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¿Qué son los implantes anatómicos?

En los últimos años el concepto de la cirugía de aumento mamario ha ido cambiando, ya no se trata de dejar un pecho grande sino de conseguir un pecho bonito y natural.
En estos momentos disponemos de una gran variedad de implantes, con forma redonda o anatómica, diferentes perfiles o proyecciones, envolturas, con relleno salino o gel de silicona… Hay tanta variedad que hoy más que nunca es posible planificar un aumento a medida para cada paciente.

Los implantes de silicona se comenzaron a utilizar en los años 60. Eran redondos, de cobertura lisa y con un gel de silicona líquido. Como sabéis, la cirugía y los implantes han evolucionado muchísimo. Llegaron los implantes de envoltura rugosa y los geles cohesivos, mucho más seguros, al tiempo que los fabricantes nos iban ofreciendo gamas más amplias con diferentes proyecciones y grados de rugosidad en su superficie.
Hace unos años aparecieron los primeros implantes anatómicos, pensados en principio para la reconstrucción mamaria, que pretendían simular una forma lo más parecida posible a la mama normal, dado que en estos casos la prótesis constituye todo el contenido mamario. Quedaban tan bonitos y tan naturales que, lógicamente, enseguida pasaron a usarse en aumentos de mamas normales.

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Las prótesis anatómicas contienen un gel de silicona de alta cohesividad y una firme envoltura. Con su forma en gota o en lágrima imitan la de una mama natural, que muestra un polo superior menos lleno, que cae recto hasta el pezón, siendo la areola y pezón el punto más proyectado de la mama; la zona más llena de la mama son los polos inferiores, donde cae la glándula de forma natural, más cuanto más voluminosa sea. Así es un implante anatómico.

Los catálogos de prótesis anatómicas muestran implantes para todo los tipos: cortos y anchos, altos y estrechos, o casi tan altos como anchos. No tenemos el pecho redondo, y si buscamos naturalidad y armonía debemos utilizar implantes que se correspondan a nuestra medida de tórax y hábito corporal. Además cada modelo tiene diferentes perfiles o proyecciones: baja, moderada, alta, incluso extra alta con el fin de adaptarnos a las características de cada cuerpo.

Las prótesis anatómicas son imprescindibles en los siguientes casos:

  • Mamas tuberosas. Por su forma precisan de una prótesis firme y con forma estable. Con una distribución del gel que rellene poco el polo superior (que ya tienen demasiado lleno), una gran proyección para la areola y muy llenas en los polos inferiores, que suelen ser muy deficitarios.
  • Mamas con hipoplasia moderada a severa. La forma la dará la prótesis, por lo que es crucial que el implante tenga forma de mama.
  • Anomalías torácicas tipo tórax en quilla, cifoescoliosis, asimetrías…. la gran variedad de implantes nos permiten adaptarnos al máximo a las particularidades de estos tórax, usando diferentes alturas, anchuras y proyecciones.
  • Ptosis leves. Estas prótesis rellenan mejor estos tejidos y consiguen un mejor posicionamiento de las areolas sin precisar una pexia.
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Y, ¿por qué hay cirujanos que no usan nunca prótesis anatómicas? Hay varias razones:

  • Son más difíciles de planificar y elegir.
  • Conllevan una técnica más difícil.
  • El postoperatorio más estricto.
  • Son más caros.

En resumen, el concepto de la cirugía de aumento mamario ha cambiado mucho en los últimos años. Ahora cada vez más se busca la naturalidad, la armonía, no queremos ya aumentar sin más, queremos remodelar y conseguir un pecho bonito que se adapte a las proporciones de cada mujer.


“Temo quedarme corta o pasarme con el aumento mamario."

¡La pregunta del millón! Es muy habitual, tenéis miedo a quedaros cortas pero también os preocupa que sea demasiado grande el aumento mamario. Lo primero que debemos aclarar es que no es el volumen (los cc) del implante lo que importa, sino el tipo y sus medidas. Una prótesis con una diferencia de 20 cc de otra apenas se nota, mínimo sería a partir de los 50cc. Es la forma, proyección y las proporciones lo que definen un pecho bonito que no tiene que ser forzosamente pequeño ni grande, con cualquier volumen puede quedar bonito mientras esté proporcionado y corrija los déficits de volumen. La forma del pecho y del tórax son determinantes para decidir las características de la prótesis por eso es necesario que os probéis las diferentes opciones para tener una imagen más real (que no definitiva) de los resultados.

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¿Cambiar los implantes mamarios a los 10 años?

Esta es una de las preguntas más habituales por las pacientes que se van a someter a una operación de aumento de pecho. La respuesta es no. Si los implantes mamarios están bien NO hay por qué cambiarlos, aunque tengan diez o quince años, nunca de forma preventiva. Lo explicaremos de una forma sencilla.

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Reducción de pecho, una cirugía que sí recomendaría a las adolescentes

Un pecho demasiado desarrollado es uno más de los problema a las que muchas chicas deben enfrentarse en su adolescencia. En estos casos de gigantomastia ¿realmente les beneficia esperar a ser adultas para una reducción de pecho?

Un pecho voluminoso puede ser un motivo de orgullo para muchas chicas, pero si su tamaño es exagerado o simplemente no es bien aceptado pasa a ser motivo de inseguridad y baja autoestima, cuando no de importantes molestias físicas. Para estas adolescentes que viven tan acomplejadas por su pecho y la reducción mamaria se plantea como necesidad, la mayor duda es, sobre todo para los padres, si es mejor operarse cuando sean adultas.

Crédito: Getty Images/ https://www.hola.com/belleza/actualidad/20180516124182/ariel-winter-prebase-poros-mc/ Ariel Winter, la actriz de la serie 'Modern Family' se sometió a una reducción de pecho con 17 años. En la entrega de los Premios del Sindicato de Actores de Estados Unidos, un año después de la intervención, posaba mostrando las cicatrices.
Crédito: Getty Images/ https://www.hola.com/belleza/actualidad/20180516124182/ariel-winter-prebase-poros-mc/
Ariel Winter, la actriz de la serie 'Modern Family' se sometió a una reducción de pecho con 17 años. En la entrega de los Premios del Sindicato de Actores de Estados Unidos, un año después de la intervención, posaba mostrando las cicatrices.

¿Cómo juzgar que el tamaño del pecho es excesivo para la adolescente?

El primer criterio es la altura, pues no es lo mismo una copa D en una joven alta que en una bajita, la primera puede estar feliz y lucirlo orgullosa y la segunda tal vez hasta rehúya fiestas y actividades deportivas. También depende de la edad en que comenzó a desarrollarse su pecho y el ritmo de crecimiento, pues no se acepta igual un pecho grande con 11-12 años que con 15. Y, evidente, también es una cuestión de volumen y peso, pues una hipertrofia moderada puede tolerarse, pero no una gigantomastia o una auténtica hipertrofia virginal (que es un crecimiento explosivo y exagerado tras la primera menstruación).

De entrada, un pecho de tamaño excesivo genera importantes problemas para las relaciones sociales. A estas chicas no les queda bien la ropa que les gustaría ponerse ni encuentran con facilidad ropa interior adecuada, hacer deporte es molestísimo -cuando no les da mucha vergüenza- por el movimiento del pecho, al igual que acudir a la piscina o a la playa… todo conduce a una dificultad para la adaptación social. Hay que tener en cuenta que en la adolescencia el cuerpo está terminando de formarse, así como su personalidad y la no aceptación del propio cuerpo o el miedo al rechazo tienen un impacto muy negativo. Y es que hay casos en los que hay que tener una personalidad muy fuerte para superar todo esto, sino, está claro cuánto puede empeorar su calidad de vida.

