Body lift y cirugías postbariátricas

Corrigen el exceso de tejidos (piel y grasa) que quedan tras importantes pérdidas de peso.

¿Qué es el body lift?

Bajo este término se engloban una serie de técnicas quirúrgicas que corrigen el exceso de tejidos (piel y grasa) que quedan tras importantes pérdidas de peso, bien por dieta y ejercicio, bien tras una cirugía bariátrica. Son pocos los pacientes que mantienen un buen tono de los tejidos, sin flaccidez evidente, tras perder a partir de los 15-20 kg de peso. Por lo general quedan con tejidos redundantes y piel atrófica que no mejoran con deporte. Aunque hay mucha variabilidad, pues hay quien tras perder -digamos- 40 kg puede quedar mejor que otros que han perdido solo 20kg (la genética influye mucho, así como también la rapidez en la pérdida ponderal, además de la cuantía en kg, claro). Se suelen ver afectados el pecho(con ptosis y atrofia mamaria en mujeres y ginecomastia en varones), los brazos, el abdomen, los muslos (tanto en su parte externa como interna), y en diferentes grados la espalda y los glúteos.

Es clave que los pacientes hayan completado toda la pérdida de peso y que se hayan estabilizado, que haya pasado al menos un año. 

Dado que estos pacientes pueden precisar (según la pérdida ponderal y calidad tisular) varias intervenciones, intentamos en lo posible asociar al menos dos cirugías en cada tiempo quirúrgico, siempre que su salud lo permita. Son siempre cirugías largas, con importantes resecciones de piel, y por tanto largas cicatrices, que suelen suponer un tiempo largo de inmovilización o poca movilización. Estos pacientes suelen tener vasos de gran tamaño que a veces coagulan mal, y esto unido a la frecuente anemia o déficits vitamínicos y proteínicos habituales en los pacientes postbariátricos, hace que debamos ser prudentes ante las pérdidas sanguíneas durante la cirugía. Hay que planificarlas despacio, queremos que aprovechen bien los tiempos quirúrgicos pero también cuidando su salud y evitando complicaciones.

Hay entonces un gran número de técnicas quirúrgicas:

Es un lifting de la parte baja del tronco, circunferencial, en pacientes donde el exceso de tejidos no se limita al abdomen sino que afecta igualmente a costados o flancos y a veces por detrás a los glúteos. En estos casos, aunque los pacientes suelen consultar solo por el abdomen, vemos que al tensar la piel de la parte anterior es necesario prolongarse por los lados hasta la línea media de la espalda, en una especie de dermolipectomía en cinturón, que trata simultáneamente abdomen, flancos y parte baja de la espalda.

Puede asociarse también a una elevación de glúteos (parte alta del glúteo), trazando una incisión más baja y a veces incluyendo alguna técnica para aprovechar los tejidos caídos y remodelar glúteos)

La cicatriz varía en hombres y mujeres, y también en función de la localización del exceso tisular, si en crestas ilíacas o en glúteos. En mujeres suele ser más horizontal, quedando por detrás justo en la parte superior del glúteo y en hombres más elevada y oblicua.

Las abdominoflancoplastias se comienzan siempre en la parte posterior, haciendo primero la resección en crestas o parte alta del glúteo, para luego poner al paciente boca arriba para realizar la abdominoplastia. Se asocia siempre la liposucción para reducir los depósitos de grasa persistentes y ayudar a la movilización de los tejidos con el mínimo despegamiento, además de ayudarnos a mejorar aún más los contornos.

Esta cirugía se puede prolongar 5-6 horas, y se requiere una estancia hospitalaria de dos días para un adecuado control. 

El postoperatorio es muy similar al de una abdominoplastia. Prenda compresiva dos o tres meses, y baja laboral de mínimo un mes.

Ver sección de abdominoplastia

Aunque lo habitual es realizarla bajo anestesia general, en algunos casos también se puede hacer bajo anestesia epidural y sedación. Este punto se discutiría, en cada caso, con el médico anestesista, que siempre tiene una consulta con el paciente previa a la cirugía. El anestesista indicará si el paciente reúne las condiciones necesarias de salud para ser intervenido, así como la necesidad de alguna medicación o medidas previas, como por ejemplo las de profilaxis del tromboembolismo. Se le indicará, entre otras cosas, que de ser fumador lo deje mínimo 3 semanas antes.

En estos pacientes el problema, más que el exceso de grasa o glándula mamaria, es la importante atrofia tras la pérdida ponderal y por tanto el exceso de piel laxa y descolgada que requiere siempre cirugías de resección cutánea, que van desde las técnicas de cicatriz periareolar hasta técnicas de cicatriz horizontal si sobra aún más piel o extendidas hasta axila. Estas últimas técnicas dejan una cicatriz horizontal en el surco submamario además de la periareolar.

Con frecuencia se asocia la liposucción, e incluso a veces también el lipofilling para mejorar el contorno del músculo pectoral. 

La cirugía de ginecomastia se suele asociar a abdominoplastias o abdominoflancoplastias.

