Rinoplastia

Corrige el tamaño o la forma de la nariz

Casos reales de rinoplastia: compara el antes y después

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Peeling químico con aceite de crotón o fenol-crotón

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Rinoplastia

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Rinoplastia abierta

Últimos casos de rinoplastia

Casos reales de cirugía: proceso detallado

¿Qué es la rinoplastia?

La rinoplastia es la cirugía que tiene como objeto corregir la forma o el tamaño de la nariz. Es la más frecuente de las intervenciones de cirugía estética y aunque no lo parezca, es la más compleja desde el punto de vista técnico.

Son candidatos hombres o mujeres a partir de dieciocho años que desean mejorar la armonía de su cara, modificando la forma o tamaño de su nariz, o bien aquellos que sufren algún tipo de traumatismo nasal o problemas respiratorios. La rinoplastia se centra en un doble resultado estético y funcional. Es necesario una buena apariencia pero también que funcione perfectamente.

CORRECCIONES MÁS COMUNES EN UNA CONSULTA DE RINOPLASTIA

  • Nariz desviada, tanto primaria o espontánea como postraumática
  • Septoplastia por tabique desviado. Suele conllevar una desviación de toda la nariz: rinoseptoplastia (rinoplastia funcional)
  • Nariz hundida, tras traumatismos o tras cirugías
  • Corrección de la punta nasal caída
  • Corrección de la punta nasal ancha o globulosa, o en general mal definida
  • Rinomegalia o nariz muy grande, o nariz hiperproyectada (rinoplastia de reducción)
  • Nariz secundaria, ya intervenida

En la primera visita, el cirujano lleva a cabo una exploración de la estructura cutánea, ósea y cartilaginosa de la pirámide nasal y asimismo, y muy importante, la funcionalidad de la misma. Es fundamental aclarar y discernir bien con el paciente sus expectativas y las posibilidades, así como asesorar sobre la técnica y el resultado o planteamiento más adecuado pues no siempre los deseos del paciente se corresponden con lo que es armónico dentro del conjunto facial.

La cirugía se realiza generalmente con anestesia general, y puede durar desde 1h 30 min hasta 2-3 h en función de la necesidad de septoplastia, injertos, si es un caso primario o secundario.

El procedimiento consiste en efectuar una incisión para separar la piel del esqueleto ósteo-cartilaginoso (hueso y cartílago) y a continuación llevar a cabo la remodelación oportuna. En la mayoría de las intervenciones, la incisión se realiza por dentro de las fosas nasales (rinoplastia cerrada), cortando la mucosa a unos milímetros del borde de los orificios.

En algunas ocasiones, en función de la complejidad de la intervención, la incisión se desarrolla por fuera de las fosas nasales (rinoplastia abierta), a través de un pequeño corte en la columela, que es la pequeña columna que separa los dos orificios nasales. Esta zona cicatriza muy bien y lo habitual es que pasadas varias semanas sea prácticamente imperceptible.

Existen básicamente tres zonas a tratar, que variarán en función de las necesidades de cada paciente:

– el dorso nasal, que se puede reducir, aumentar o estrechar

– la remodelación de la punta nasal (cartílagos alares), que darán la oportuna proyección de la punta nasal y que son un factor clave en la definición estética de la nariz

– la corrección del tabique nasal, para mejorar la funcionalidad respiratoria, y además, es la mejor estructura para obtener un injerto  de cartílago, que en ocasiones es imprescindible en la remodelación del dorso, la punta, el ángulo labiocolumelar o como injertos expansores para mejorar la ventilación por las fosas nasales.

Por último es habitual realizar unas osteotomías o fractura en la base de los huesos propios y maxilar para estrechar el dorso si ha necesitado ser rebajado.

El paciente sale del quirófano con una férula nasal y un taponamiento. Es normal que tenga los párpados inflamados y puede que ya hayan aparecido los morados. El taponamiento se mantiene de 2 a 3 días y la férula 7-10 días. Es normal en esta primera semana tener esos morados y tanto párpados como mejillas inflamadas. Aunque no es doloroso sí que sentirá mucha incomodidad los días que deba mantenerse el taponamiento, pues tendrá que respirar por la boca, lo que probablemente le agobie. Es normal sentirse congestionado estos días y tal vez con dolor de cabeza. Todo cambiará una vez se retiren los tapones y pueda volver a respirar por la nariz, se acabarán todas las molestias.