Por supuesto, un pecho demasiado grande también acarrea importantes problemas funcionales. El peso de las mamas tracciona y deforma la columna y los hombros hacia delante, a lo que se añaden las extrañas posiciones que adoptan para disimular el pecho, al andar, al sentarse en clase… todas tienen una malísima postura que, de no corregirse, provocará en el futuro precoces problemas articulares. Pero, lo tengo comprobado en la consulta, estas chicas con importantes hipertrofias mamarias no saben ya ni cómo ponerse rectas. Necesitan usar sujetadores especiales, muy apretados, que suelen dejarles surcos en los hombros, roces bajo el pecho o en la mama, molestísimos.

Si unimos todo esto es fácil entender las dificultades de adaptación, la baja autoestima y las alteraciones psicológicas que presentan muchas chicas. Son frecuentes las actitudes de retraimiento social, la sensación de sentirse siempre observadas, considerar su pecho como su enemigo (y por extensión su cuerpo) y, sobre todo, les agobia que se vea, por lo que estas adolescentes suelen ser muy reacias a mostrarlo a amigas, padres, incluso al cirujano que han buscado. Una paciente me escribía al blog el siguiente comentario:

Tengo 15 años y no puedo seguir así, no me acepto como soy. Más de 100 veces le pedí a mi mamá que por favor me opere porque no aguanto más, me duele siempre la espalda, me dan ganas de no vivir y me siento mal por eso. No puedo dedicarme a ningún deporte porque esto que tengo acá arriba me molesta, está de más. No puedo salir con ropa que me guste, me hacen (mis padres) ponerme ropa horrible para salir porque tengo mucho y esto me supera... no me dejan salir vestida como quiero ¿y entonces por qué no me operan? Quiero salir a correr y no puedo, ni al gym, porque tengo mucho y no quiero que me vean. Siento que no puedo ser yo misma. No puedo vivir así, juro que no.

Las chicas con hipertrofia mamaria, además de los problemas de salud mencionados, tienen hasta un triple riesgo de desórdenes alimentarios respecto a chicas con mamas de volumen normal, es más, casi 2/3 de las chicas con hipertrofia mamaria tienen sobrepeso. La mayoría de las veces es el sobrepeso la causa de su gran volumen mamario y por ello insisto que los niños y niñas deben crecer delgados, sin sobrepeso, pues llegar a la adolescencia con exceso de peso condiciona la ginecomastia en los chicos y la hipertrofia mamaria en ellas, una auténtica losa, un condicionamiento para el resto de su vida. Si me consulta una adolescente con gigantomastia y sobrepeso siempre le recomendaré que lo ideal es que adelgace antes (¡y que mantenga el peso después!), pero tengo claro que ese volumen mamario les impide hacer deporte y también es evidente que, si tienen ese pecho tan grande y caído,  encuentran pocas motivaciones para cuidarse.  Sí, es un círculo vicioso que, en este caso, opino sinceramente que solo una cirugía, la mamoplastia de reducción, puede romper.

Mala calidad de vida, dificultad para la interacción social, retraimiento, baja autoestima, síntomas físicos y funcionales, trastornos alimentarios

No siempre es buena idea esperar a una edad adulta para la cirugía, ¿no os parece? Debemos tener en cuenta que pasados tres años tras la primera regla el pecho ya va a crecer muy poco, por tanto no siempre hay que esperar a los 18 años, hay casos en los que les hacemos un favor si las operamos antes. Por supuesto que la cirugía tiene riesgos ( 3 o 4 horas de quirófano bajo anestesia general, 1 día al menos de hospitalización, curas por casi dos semanas...), pero no es un capricho. Una gigantomastia con 14, 15 ó 16 años se lleva muy mal y genera muchísimos problemas funcionales y, sobre todo, psicológicos. Si el pecho ya creció todo lo que iba a crecer y la chica, por supuesto, tiene la madurez suficiente y tiene claro que no soporta vivir con ese pecho tan exagerado que tanto odia y le acompleja, debemos valorar muy en serio la opción de la cirugía.

Por mi experiencia, todas las pacientes que se intervienen de una reducción de pecho quedan súpercontentas desde el día siguiente a la cirugía, cuando comprueban que, al levantarse, ya ni tienen ese enorme peso bajo sus hombros y que pueden ponerse un sujetador de talla, ahora sí, normal. Vale la pena y mucho.


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5 preguntas veraniegas tras un aumento de pecho

Es normal que tras los meses invernales de postoperatorio, a las pacientes que estáis operadas hace poco de un aumento mamario os surjan ciertas dudas "veraniegas". Os resuelvo las más frecuentes:

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¿Qué deportes puedo practicar tras un aumento de pecho?

Photo by Stage 7 Photography on Unsplash
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Siempre digo a mis pacientes que la cirugía plástica es solo un complemento más en el cuidado de la salud y de su cuerpo, y que en ningún caso sustituye a unos hábitos de nutrición adecuados y la práctica regular de ejercicio físico. Es más, estos hábitos de vida saludables son clave para lograr resultados óptimos y duraderos de cualquier cirugía.Read more


Cáncer de mama: Atención a estos síntomas

El mes de octubre lo dedicamos a la concienciación del cáncer de mama y, aunque mi especialidad no lo diagnostica, por desgracia sí que me llegan muchos casos a la consulta y ayudo en su tratamiento a través de la reconstrucción mamaria. No paro de insistir a mis pacientes que se hagan las revisiones pertinentes (mamografías, ecografías, autoexamen, exploraciones por un especialista...) en serio, soy muy pesada con todas ellas, da igual la edad, pues recordad que aunque la incidencia sea mayor entre los 50 y 65 años, por encima y por debajo de esa edad también se da, y es mucho más agresivo en las franjas de menor edad. Así que a cuidarse y a hacerse exploraciones.

En post anteriores he hablado de cuándo comenzar a hacerse mamografías y cada cuánto tiempo, para la autoexploración mamaria no tenéis que esperar. Puede que no sea tan útil como una mamografía, pero sí que a veces nos tocamos o vemos cosas raras por casualidad y por ignorancia, o lo que es peor, por miedo, no les hacemos caso y no deberíamos pasarlas por alto.

¿Qué síntomas deben hacernos sospechar?

1.- Presencia de una masa o bulto en el pecho. Obvio, especialmente debemos consultar si duele, si es dura o se palpa diferente del resto de la glándula, si no cambia de tamaño según el ciclo (los quistes típicos en la mastopatía fibroquística por ejemplo aumentan en la ovulación y se reducen tras la regla), y si no lo podemos mover o desplazar. Está claro que la mayoría de las masas o bultos que nos toquemos serán benignos, pero estas señales sí indican que hay que consultar y pronto.

2.- Cambio en el tamaño o en la forma del pecho. Cualquier cambio.

3.- Cambio en la piel o en el aspecto o textura dela piel del seno, especialmente si es tipo “piel de naranja”, o si se densifica o se pliega.

4.- Inflamación o depresión o hundimiento en alguna parte del pecho. Existe un tipo de cáncer, maligno, que es el carcinoma inflamatorio, que cursa con un crecimiento muy rápido y signos inflamatorios (de ahí el nombre) como enrojecimiento y sensación de calor.

5.- Cambios en el pezón. Mucho ojo sobre todo si se hunde o retrae hacia dentro, es muy mal signo. Consultad también si se forman costras, úlceras u os duele (y no estáis lactando, claro).

6.- Si os sale líquido por uno de los pezones (uno solo), sobre todo si sale espontáneamente, sin apretaros. Pueden ser más cosas, pero sin inflamación ni dolor, sólo en un lado.

7- Presencia de una masa (o varias) en axilas, sobre todo si no se mueve, o es más duro que el resto del tejido de la axila. Estas masas pueden ser sugerentes de adenopatías por propagación de un cáncer a los vasos linfáticos.

8.- Dolor en la parte alta de la espalda. Puede ser signo de un cáncer avanzado, y si se asocia con otros signos.

