¿Cirugía plástica en menores de edad? Me sorprende muchísimo estas consultas de adolescentes preguntando por una liposucción, un aumento de pecho, una abdominoplastia e incluso labioplastias ¡pero si aún son casi unas niñas!
Lo primero que me gustaría aclarar es que a esta edad no se pueden hacer intervenciones con un fin meramente estético, ni el cuerpo ha completado su desarrollo ni, menos aún, se ha completado la maduración psicológica.
Yo, como cirujana, siempre pensé que eran los padres (que son quienes mejor conocen a sus hijos, se supone) los que, junto con el cirujano, debían decidir la conveniencia o no de operar. Pero, a la vista de las últimas consultas, veo que los padres suelen acudir agobiados por la presión de sus hijos, a pesar de estar absolutamente en contra de operarlos y aun cuando el problema estético que tanto amarga a estos chicos no sean malformaciones que provoquen rechazo social, sino más bien un problema menor, como una nariz ancha, unas piernas un poquito más voluminosas de lo que quisieran, un pecho algo más pequeño o diferente… Y cuando, como cirujana plástica, les explico que son muy pequeños y que además no es para tanto, que su aspecto es de lo más normal, no me hacen ni caso.
Y es que, con mucha frecuencia, el problema está en la baja autoestima y la distorsión del esquema corporal, tan típico en la adolescencia y en los últimos años magnificado por las series de televisión y las redes sociales. Por tanto, la tarea del cirujano plástico es valorar qué tanto de objetividad hay en la queja del adolescente.
¿Qué cirugías sí están indicadas en menores?
Hay ciertos casos en los que el problema físico es tan evidente que no tiene sentido posponer la operación a edades adultas, pues es más alto el riesgo de que el niño sufra un trastorno psicológico a causa de su complejo y el bullying de sus compañeros. Estas patologías son:
OREJAS ‘EN SOPLILLO’
Las orejas prominentes o despegadas, presentes en un 5% de la población, se corrigen mediante una otoplastia. Esta cirugía es la única recomendada a partir de los 6 años. La razón es que el cartílago auricular se ha desarrollado casi por completo hacia los cuatro años y es importante operar a estos niños, a veces muy acomplejados, antes de que la escolarización y las frecuentes burlas de los compañeros los traumaticen.
GINECOMASTIAS
La ginecomastia es el aumento benigno del tejido glandular mamario en hombres. Es relativamente frecuente en la pubertad, hasta un 65% de los adolescentes la presentan, pudiendo resolverse de forma espontánea entre los 14-16 años, de modo que casi un 80% de los casos desaparecerán antes de los 18 años. Pero, en un 8% de estos jóvenes se va a mantener, permaneciendo en la edad adulta. Así, cuando se detecta, lo primero es observación y valoración, pero si pasados esos pocos años se mantiene, la solución es sólo quirúrgica y no debería posponerse dado el enorme impacto psicosocial que supone para estos chicos.
HIPERTROFIAS MAMARIAS
Hay niñas que a los 12-13 años, otras incluso a los 11 años, se tienen que enfrentar a un crecimiento desmesurado de sus senos. No hablo de copas C, que puede que hasta les encanten cuando sean mayores, sino de copas F. Ese pecho no solo se siente como algo anormal en sus cuerpos sino que verdaderamente les molesta, impidiéndoles vestir la ropa que les gusta o hacer deporte, y así empiezan a evitar situaciones como ir a la playa o a bailar o simplemente salir con amigos, cambiando sus hábitos sociales. También les pesa, provocándoles cambios en la postura y dolores cervicales y de espalda. Ante una gigantomastia mi recomendación es no esperar y operar en cuanto acabe el crecimiento de la mama, a partir de los 15 o 16 años.
En todos estos casos, en los que es comprensible la no aceptación de la imagen, la cirugía les va a ayudar. Eso sí, yo solo opero tras estar seguros, con los estudios médico y psicológico referidos, que ya está completada la maduración física y psicológica del joven paciente, a fin de no afectar negativamente a su desarrollo corporal y de constatar que es capaz de entender y asumir la cirugía, sus resultados y sus posibles complicaciones.
¿Qué cirugías no son recomendables en adolescentes?
Claramente, nunca estarán indicadas:
AUMENTO DE PECHO
Rotundamente no, no me lo planteo mínimo hasta los 18 años, por más que insistan. Además, mientras están los sujetadores de relleno. Aunque el pecho tal vez no cambie tras 2-3 años de la primera regla, sí que puede cambiar el cuerpo y el porcentaje de grasa corporal y así también el pecho. Además, un implante puede causarles daños en la caja torácica, sin contar con que los implantes hay que cuidarlos y revisarlos, y en su momento cambiarlos, aspectos para las que considero imprescindible la madurez psicológica.
LIPOSUCCIONES
Es normal aumentar el peso entre los 15 y los 21 años, una liposucción durante el crecimiento puede comprometer el desarrollo definitivo del área operada y dejar una anomalía irreversible en el contorno. Además, si aumentan su peso después de la cirugía, no les habrá servido para nada. Mientras se alcanza una edad en que el cuerpo (y la mente) esté más asentado y estabilizado, lo indicado es cuidarse con una dieta adecuada y practicar ejercicio físico. Ojo! Hay que tener cuidado porque el sobrepeso en los niños puede ser irreversible.
ABDOMINOPLASTIAS
¿Estamos locos? Una abdominoplastia exige un cuerpo estabilizado, sin cambios ponderales y, sobre todo, madurez pues es una cirugía compleja, con potenciales complicaciones y un largo postoperatorio que deja una importante cicatriz. Además, cuando en un futuro quieran quedarse embarazadas, se va a malograr por completo.
PEZONES INVERTIDOS
No, por varias razones. La primera es que el pecho en la adolescencia aún puede cambiar y la segunda es que es una cirugía irreversible, no hay vuelta atrás, si se corrige un pezón umbilicado se van a seccionar la mayoría de los conductos galactóforos y probablemente no podrá amamantar en un futuro, y no creo que esto se tenga claro a esta edad tan temprana.
CIRUGÍA ESTÉTICA FACIAL
Salvo malformaciones congénitas, hay que esperar a que se complete el desarrollo del macizo facial, es decir, no antes de los 16-17 años. Y, aunque esté completado, solo se puede plantear corregir defectos importantes que de forma objetiva impacten negativamente en la imagen del adolescente.
Sinceramente, es importante que los adolescentes aprendan a cuidar su cuerpo y su salud, no que se obsesionen pensando que solo la cirugía les va a ayudar. Una cirugía bien indicada, realizada en el momento adecuado, les puede beneficiar muchísimo, pero solo si está justificada y si se tiene el grado de madurez psicológica y desarrollo corporal necesarios.
DRA. MARITINA MARTINEZ LARA
Médico especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora
www.doctoramartinezlara.com