Es normal tener muchas secreciones y mucosidad en las fosas nasales, sobre todo las primeras semanas. No es recomendable que se suene la nariz, y de hecho es imposible mientras tenga la férula, por lo que se recomendarán los nebulizadores de agua de mar que hay en el mercado. No es raro que durante meses tenga más secreciones en las fosas nasales, al estar inflamada la mucosa nasal.

Los morados y la inflamación de la cara duran poco más de la semana. Los párpados, especialmente si hubo que hacer osteotomías en los huesos propios, se inflaman mucho los primeros días, pero en unos 3-4 días estarán del todo abiertos y con pocos morados ya. La aplicación de hielo es casi imprescindible.

La férula, de yeso o de algún material termoplástico, se retira entre los 7 o 10 días. Su principal utilidad es para contener la inflamación. Cuando se retira podrá hacerse a la idea de cómo podrá quedar su nariz aunque debe tener en cuenta que es una vaga idea solo, pues aún estará inflamada y la piel y los cartílagos deberán sufrir bastantes modificaciones. Así que cuando se mire debe recordar que no es el resultado definitivo y que en los meses siguientes, años incluso, seguirá habiendo cambios. No olvide esto.

En unas 2 semanas su nariz tendrá un aspecto casi normal y podrá retomar su actividad laboral y social. Aunque aún cambiará mucho su nariz no está ya tan inflamada como para llamar la atención y los cambios serán lentos y paulatinos.

Debe recordar que lo primero que baja es el dorso óseo o la parte más alta, después la parte media y por último la punta, que es la que más tarda en completar la evolución, especialmente si se hizo con la técnica abierta. Debe ser paciente.

Los cirujanos nunca damos un resultado de rinoplastia como definitivo hasta pasado, mínimo, un año, a veces incluso más tiempo, por lo que no debe agobiarse por la presencia de pequeñas irregularidades en el dorso óseo debido a la fractura de los huesos propios, tan finos, que se irán reduciendo solas. O tampoco debe inquietarse si al principio se ve la punta algo respingona o si no la puede mover, o si está mal definida la zona por encima de la punta.

Para todo eso hay que esperar que se complete la evolución.

Cuando un paciente solicita una rinoplastia debe tener claro que el resultado depende, en este caso más que nunca, del punto de partida, es decir, de su anatomía de base. Ni se puede dejar una nariz estándar ni un modelo que nos traiga, depende de las características de su nariz. Además, el cartílago nasal es el tejido más difícil de manejar, pues los cartílagos tienen memoria y tienden a la forma original. Se trabaja con un material biológico y ni se puede lograr un tipo concreto de nariz si su anatomía no lo permite ni se puede garantizar un resultado concreto.

También es muy importante que exprese muy bien a su cirujano qué desea y que el paciente entienda muy bien lo que el cirujano le explique respecto a qué se pueda conseguir. El mejor resultado debe ser una nariz armoniosa con su cara, no algo que sea evidente a la vista de cualquiera. No se obsesione con tipos de nariz determinados. La rinoplastia consigue siempre una mejora notable en su aspecto estético, definitiva, que va a mejorar espectacularmente su estética facial, además del aspecto funcional cuando se hace una rinoplastia correctora de una desviación o anomalía que le impida respirar. El primer objetivo es siempre la mejora funcional, y por añadidura también la mejoría estética.

Realizará, a fin de dejar todo bien claro, al menos dos consultas preoperatorias. Es habitual solicitar estudios radiológicos de su nariz, y asimismo es muy común, si su caso lo requiere, el trabajo en colaboración con otros especialistas, como un cirujano maxilofacial o un otorrino. Así, en nuestra clínica solemos trabajar conjuntamente cirujana plástica y cirujano maxilofacial, para un mejor abordaje de la complejidad que pueda tener una rinoseptoplastia.

En la consulta se hará también una valoración de su perfil, pues con frecuencia las consultas ante una posible rinomegalia o una nariz muy proyectada se deben a un déficit en la proyección de la mandíbula o el mentón, en cuyo caso se le recomendaría asociar una mentoplastia o incluso una cirugía ortognática a esta cirugía, a hacer conjuntamente.