9.- Síntomas tardíos, indicativos de un cáncer por desgracia avanzado, como cansancio o debilidad importante, pérdida de peso importante sin causa aparente, dolor de cabeza intenso, alteraciones en la visión como visión doble (estos últimos podrían ser consecuencia de una metástasis cerebral), o dolores óseos incluso fracturas patológicas.

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No quiero crear alarma, porque el miedo no ayuda aquí. Quiero que os concienciéis, que os exploréis y que consultéis si percibís algo raro, no lo dejéis pasar.  La mayoría de las veces lo que os toquéis será un quiste, un fibroadenoma o vuestra glándula normal, pero si es algo diferente y corresponde a algunos de estos signos de alarma, el tiempo es crucial para que un cáncer puede ser curable si lo diagnosticamos en estadíos iniciales.

 

DRA. MARITINA MARTINEZ LARA
Médico especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora

www.doctoramartinezlara.com


¿Es la cirugía plástica una solución al bullying?

Vuelta al cole, a encontrarse con los compañeros de clase y, en muchos casos, a enfrentarse con los complejos típicos de la adolescencia. Cada día recibo más consultas de chicos y chicas de 13, 14 y 15 años que desean realizarse una cirugía para acabar con los complejos que les provocan las burlas de sus compañeros.Read more


Adolescentes y cirugía

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¿Cirugía plástica en menores de edad? Me sorprende muchísimo estas consultas de adolescentes preguntando por una liposucción, un aumento de pecho, una abdominoplastia e incluso labioplastias ¡pero si aún son casi unas niñas!Read more


5 mitos sobre la Cirugía Plástica

Muchos mitos y falsas creencias rodean este –aparentemente tan glamuroso- mundo de la Cirugía Plástica. Como médico de esta especialidad, me gustaría desmontarlos.Read more


Las cinco actividades prohibidas después de una cirugía

Hasta la mejor de las cirugías se puede malograr por un postoperatorio mal hecho. Y es que en muchos casos los pacientes, desobedeciendo las recomendaciones del cirujano, se saltan las pautas de recuperación tras la cirugía con actividades mal hechas, desaconsejadas o prohibidas. A los cirujanos no nos importa tanto el que no nos hagáis caso como que de esto se pueda derivar una complicación y un posible mal resultado.

Exposición al sol, tomar medicamentos sin consultar, cambiar la pauta de curas, seguir consejos inadecuados de alguien distinto a vuestro cirujano, tener importantes cambios de peso tras la operación… son muchas las actividades que los pacientes hacen a riesgo de que les generan problemas que compliquen la cirugía.

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1.- FUMAR

Nada de fumar tres semanas antes ni tres semanas después de la intervención, sobre todo si es una cirugía que conlleve despegamientos importantes de tejido, como abdominoplastia, lifting o mamoplastia, porque hay mayores riesgos de necrosis de tejidos (el tabaquismo hace que no llegue suficiente oxígeno con la sangre) y una cicatrización mucho más lenta. Considero imprescindible dejar el tabaco durante este tiempo, de no ser así la responsabilidad recae sobre el paciente, pero nos toca a los cirujanos resolver las complicaciones.

2.- ACTIVIDAD FÍSICA CONTRAINDICADA

Entiendo las ganas de los pacientes de volver a su rutina lo antes posible, pero hay que ser conscientes de que cualquier cirugía exige un tiempo de recuperación en el que se deben evitar realizar tareas físicas inadecuadas o deportes de alta intensidad. Por ejemplo, tras un aumento de pecho no son nada recomendables los ejercicios que incluyan brazos y pectorales, o tras una abdominoplastia los que fuercen los músculos abdominales. Precipitarse en el inicio de la actividad física puede ocasionar dehiscencias de las heridas o de los planos profundos, además de aumentar el riesgo de sufrir traumatismos o contusiones. Según qué cirugía puede prohibirse conducir, mantener relaciones sexuales, cargar peso, coger en brazos a los niños…

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3.- ESTAR MUCHO TIEMPO SENTADOS,

tras un aumento de glúteos o una dermolipectomía de muslos. Esta posición tensa las heridas y dificulta la supervivencia de los injertos de grasa, si es el caso. Debéis evitarla las primeras semanas, incluyendo largos desplazamientos en coche o autobús, y usar un cojín cuando os sentéis.

4.- ESTAR MUCHO TIEMPO DE PIE

Cada cirugía tiene unas exigencias para el postoperatorio, lo que es recomendable en unas no lo es para otras, y en el caso de las operaciones en miembros inferiores (cadera, muslo, rodilla, pierna, tobillo y pie) o labioplastias estar mucho rato parados de pie o las caminatas largas pueden aumentar la inflamación y el edema, incluso provocar que se abran las heridas.

5.- PRENDAS INADECUADAS

Dependiendo de la cirugía se recomendará el uso de prendas compresivas los primeros meses, como una faja especial tras la abdominoplastia o la liposucción para que los tejidos se retraigan bien, o evitar totalmente las prendas apretadas, como los sujetadores push-up en el caso de las cirugías mamarias con implantes, pues desplazan las prótesis hacia arriba y al centro y pueden rotarlas fácilmente (si se han utilizado implantes anatómicos yo desaconsejo los push-up durante todo el primer año).

Estas son solo algunas de las muchas situaciones que pueden conllevar una complicación en la cirugía si no se siguen al pie de la letra las pautas postoperatorias. No es nada raro que en alguna de las primeras revisiones el paciente aparezca con un hematoma, o un implante desplazado, o una sutura abierta… y la mayoría de las veces no es culpa del cirujano por una praxis incorrecta, sino del paciente que no ha hecho las cosas bien. No queremos fastidiaros, estas pautas están marcadas por nuestra experiencia y no son sobreprotectoras, así que sed sensatos y hacednos caso.

 

DRA. MARITINA MARTINEZ LARA
Médico especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora

www.doctoramartinezlara.com


Cuándo deberías preocuparte por un lunar

No todos los lunares que parezcan raros son patológicos, de hecho, es normal tener de 10 a 45 lunares de colores, tamaños y formas distintas. Pero sí es cierto que cuando aparece un lunar (o nevus) muy diferente a los otros, es conveniente consultar a un especialista (vuestro dermatólogo sería el más indicado, pero un cirujano plástico también os puede ayudar).Read more


¿Se puede aprovechar la grasa de una liposucción para aumentar el pecho o los glúteos?

¿Todavía hay quien se lo pregunta? La respuesta es sí, además es una de las tendencias que más ha aumentado en los últimos años, la de asociar la liposucción con el uso de esta grasa para el aumento de otras zonas corporales. Hay varias razones que expliquen el auge del lipofilling:Read more


Otras pruebas para la detección del cáncer de mama

Además de la mamografía

Pasó el mes de octubre, pero no nos vamos a olvidar de la prevención o la detección temprana del cáncer de mama (el enemigo no se cansa y hay cada vez más cánceres, así que...)Read more


¿A qué edad debería comenzar a hacerme mamografías?

¿Y cada cuánto tiempo?

Octubre es el mes dedicado a la concienciación del cáncer de mama, y no hay medida más importante que su prevención o, cuando menos, su detección en estadios lo más precoces posibles. Nuestra principal arma aquí es la mamografía, prueba no invasiva que constituye la mejor técnica de screening para la patología mamaria.

Esta prueba está incluida en todos los sistemas de salud de nuestro país, pero encontramos que no hay ninguna unanimidad ni entre sistemas de salud ni entre ginecólogos para determinar qué edad es la más conveniente para comenzar a hacerse mamografías. Encuentro con frecuencia pacientes en mi consulta que me refieren que, con más de cincuenta años, aún no se han hecho ninguna, o que hace varios años de la última. ¿Cómo puede ser? Y, en ese caso, ¿por qué no se la pedís a vuestro médico o ginecólogo?

