Mastectomía, una difícil decisión
Tras conocer que la presentadora Terelu Campos se someterá a una doble mastectomía, después de haber sido operada de su segundo cáncer, me gustaría responder a dos preguntas sobre esta intervención: ¿Cuándo está indicada? ¿Cómo es la técnica quirúrgica?
¿Para qué pacientes está recomendada la mastectomía?
El emotivo testimonio de la actriz Angelina Jolie en 2013, que revelaba que se había sometido a una doble mastectomía para evitar el cáncer de mama (tenía un 87% de posibilidades de sufrirlo y su madre había fallecido de esta enfermedad a los 56 años) hizo evidente la necesidad de hablar claro sobre el cáncer de mama y la mastectomía.
Lo primero que me gustaría aclarar, algo que, aunque parece evidente, no todo el mundo lo tiene claro, es que no es una intervención cirugía estética. No es una operación para dejar el pecho más bonito y nunca es igual que un aumento mamario normal. Una mastectomía es una cirugía con criterio e intención oncológica y reconstructiva, reservada para algunos casos de cáncer de mama diagnosticados o como cirugía preventiva.
Cuando hablamos de mastectomía preventiva, en ausencia de cáncer, solo estará indicada en mujeres con un riesgo muy elevado de desarrollarlo, y es efectiva en más de un 90% de las pacientes intervenidas. ¿Por qué no es efectiva al 100%? Porque en una mastectomía conservadora de piel se reseca toda la glándula que sea posible, pero aún puede quedar un pequeño remanente de glándula en otras zonas, como la axila, la región clavicular, pared torácica lateral o el mismo pezón.
Entonces, ¿quién debería considerar una mastectomía profiláctica para reducir el riesgo de cáncer de mama? Aquella mujeres con cáncer en uno de los pechos, con historia familiar de cáncer de mama, con resultados positivos en el test genético, mutación del gen BRCA 1 y 2, con cambios en la glándula mamaria que aumenten el riesgo de neoplasia, si se ha recibido radioterapia o si tienen mamas densas. La decisión no es fácil, debe estudiarse detenidamente de forma conjunta entre ginecólogo, oncólogo, cirujano plástico y, por supuesto, paciente.
¿Cómo es la técnica quirúrgica de una mastectomía profiláctica subcutánea?
La mastectomía subcutánea consiste en la extirpación de todo el tejido mamario, conservando la piel y grasa subcutánea, así como la areola si es profiláctica. La cirugía se realiza bajo anestesia general, si es bilateral puede alcanzar las 4-5 horas de duración, precisa ingreso en clínica durante varios días y un periodo de convalecencia de un mes mínimo. La reconstrucción es inmediata, aunque habrá una más que probable pérdida o disminución de sensibilidad y un tacto de la mama diferente, pues es toda la glándula la que se reseca y toda la mama es un implante cubierto por una fina capa de piel y parcialmente por un músculo.
Hay varias vías de abordaje, que siempre deben ser planificadas conjuntamente por el ginecólogo (para que tenga un abordaje suficiente) y cirujano plástico (quien ya habrá programado cómo reconstruir esa mama). Las más habituales son las incisiones periareolar con prolongación lateral, la inframamaria lateralizada, la lateral desde la areola o las incisiones en omega alrededor de la areola. Las más usadas son las dos primeras.
Respecto a la reconstrucción, puede realizarse en un solo tiempo o en dos pasos, según el caso y según el cirujano. La reconstrucción inmediata en un solo tiempo consiste en poner un implante mamario, anatómico por supuesto, en un plano submuscular. El implante debe ser medido cuidadosamente a partir de las dimensiones de la mama original, pues va a ser toda la mama. Generalmente son implantes de proyección alta o extraalta, de gel de silicona de alta cohesividad. En este tipo de reconstrucciones son muy útiles los implantes recubiertos de poliuretano, donde esta cubierta evita algunos de los problemas más habituales en estas cirugías, como el desplazamiento del implante o el desarrollo de una contractura capsular. La reconstrucción en dos tiempos pasa por implantar en la primera cirugía un expansor tisular, que va a contrarrestar la retracción cutánea habitual tras el vaciamiento de la mama, seguida por una segunda cirugía, unos meses después, donde se sustituye el expansor por la prótesis definitiva.
Como cirujana plástica, mi intención al escribir este artículo no es aumentar al alarma social, sino animar a las pacientes que entran en estos grupos de riesgo a pedir información, realizarse el estudio genético si es conveniente y considerar que hay más opciones aparte de vivir con ansiedad y temor.
DRA. MARITINA MARTINEZ LARA
Médico especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora
www.doctoramartinezlara.com
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