgados con una pura hipertrofia glandular, algunas veces secundaria a desajustes hormonales, a la toma de anabolizantes o como efecto secundario de algunos fármacos, como por ejemplo los retrovirales. Y hay muchos casos a los que no encontraremos una causa clara, en especial los que muestran una hipertrofia pura glandular, sin apenas grasa.
El tratamiento, solo quirúrgico si el paciente tiene un peso normal, se planificará teniendo en cuenta el porcentaje de grasa y de glándula, así como el posible exceso cutáneo: Liposucción si solamente hay componente graso, asociación de liposucción y mastectomía, o hasta una auténtica mastectomía subcutánea, es decir, la escisión de toda la glándula. Se suele pedir un estudio ecográfico para el preoperatorio, aparte de una oportuna valoración por un endocrino en algunos casos.
Liposucción. Solo funcionará como tratamiento único en casos de exclusivo componente graso y buena piel, con capacidad de retraerse y adaptarse.Mastectomía subcutánea. Se respeta toda la envoltura cutánea extirpando selectivamente el tejido glandular. Habitualmente se hace por vía periareolar inferior, retirando toda la glándula a excepción de una pastilla retroareolar a fin de que ésta no quede adherida al músculo pectoral, subyacente.Liposucción y mastectomía. Es la técnica más habitual, que consiste primero en una liposucción agresiva de la grasa glandular y más moderada en tórax, sobre pectoral, costados, surco submamario… a fin de garantizar un contorno adecuado y armónico (en algunos casos puede asociarse a una lipo de abdomen y flancos). Una vez realizada esta liposucción, queda muy bien definida la pastilla de glándula, densa, que es imposible extraer con liposucción al ser un tejido muy fibroso y que precisa, vía periareolar, la disección y su extirpación.
Resección cutánea (junto a la liposucción y mastectomía). En los casos de grandes pérdidas de peso podemos encontrar una piel de muy mala calidad y en exceso, que precisará diferentes técnicas de pexias, desde la más habitual periareolar o circunareolar completa, a variantes de una T invertida, u otras técnicas.
Ninguna de las cirugías para corregir la ginecomastia es demasiado compleja, la mayoría de las veces se resuelve en una sola sesión, pudiendo no precisar ni estancia hospitalaria y el postoperatorio no es nada doloroso ni largo. Además las cicatrices son fáciles de disimular en el contorno areolar.
La cirugía puede durar de una hora si solo liposucción a más de dos horas si hay que asociar mastectomía o plastias de resección cutánea. El paciente debe llevar una prenda compresiva tipo banda o chaleco de presoterapia, unos dos meses.