No es el objetivo de este post hablar de las pruebas radiológicas de diagnóstico del cáncer de mama, (que son, principalmente, la ecografía, la mamografía y la resonancia magnética nuclear, junto a la exploración clínica y el autoexamen), sino centrarme en la más usual, la mamografía, una prueba objetiva aunque no perfecta, pues puede dar falsos positivos (informa de patología aunque al final sólo es un hallazgo benigno) y falsos negativos (no diagnostica lesiones patológicas que sin embargo ya estaban presentes, habitualmente por su pequeño tamaño), pero tiene mayor sensibilidad para el diagnóstico que una ecografía sin alcanzar el precio tan elevado de una resonancia (esta prueba se reserva para casos dudosos o para el control de pacientes con cáncer diagnosticado o alto riesgo de padecerlo). La mamografía es una prueba barata, que irradia muy poco a la paciente, muy asequible y accesible para cualquier mujer, y de gran sensibilidad para el diagnóstico, por lo que es la prueba reina para la detección precoz del cáncer de mama.

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¿No basta con la palpación o autoexploración mamaria?

No, no es suficiente, porque para que un tumor sea palpable debe tener más de 1 cm, y sin embargo una mamografía sí podría detectar un tumor más pequeño. Y ese tiempo hasta que se diagnostique el tumor es crucial y definitivo. Pensad que tumores de menos de 1 cm pueden ser curables en más de un 90%. Y sin embargo algo así como la mitad de los tumores se detectan por la palpación, y sólo la otra mitad tras una prueba radiológica. Claro que debemos hacernos autoexploración, pero también deberíamos hacernos más mamografías, comenzar antes y con más frecuencia.

¿A qué edad es conveniente hacerse la primera mamografía?

No hay unanimidad. En nuestro país, en la mayoría de las comunidades autónomas, se comienzan a los 50 años, pero en otras es a los 45 años, mientras que la mayoría de los ginecólogos recomiendan a sus pacientes comenzar a los cuarenta. Y en cuanto a la periodicidad, en las consultas privadas suelen recomendar cada año, mientras que en las públicas es cada dos ¿Por qué?

La razón es, sinceramente, la rentabilidad de la prueba. Por una parte, hasta hace unos años sólo un 20% de los cánceres de mama se diagnosticaban en menores de 50 años, pero la incidencia en mujeres jóvenes ha aumentado, y ahora casi un 20% es en menores de 45 años. Por otro lado, es cierto que la glándula mamaria suele ser muy densa en menores de 50 años, lo que genera que en estas pacientes sean frecuentes los falsos positivos que hay que valorar con más pruebas tipo ecografías y biopsias. Sin embargo los radiólogos consideran que la mamografía es una prueba muy sensible a partir de los 40 años. ¿No será preferible, aún a riesgo de que la glándula sea densa y cree confusiones tipo falsos positivos (se diagnostica algún hallazgo como posiblemente maligno cuando al final no lo es, es decir, un susto) si a cambio podríamos hacer diagnósticos más tempranos y de lesiones más pequeñas? Estamos hablando de cáncer y de una prueba sencilla y económica como una mamografía… De hecho, la mayoría de las mujeres consultadas (y también los ginecólogos y las comunidades o países con mejores condiciones económicas) opinan que vale la pena la posibilidad de un diagnóstico más temprano, aunque aún no se esté en edad de riesgo. Y más si hablamos de los cánceres en mujeres por debajo de los 35 años…

Más datos:

Un diagnóstico precoz gracias a una mamografía puede reducir más de un 30% la mortalidad por cáncer en mujeres mayores de 50 años. En ese grupo de menor incidencia, en mujeres más jóvenes, también vemos que reduciría en un 15% la mortalidad. Significativo, ¿no?

La pautas de la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia) son:

  • Entre 35 y 39 años se recomienda hacerse la primera mamografía
  • A partir de los 40 años y hasta los 49, cada uno o dos años según cada caso, se recomienda mastopatía fibroquística, antecedentes familiares, etc.
  • Entre los 50 y 70 años, intervalo de mayor incidencia de cáncer, es recomendable una mamografía cada año
  • En menores de 30 años es más útil la ecografía, pues al ser la mama tan densa a estas edades ésta es más sensible. Pero si se está en grupos de riesgo (historia de cáncer de mama personal o familiar, portadora de genes BRCA, radioterapia en tórax previa…) será conveniente comenzar ya con las mamografías anuales y resonancias periódicas (cada 2 años).

¿Cuándo deben hacerse las revisiones con el ginecólogo, para el estudio de la mama?

Las recomendaciones de la SEGO son:

  • Primera visita al comenzar la actividad sexual, incluiría examen ginecológico, exploración clínica de la mama y ecografía
  • Hasta los 40 años (seguimos hablando de estudios mamarios) cada 2 años, o al menos no superar los 3 años, consistiendo en exploración clínica y ecografía (en algunos casos veis que se comenzaría antes con las mamografías)
  • Entre los 40-49 años, revisión anual con ecografía y según el caso mamografía cada 1-2 años
  • Entre los 50-70 años, mamografías anuales
  • Mayores de 70 años. No se recomiendan pautadas, dependerá del caso. Esto se debe a que a partir de esta edad disminuye muchísimo tanto la incidencia del cáncer como su agresividad, de ahí que no sea tan relevante la detección temprana, teniendo en cuenta además que al haber menos glándula y más grasa en la mama, se palpa mejor cualquier tumor.

¿De qué depende que se recomienden cada año o cada dos?

No hay unanimidad. Se trata simplemente de si hay una diferencia significativa en la detección temprana y en las posibilidades de curación en grupos de pacientes que se hacen mamografías cada año o cada dos. En muchos sistemas de salud se hace por este motivo cada 2 años, considerando que el intervalo no afecta al pronóstico de los cánceres diagnosticados.

Pero ¿qué ocurre con el cáncer de intervalo, ése que se hace clínico entre una y otra mamografía? Es decir, puedes hacerte una mamografía y que el tumor sea tan pequeño que aún no se detecte, y entonces seguiría creciendo hasta que se diagnostique en la siguiente. Está claro que las pruebas anuales detectan antes los tumores que si son bianuales. También es verdad que las mamografías pueden tener muchos falsos positivos, sobrediagnosticando lesiones que en realidad no son tumorales (con las pruebas extra que conllevan), hasta el punto que si se hacen cada 2 años se ha descubierto que disminuyen en un 50% la posibilidad de estos falsos positivos y sobrediagnósticos.

Es por esto que, según la SEGO, se recomienda repetirlas cada año en las edades de mayor riesgo (50-70 años) y cada 2 años en otras edades siempre en función de cada caso y la valoración del especialista. Y en cuanto a por qué en la franja de 40-49 (y casi estaríamos hablando ya de 35-49, con la que está cayendo en cuanto al aumento de casos en general y en edades más tempranas en particular…) se recomiendan cada 2 años y no cada más tiempo es porque en verdad se ha encontrado que el cribado por mamografías es muy efectivo, llegando a reducir la mortalidad en un 18% si se hace cada 3 años (tras diagnóstico precoz con la mamografía), frente a un 35 % si es cada año (¡el doble de curaciones!)

¿Y si nunca la han llamado o nunca le han pedido una mamografía hasta ahora?

Como he comentado antes, por lo que veo en mi consulta,me parece que las mujeres se hacen muy pocas mamografías. Muchas con 50 años aún no se han hecho ninguna, otras muchas pasan intervalos mayores de los 2 años para repetírselas, o se saltan las revisiones... pero es que estamos hablando de una enfermedad con una incidencia de una cada ocho mujeres (¡una cada ocho!) y aumentando… Y es tan sencillo hacerse esta prueba y tan barato (en España en la mayoría de los centros no llega a los 100 euros, incluso menos en muchos sitios, ¿a qué pensabais que era mucho más cara?) Y si pensamos que la detección precoz lo es todo, que si te lo diagnosticas a tiempo se puede curar, no me parece que sea como para quedarse con la duda, ¿no os parece?

 

DRA. MARITINA MARTINEZ LARA
Médico especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora

www.doctoramartinezlara.com


Cirugía plástica después del embarazo

O el Mummy Makeover de los americanos

Este término se refiere al conjunto de cirugías que buscan reparar las secuelas de los embarazos, centrándonos especialmente en pecho y abdomen. En el post anterior hablé de cómo recuperarnos lo mejor posible tras la maternidad, pero tantas veces a pesar de recuperar el peso y una actividad física adecuada el cuerpo no vuelve a ser lo que era... Siendo estricta, un cirujano plástico nunca os garantizará que quedareis igual que antes, pues es algo imposible, pero sí que podemos hacer mucho por mejorar el aspecto de vuestro cuerpo.

Lo primero, tenéis que esperar varios meses tras dar a luz. Hay órganos como el corazón, el hígado o los riñones que necesitan mínimo dos meses para recuperarse, de modo que no es sólo cuestión de perder peso. Y si estáis dando el pecho, mínimo esperaremos dos meses también tras acabar la lactancia. Pero, si después de esperar el tiempo necesario, haciendo dieta y actividad física, vuestro pecho o vuestro abdomen realmente acusan los efectos de la maternidad, entonces sí será el momento de consultar a un cirujano plástico.

 

¿Debéis esperar a no tener ya más embarazos? Es la pregunta usual y lógica, y la respuesta depende de qué queráis que se os corrija y en qué estado está o qué técnica requiera. Me explico, el embarazo especialmente afecta a estas tres áreas corporales:

PECHO

Es casi imposible que no se vea modificado, y la situación puede variar de una simple hipoplasia o pérdida de volumen que deje un seno vacío, a diferentes grados de flaccidez y caída (o ptosis, que es la palabra técnica que nosotros manejamos). O la situación contraria en mujeres con algún grado de hipertrofia mamaria, que bien pueden ver su pecho más vacío y caído, o bien más grande y más caído. La cirugía variará desde la corrección sólo con implantes si la ptosis es mínima o inexistente, hasta las mastopexias (elevación mamaria) con o sin prótesis asociada, o incluso una reducción mamaria en el tercer caso.

ABDOMEN

Obviamente es lo que más se ve afectado. El estado en el que quedará depende muchísimo del peso cogido en el embarazo, pero también del tipo de piel (en mujeres muy jóvenes con pieles usualmente muy firmes es habitual que aparezcan muchas estrías), del número de embarazos, de si fue embarazo simple o gemelar (o múltiple), del grado de actividad física antes, durante y después de la gestación… El aspecto del abdomen vendrá determinado por el grado de debilidad muscular (diástasis de músculos rectos, hernias umbilicales o epigástricas…), del grado de flaccidez o exceso cutáneo o atrofia dérmica (estrías, adelgazamiento cutáneo) y de la mayor o menor presencia de depósitos de grasa. Y, por supuesto, de la presencia de cicatrices de cesárea, horizontal o vertical. El planteamiento quirúrgico se hará en función del estado de estas tres estructuras: músculos, piel y grasa, de forma que solamente os plantearemos una liposucción si sólo tenéis exceso de grasa pero hay buen tono muscular y buena piel con poca flaccidez o exceso. Si hay que corregir la debilidad muscular y quitar o estirar la piel, entonces únicamente una abdominoplastia lo va a corregir, una liposucción no serviría aquí para nada (no como técnica aislada).

https://www.hola.com/moda/modelos/2012070959602/alessandra-ambrosio-cuerpo-tras-embarazo/
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MUSLOS Y CADERAS

Es frecuente la acumulación y exceso de grasa en estas zonas. Si habéis vuelto, o casi, a vuestro peso, y si por más actividad física y buena alimentación que hagáis no lográis resultado, sí que será el momento para una liposucción, pero recordad que nunca es una alternativa a lo otro (dieta, ejercicio…) y nunca es una cirugía para adelgazar (perder kilos en conjunto) sino para remodelar zonas concretas, ¿de acuerdo?

Volviendo entonces a la pregunta de en qué momento debería hacerse, si es conveniente esperar a no tener más embarazos, contestaré entonces que según la cirugía que necesitéis, muy especialmente si precisáis una abdominoplastia. No os debéis hacer una abdominoplastia si tenéis planeados nuevos embarazos, simplemente porque los resultados se van a malograr y podéis volver a estar como antes de operaros. Tampoco os recomendaría una mastopexia si los planes de nuevos embarazos son a corto plazo, pero si es algo que no descartáis pero no muy pronto, creo que no es mala idea que disfrutéis desde ya de un pecho mejorado si éste os acompleja como para consultarnos. Sin problema si simplemente se os va a poner una prótesis, pues aunque tras otro embarazo se os puede vaciar un poco el pecho, pensad que si lo teníais pequeño (sin prótesis) no hay mucho riesgo de que caiga o que quede mucho más vacío, los cambios no serán muy grandes y no siempre conllevarán querer volver a operaros. Y, por último, sin problema os podéis hacer una liposucción si ésta estaba indicada, pero recordar que sólo se logran resultados permanentes si hay pocos cambios de peso y os cuidáis bien.

¿Es posible combinar varias cirugías? ¡Por supuesto que sí! Y es algo que hacemos habitualmente, en especial la combinación de pecho y abdomen (el nip tuck americano), es decir, aumento mamario, o mastopexia o reducción mamaria, junto a abdominoplastia, siempre que vuestro estado de salud lo permita, obviamente. O bien abdominoplastia y liposucción en miembros inferiores. Es lógico ofreceros que asociéis cirugías pues no es fácil con niños pequeños encontrar el momento para una operación y sobre todo para su postoperatorio. Son cirugías largas, que pueden prolongarse 5-6 horas, con 1-2 días de estancia en hospital (siempre en hospital y con cirujanos plásticos con un título de verdad, asesoraos siempre bien que es vuestra salud lo que os jugáis…), tenéis que prepararos muy bien antes de la cirugía y organizaros para un postoperatorio de 3-4 semanas, sin hacer esfuerzos físicos importantes, sin retomar el trabajo, así que necesitaréis ayuda para vosotras y especialmente con vuestros hijos. Pero es un solo postoperatorio. Y vale la pena, pues aunque no pretendamos ser como esas celebrities que lucen tan espectaculares a los pocos meses, podemos ser muy buenas madres y que no nos dé igual nuestro cuerpo, ¿no?

DRA. MARITINA MARTINEZ LARA
Médico especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora

www.doctoramartinezlara.com


Consejos para recuperar el cuerpo después del embarazo

Soy cirujana plástica, de forma que mis consejos van dirigidos a las mujeres que tras ser madres desean recuperar su figura, especialmente me refiero al aspecto de sus senos y su abdomen, una vez que se han recuperado del parto o la cesárea si se precisó.

Lo más determinante en cuanto a cómo quedará el cuerpo tras la gestación es el peso que se haya ganado en ésta (los ginecólogos siempre recomiendan no exceder los 9-10 kilos), seguido de la actividad física mantenida durante el embarazo, factores ambos que podemos controlar pues sólo dependen de nosotras. Pero hay en cambio otros en los que no podremos influir, como son el tipo de piel (que depende de la edad y de la genética), la evolución del embarazo y la necesidad eventual de hacer reposo por algún problema en el mismo, la posibilidad de un embarazo múltiple… Pues bien, dado que aunque en algunos factores no podamos influir pero en otros sí, es ahí donde debemos insistir, mediante una serie de medidas sobradamente conocidas, como son cuidar la dieta (de verdad que no hay que comer por dos, ni estar embarazada justifica dejarse llevar todo el tiempo por caprichos en las comidas), aumentar los kilos imprescindibles, hacer deporte o ejercicio en la medida adecuada a nuestro embarazo y según evolucione éste y cuantos meses sea posible, cuidar la piel hidratándola bien, usar un buen sujetador…. Estas medidas no sólo contribuirán a que nuestro cuerpo cambie sólo lo imprescindible que tenga que cambiar, sino que ayudarán a la salud de la embarazada y del bebé, a un embarazo y un parto menos complicado o con mejores condiciones físicas, y por supuesto una mejor y más rápida recuperación.

Photo by John Looy on Unsplash
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Y una vez que se ha dado a luz y estáis bien recuperadas del parto las primeras medidas son cuidar la dieta y comenzar a hacer ejercicio. No voy a indicar aquí plazos para retomarlo, pues esto es algo que debéis consultar a vuestro ginecólogo, dependerá del tipo de parto, si natural o con cesárea que exige más tiempo para iniciar la actividad deportiva, o si ha habido alguna incidencia o complicación. Insisto, esto es muy individualizado, y debéis consultar vuestro caso concreto a vuestro ginecólogo.

La cirugía plástica sólo tiene su sitio una vez que habéis recuperado el peso (por completo, pues quiero aclarar que la cirugía de contorno corporal como la que nos ocupa aquí exige que los pacientes estén en su peso al intervenirse y que lo mantengan si no quieren malograr los resultados, es imprescindible) y sólo si tras dieta y ejercicio físico no mejoráis como deseáis. Pero ¿a qué llamamos una pauta adecuada de dieta y actividad física?

Photo by Jonathan Borba on Unsplash
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  • DIETA

Ojo con las dietas estrictas, estamos recuperándonos de un embarazo o incluso estemos aún con la lactancia, la dieta debe ser bien sana y cuidada, por lo que nos olvidaremos de dietas milagro, incompletas o con suplementos artificiales. No nos saltaremos comidas, y daremos prioridad a alimentos frescos como frutas, verduras, hortalizas, así como a cereales, frutos secos, semillas… Siempre alimentos saludables, sin saltarse comidas y sin prisas, sobre todo si estáis en la lactancia, podéis adelgazar despacio y alimentar bien a vuestro bebé.

  • EJERCICIO FÍSICO

Lo más importante, sólo comenzar cuando el ginecólogo os lo permita, y nada de comenzar de forma brusca si queremos evitar problemas. En principio, si habéis hecho ejercicio a lo largo del embarazo y tuvisteis un parto vaginal no complicado, podríais retomar la actividad bien pronto, en pocas semanas comenzando con prudencia. No os agobiéis ni forcéis la actividad, simplemente dar largos paseos con vuestro bebé las primeras semanas será muy efectivo, o si tenéis poco tiempo (que es lo habitual, los bebés dan poca tregua…) podéis seguir alguna tabla o entrenamiento en vídeo para hacer en casa, suelen ser cortos, de unos 30-45 minutos y eso sí se puede compaginar con los ratitos de sueño del bebé (al menos eso es lo que yo hacía, y de verdad son muy útiles si no hay tiempo para salir a correr o para ir al gimnasio). Otras actividades que son perfectas, durante y tras el embarazo, son el yoga y el pilates, donde se pueden hacer entrenamientos muy específicos. Poco a poco, según os encontréis y evolucionéis, id intensificando la actividad, si vuestros niños os dejan tiempo, claro.

Photo by Bruno Nascimento on Unsplash
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  • LA CIRUGÍA PLÁSTICA

Más de un tercio de nuestras cirugías están relacionadas con la recuperación tras los embarazos, y es que tantas veces es imposible sin cirugía volver al aspecto inicial. Algunas mujeres sólo con un embarazo (especialmente lo veo en embarazos en chicas muy jóvenes, donde la piel tan tensa en esa edad responde llenándose de estrías tanto en pecho como en abdomen, mucho más que en mujeres con algunos años más) precisarán la cirugía si quieren que su pecho o su abdomen vuelva a su aspecto inicial, otras en cambio se recuperan muy bien y tienen pequeñísimos cambios incluso tras varios embarazos.

Aunque en otro post hablaré de estas cirugías (el mommy makeover de los americanos, es decir, cirugía para recuperación tras la maternidad, pecho y abdomen en una sesión quirúrgica), sí aclararé algunos puntos:

No es recomendable ni útil ni eficaz hacer una abdominoplastia al tiempo de la cesárea. El abdomen está hiperdistendido, es imposible calcular el exceso de piel ni cuánto debemos tensar los músculos, y sólo puede añadir complicaciones a la cesárea. Asé que no, no es buena idea, no hacemos abdominoplastias al tiempo de las cesáreas.

- No es buena idea tampoco operaros durante los meses de baja maternal, habitualmente 4 meses. No os da tiempo en este plazo a recuperar peso y tono muscular, es casi imposible que tan pronto estéis en condiciones. Como mucho alguna liposucción (¡no en abdomen, es muy peligroso con los músculos aún débiles!) si no habéis cogido mucho peso, pero no una cirugía mamaria ni una abdominoplastia. Tenéis que esperar a estar en condiciones, y son muy pocas las mujeres que en tan poco tiempo se han podido recuperar tanto, creedme (alguna top model, supongo, pero no me lo creo mucho). De forma que debéis hacer caso al cirujano al que consultéis, y si os dice que aún no estáis en condiciones es que no lo estáis, si queréis que la cirugía sea efectiva y con los mejores resultados.

DRA. MARITINA MARTINEZ LARA
Médico especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora
www.doctoramartinezlara.com


Cuidado con el sobrepeso en los niños, podría ser irreversible

Tal vez sea un buen tema a tratar tras los excesos del verano. Como cirujana plástica, cada vez veo más jóvenes que acuden a mi consulta porque no consiguen perder peso, a pesar de llevar años intentándolo.

O bien consultan porque lo que adelgazan lo recuperan con suma facilidad. Y todos cuentan lo mismo, que este problema lo tienen desde niños, y cuando en la adolescencia empezó a preocuparles ya tenían muchos problemas para adelgazar. Y es que la obesidad es un trastorno que se autoperpetúa y, si bien tiene una base genética, podría controlarse, si no atajarse en muchos casos, cuidando el sobrepeso desde la infancia.

Photo by The Honest Company on Unsplash
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Es decir, si por la razón que sea (genética o no), se llega a la adolescencia con un importante volumen de adipocitos (que son las células que componen el tejido graso o adiposo) este número de células grasas ya no se va a reducir. Los adipocitos, que acumulan la grasa en su interior, tras la adolescencia ni se multiplican (salvo que se aumenten muchos kilos) ni desaparecen, simplemente aumentan o disminuyen su volumen. ¿Qué significa eso? Que si tenemos muchos adipocitos tendremos siempre una notable tendencia a engordar, así como una gran dificultad para adelgazar, a diferencia de las personas que nunca tuvieron sobrepeso, que comiendo lo mismo no engordan o que adelgazan más fácilmente.

Por este motivo, es crucial evitar tener tanto volumen de estas células grasas. ¿Cómo? Cuidando el peso desde la infancia, pues en la adolescencia ya es tarde. Recordad, hasta la adolescencia está aumentando el número de células adiposas, más adelante ya sólo cambiará su volumen pero no su número. Si se es obeso de pequeño, de adultos no valdrán ni dietas ni ejercicio (o muy poco, como es bien sabido).

Photo by Christopher Flowers on Unsplash
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Lo sé, a los padres les da pena controlar a sus niños si quieren comer todas esas “comidas basura” que nos tienen inundados. Todos sabemos lo que es una comida sana y cuál no lo es, pero, en serio, ¿os da tanta lástima negarles las pizzas industriales, los batidos de supermercado, los refrescos, los yogures hiperazucarados, los “alimentos” prefabricados, las chuches, las palomitas...? ¿Y no os da lástima que cuando en un futuro les preocupe más su peso que el capricho por alguna de estas “comidas” (mis hijos siempre lo llamaban calorías vacías, pues de verdad que no alimentan nada, no os engañéis), ya se encuentren que tienen una tendencia de por vida al sobrepeso, cuando no obesidad? Si queréis hacerles un favor a vuestros hijos y cuidarlos bien, especialmente si veis que hay una mala genética familiar o ya constatáis que vuestro hijo tiene sobrepeso, no esperéis a que sea mayor, enseñadle a alimentarse bien, sobre todo dándole ejemplo en casa, y acostumbradlo a hacer ejercicio. Menos pizzas y palomitas delante de la tele o el ordenador y más calle y deporte.

Photo by Juan Salamanca from Pexels
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Como yo suelo decir, no se trata de convertir la casa en un cuartel espartano, sino más bien en una academia ateniense, es decir, educar a nuestros hijos es enseñarles a estudiar, a mantener una ética, una moral, y también cómo cuidar su cuerpo inculcándoles buenos hábitos de comidas y de actividad física. Lo mejor, que nos lo vean hacer a nosotros. Es algo muy serio, cada vez se come peor y hay más sedentarismo. No hay más que ver cómo han aumentado las cifras de obesidad, en adultos y en niños. Obesidad en la infancia es un problema para toda la vida.

En otro post explicaré qué puede hacer la cirugía para ayudar, pero tal y como comenté en uno anterior, deseo dejar claro que la liposucción, aunque reduce el número de adipocitos, sólo funciona para zonas concretas, no sirve para adelgazar. No bajéis la guardia. Que no os dé pena controlar los caprichos de los niños,o les haréis un flaco favor.

 

DRA. MARITINA MARTINEZ LARA
Médico especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora
www.doctoramartinezlara.com

 


¿Es buena idea la liposucción si no consigo adelgazar?

 

Imagen de mohamed Hassan en Pixabay
Imagen de mohamed Hassan en Pixabay

¿Cuándo es útil una liposucción? Fácil, cuando tratemos acúmulos en zonas concretas, localizadas, como por ejemplo el abdomen o el tronco si la grasa no es visceral (la interna, en torno a las vísceras del abdomen), y si las condiciones de los músculos y sobre todo la piel nos garantizan un buen resultado. Muy útil por ejemplo para tratar las cartucheras o trocánteres, si es una paciente con peso normal, así como los brazos, muslos, rodillas, incluso tobillos (si no es linfedema), la espalda, los glúteos (aunque aquí casi mejor aumentar o remodelar, ¿verdad?), siempre que sean zonas concretas, localizadas, con buena piel y el/la paciente tenga peso normal y buenos hábitos dietéticos y físicos.

Cuando hablo de liposucción me refiero a las técnicas que extraen grasa, exclusivamente, con la tecnología que sea pero extrayendo grasa, pues sólo si extraemos adipocitos estaremos reduciendo de forma efectiva y objetiva el número de células grasas en las zonas tratadas. Si es una zona localizada será eficaz, ya que reducimos notablemente el volumen de células grasas y así por más propensión a acumular (la genética y sus disposiciones) al haber tan pocos adipocitos será difícil volver a acumular ahí. Eso sí, siempre hay que cuidarse, siempre.

¿Esto significa que hay pocas indicaciones para una liposucción? En absoluto, las hacemos y muchísimo, aunque buena parte suelen ser asociadas a otras cirugías, caso del abdomen en que siempre las asociamos cuando hacemos una abdominoplastia, o en las cirugías de aumento de glúteos donde es imprescindible remodelar cintura, flancos, sacro, además de tomar esa grasa para infiltrarla. O asociada, de forma imprescindible, a técnicas de dermolipectomía de cara interna de muslos, de flacos, de brazos…. O aisladas, sólo liposucción, pero seleccionando bien, si queremos resultados estables. Manteniendo el peso en estos casos bien indicados los resultados se van a mantener, pero hay que tenerlo bien claro, cualquier cirugía de contorno corporal exige cuidarse, no engordar y hacer ejercicio físico. Aún así, lo habitual (repito, en los casos bien indicados) es que si se engorda no aumenten tanto las zonas tratadas sino que será de forma más repartida.

Pero si hay sobrepeso y poco cuidado del cuerpo desde luego la liposucción nunca será una buena idea, rotundamente no, os vais a hacer una cirugía importante (y peligrosa si no escogéis un profesional cualificado y con un título auténtico, oficial, de cirujano plástico que os opere en un centro hospitalario adecuado) con un postoperatorio pesado si fue muy extensa o de muchas zonas, que puede que os haga muy felices tras los primeros meses pero que, con el tiempo, vais a ver que volvéis a acumular, al mínimo descuido, en cuanto se os pasan las buenas intenciones del principio, porque aún os queda mucho tejido adiposo (por más que se os sacara y por muy bien que se os operara) y vuestra genética y vuestro metabolismo no se pueden cambiar (y menos con una cánula de liposucción). Si necesitáis perder peso, no hay otra que adaptar vuestra dieta y la pauta de actividad física. Si ya hacéis y no funciona (la genética es a veces cruel) habrá que modificar las pautas, pero creedme que la cirugía no os va a resolver un problema de sobrepeso, al menos nunca sola, no si colaboráis activamente o incluso asociando alguna cirugía bariátrica, pero hasta ésta necesita de vuestra colaboración. No se puede recurrir a la cirugía como única alternativa, la cirugía del contorno corporal precisa, siempre, de vuestra activa colaboración, toda la vida.

*Las imágenes son de Philippe Halsman

DRA. MARITINA MARTINEZ LARA
Médico especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora
www.doctoramartinezlara.com

 


El postoperatorio en verano

Estamos casi todos preparando maletas, pero hay muchos que, o bien han querido aprovechar sus vacaciones estivales para hacerse una cirugía, o bien han decidido que ya tocaba y se han operado en estos meses.

Este post quiere ser una pequeña ayuda para estos pacientes. Entiendo que en verano hacemos muchísima más vida social, pero no podéis olvidar que el postoperatorio dura lo mismo en verano que en invierno, y siempre hay algunas cosas que no os quedan claras u olvidáis preguntar, de forma que aquí os expongo algunas pautas y plazos para retomar vuestras actividades (incluso las veraniegas). Antes que nada, que quede bien claro, no es verdad que las heridas cicatricen mal en verano, es falso, lo único que es perjudicial es el sol (no el calor) y por ello es del todo esencial la protección adecuada. Y también deseo dejar bien claro que son pautas generales y que deberíais, ante la duda, confrontarlas con vuestros cirujanos pues, obvio, son quienes mejor conocen vuestro caso en particular. Repasaré algunas de las cirugías más comunes en esta época del año:

 

1.- CIRUGÍA FACIAL

El verano es un buen momento para algunas cirugías faciales, no precisamente para una dermoabrasión, un resurfacing con láser, o un lifting si tenéis la agenda llena de compromisos sociales. Pero si lo organizáis para estar tranquilos, es perfecto, pues os podréis recuperar alejados de los compromisos laborales y sin los horarios a veces intempestivos que mantenemos. Obviamente debemos evitar la exposición solar, pero para eso están los fotoprotectores de factor elevado y los maquillajes para cubrir los morados.

  • RINOPLASTIAS

Tras la retirada de la férula o escayola a los 7-9 días, podéis tener algún discreto hematoma fácil de camuflar. Tan sólo precisaréis fotoprotectores y algún corrector, y especialmente mucha paciencia hasta que os baje la inflamación. Evitad deportes intensos un mes, pero podréis hacer algo suave alguna semana antes, así como playa y piscina a las 2-3 semanas. Evitad las gafas de sol unas dos semanas, o más tiempo cualquier gafa si es pesada.

  • OTOPLASTIAS

El verano es ideal para esta cirugía, que corrige las orejas prominentes o en soplillo. El postoperatorio es una semana con vendaje y tal vez alguna más con algún tipo de felpa, y una diadema amplia y más apretada cuatro semanas más, sólo para dormir . A las dos semanas podréis retomar sin problema deporte, baños y vida social, pues vuestras orejas apenas estarán hinchadas o muy poco a las 2-3 semanas. Es la época habitual entre niños y estudiantes, y también muchos hombres adultos que en otra época del año tienen problemas para disimular el vendaje de la primera semana.

  • BLEFAROPLASTIAS (cirugía de párpados)

Otra cirugía idónea para esta época por su corto postoperatorio. Las suturas se retiran a los 4-5 días, y los morados, que pueden durar aún 1-2 semanas más, son relativamente fáciles de camuflar con maquillaje (permitido tras 12-14 días en zonas de suturas y casi desde el principio en zonas sin puntos) y unas buenas gafas de sol bien amplias y oscuras. No olvidad nunca la protección solar. Como en cirugías anteriores, nada de esfuerzos físicos durante las dos primeras semanas, ni baños en la playa o piscina durante este tiempo, y a partir de entonces retomad poco a poco, pero siempre -siempre- con buena protección solar.

  • LIFTING

Muy similar a una blefaroplastia en cuanto a los plazos. Tras 7-10 días ya no tendréis puntos y desde los 3-4 días podréis lavaros el pelo. La vuelta a la vida social estará determinada por la extensión o intensidad de los morados y la hinchazón o edema facial. El deporte debe esperar 3-4 semanas. Calculad que hasta pasado un mes no comenzaréis a veros bien, de forma que tendréis que acostumbraros al maquillaje, gafas de sol, sombreros, a los fotoprotectores (imprescindibles mientras haya inflamación) y como siempre a ser pacientes, muy pacientes.

  • INJERTOS DE GRASA O LIPOFILLING

Es también una época ideal porque podéis aprovechar las vacaciones para 'desaparecer' al menos durante las dos primeras semanas del postoperatorio, en las que estaréis muy hinchados y con morados. Al no necesitar curas ni revisiones inmediatas, aunque vuestro cirujano también se vaya, se puede hacer casi al momento de iros de vacaciones pues sólo precisa tiempo y paciencia. Cremas con vitamina K, maquillaje, protección solar, y evitar deportes intensos cuatro semanas, aunque si son suaves, podréis hacerlos antes.

  • FILLERS O RELLENOS

Es una época perfecta, así como para los tratamientos con neuromoduladores, de hecho son una de las etapas de mayor demanda de estos tratamientos no quirúrgicos. Protección solar mientras haya morados o algo de inflamación y maquillajes bien cubrientes.

 

2.- AUMENTO MAMARIO

Junto a algunas cirugías faciales es la más solicitada en estos meses, pues tiene un postoperatorio relativamente corto (2 semanas sin hacer esfuerzos importantes y pocos días de vendaje, que luego se sustituye por un sujetador deportivo) y es habitual aprovechar las semanas de vacaciones para ello. Esquematizando lo máximo posible, las pautas para reanudar actividades (veraniegas) serían éstas:

- Tras una semana, os podéis duchar y mojar la cicatriz, haciendo alguna cura bien sencilla que os indicará vuestro cirujano. Playa o piscina aún no, ni deporte, ni tampoco conducir. Sujetador deportivo día y noche.

- A los 15 días, si va todo bien, podréis conducir, pero aún nada de deporte, sí pasear en terreno no accidentado, incluso se permiten largas caminatas. Debéis seguir con el sujetador deportivo, no vale otro, y es pronto para playa y piscina, de forma que si bajáis lo mejor es que no os bañéis pues deberíais cambiaros el bañador mojado enseguida. Mucho cuidado con el sol, pues os podríais quemar con mucha facilidad en el pecho, aunque no os diera en la cicatriz, pensad que la piel estirada y aún algo inflamada de todo el pecho es muy sensible al sol, así que tapadas o con un fotoprotector de mínimo 50 IFP.

- A las 3 semanas iréis retomando actividades, podréis estar un rato en la playa o la piscina, con muchísima protección en todo el pecho (y nada de top less este verano) y con un bikini o bañador deportivo que sujete muy bien el pecho (a mí me gustan los bikinis surferos, más firmes que los otros); si la cicatriz no está muy firme intentad no tener ropa mojada mucho tiempo. En cuanto al deporte me temo que seguimos sólo con las caminatas, o algo de abdominales o bici estática con poca resistencia (así que las enganchadas al deporte resistid un poco más). Aún no debéis usar otro tipo de sujetador que no sea el deportivo, salvo algo muy excepcional y muy pocas horas, siempre sin aros. Y hasta el mes sujetador día y noche

- Al mes, si va todo bien, abriremos más la mano con las prohibiciones. Así, podréis empezar a dormir sin sujetador, salvo que estéis más cómodas con él, y podréis usar, a ratos o para arreglaros un poco más, otros tipos de sujetadores, preferiblemente sin aros y sobre todo sin refuerzos ni push up, pero sí firmes. Playa y piscina sin problema, siempre que sigáis protegiéndos muy bien la piel de todo el pecho con fotoprotectores bien altos y muy especialmente la cicatriz para que no se os pigmente con el sol. Podéis empezar a hacer más deporte, al fin, siempre que no englobe ejercicios vigorosos con los brazos, como correr, bici estática, ejercicios de piernas, pero no de pelota ni pesas ni natación (sólo un poquito en la playa o piscina, algo mínimo). Ya sabéis que al mes aún no está el resultado definitivo (esa paciencia que tanto os falta… recordad que son meses, en plural, para ver el resultado final), pero sí que os sentiréis ya bastante recuperadas y notaréis bien la diferencia y disfrutaréis, incluso este primer verano, de vuestro nuevo aspecto.

 

3.- OTRAS CIRUGÍAS DE CONTORNO CORPORAL: LIPOSUCCIÓN Y ABDOMINOPLASTIA

Decididamente no es la mejor época, aunque muchas pacientes, especialmente en el caso de las abdominoplastias, recurran al periodo de vacaciones para esta cirugía, que requiere 3-4 semanas para su recuperación y la vuelta a la actividad laboral. Tendréis que usar una faja compresiva unos dos meses, que limita mucho la vida típica veraniega (ir a la playa o piscina a diario). En el caso de las liposucciones a las 3-4 semanas podríais quitaros la faja un rato para bañaros (en la playa o piscina, se entiende, ducharos en casa desde el día siguiente) siempre que no tengáis aún morados y con protección total del sol si queréis evitar que os salgan manchas en las zonas operadas. Si os habéis hecho una abdominoplastia podréis también quitaros un rato la faja para bajar a la playa, mejor con bañador para evitar el sol, pero en cualquiera de estas cirugías recordad que es fundamental llevar todo el tiempo prescrito la faja bien apretada día y noche, así que quitárosla sólo ratos. Tras una liposucción podréis retomar deporte suave tras 1 semana, intensificando a las 3-4 semanas. Y, si os habéis hecho una abdominoplastia, casi nada de deporte, salvo caminar pasadas 3-4 semanas. No es la mejor época si queréis un verano típico, la verdad, salvo que la escojáis para aprovechar las vacaciones.

 

Espero que estas pautas os ayuden, pero por favor no olvidéis consultarlas a vuestro cirujano, pues cualquier incidencia las va a cambiar Y recordad que cada paciente tiene un postoperatorio distinto, al igual que vuestras cirugías. Ya sabéis, esto es biología, no matemáticas, nada es exacto ni igual cuando de cuerpos humanos se trata.

*Ilustraciones de Ana Miralles

DRA. MARITINA MARTINEZ LARA
Médico especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora
www.doctoramartinezlara.com