Ver apartado de ginecomastia

En estos pacientes nunca va ser suficiente una liposucción, pues la piel de los brazos muestra una importante flaccidez que solo se corrige resecando tejidos, siempre aquí con cicatrices verticales que van desde axila hasta el codo o incluso prolongándose en antebrazo, y otras veces combinándose con resección en costados o en región lateral torácica, en cuyo caso se hace una resección vertical desde línea media axilar hasta surco submamario.

Puedes ver la técnica en la sección: cirugía de brazos.

La cirugía de lifting crural va dirigida a pacientes que desean corregir el exceso de piel y grasa en la parte interna de los muslos, es decir, que asocian al acúmulo de grasa un grado moderado de flacidez, lo que no es nada anormal dado que esta área corporal suele tener una piel atrófica o de mala calidad.

Los pacientes suelen ser personas que han tenido importantes cambios de peso, muy típico o casi imprescindible tras cirugías bariátricas, o bien (aquí casi siempre mujeres) personas que acumulan grasa en esta área de forma selectiva y que asocian una piel poco elástica o de mala calidad. Es decir, los casos van desde pacientes con importantes acúmulos de grasa en muslos cuya mala calidad cutánea contraindica o descarta una simple liposucción, a personas que, aunque no tengan actualmente mucha grasa, sí la tuvieron en el pasado y ahora solo presentan una flaccidez muy importante con exceso de piel a modo de bolsas en la parte interna de sus muslos.

Es muy importante valorar en la consulta hasta qué punto la calidad o elasticidad de la piel pueda hacer conveniente realizar solo una liposucción (cuando sobra tanta piel o es tan mala que no se va a retraer tras una liposucción, el resultado será pobre o incluso malo). Es decir, solo quedará bien con liposucción si hay buena calidad cutánea, y esto no es lo habitual en esta zona. Si deseamos definir y corregir esa flaccidez, habrá que plantear un lifting crural. O no hacer nada si el paciente rechaza las cicatrices.

Podemos asociar a un lifting de muslos, si las condiciones del paciente lo permiten, una abdominoplastia u otra cirugía de bodylift, especialmente de parte anterior del cuerpo, siempre teniendo en cuenta las precisiones del reposo postoperatorio y las posturas a mantener o evitar.

Ver lifting de muslos

Esta técnica va dirigida a pacientes que muestren importante flaccidez en la región glútea por la atrofia secundaria a pérdidas de peso. Con esta cirugía mejora la forma del glúteo, pero no trata ni los excesos en regiones laterales (en trocánteres o cartucheras) ni por debajo del surco subglúteo.

Las incisiones son transversales en el borde superior del glúteo, de cadera a cadera, uniéndose en la línea media, aquí haciendo como una especie de V. A veces se hace una liposucción previa para mejor remodelación si hay aún mucha grasa en crestas iliacas o en parta baja de la espalda. Es fundamental un preciso marcado con el paciente de pie, definiendo bien la localización o altura de la cicatriz y el exceso de tejidos que precisamos resecar. La tracción de los tejidos es vertical y no debe quedar a tensión para evitar dehiscencias que tardarían mucho en curar, dada la calidad de estos tejidos.

Podemos resecar todo el tejido sobrante (piel y grasa), o bien podemos hacer modificaciones técnicas para aprovechar el volumen del tejido profundo tipo autoimplante, es decir, resecando solo piel y definiendo una especie de implante (es un colgajo de tejidos profundos) de relleno con los tejidos, suturándolos más altos o recogiéndolos. Esto nos permite tensar la piel descolgada y dar volumen o relleno en el centro del glúteo, elevándolo. 

Otra opción, si hay importante déficit de volumen, es asociar una prótesis de glúteo, que se dispone en un plano intramuscular, junto a la adecuada elevación y resección de tejidos sobrantes.

O lifting alto de la espalda o Upper Body Lift. Esta cirugía busca corregir los excesos tisulares o rodetes en las costillas, que difícilmente se podrían corregir solo con liposucción si sobra mucha piel o ésta es muy fláccida. 

Las cicatrices son transversales, de lado a lado y uniéndose en línea media. En mujeres buscamos que queden camufladas en la zona del sujetador y en hombres en la zona donde mejor podamos tensar la piel.

De nuevo, es imprescindible no cerrar con tensión para evitar posibilidad de sufrimiento cutáneo y dehiscencias. Casi siempre nos ayuda la liposucción para redefinir y facilitar movilización de los tejidos.

Se suele asociar un Lower body Lift tipo flancoplastia o lifting de glúteos.

Es raro realizarlas aisladas, siendo lo más común asociarlas a una abdominoplastia en el contexto de una dermolipectomía en cinturón. Se harán como técnica aislada en casos en que el paciente no precise tratar abdomen, por la razón que sea.

Con esta cirugía buscamos tensar la parte inferior de la espalda, y en especial los excesos en las crestas ilíacas que se prolongan a los lados en los flancos. Muchas veces encontramos pacientes que se han intentado corregir estos rodetes con liposucción sin ver el resultado buscado, y es que esta área tiene una grasa en un compartimento muy profundo que es muy difícil extraer con liposucción, que si se asocia a flaccidez o exceso cutáneo determina que únicamente una cirugía abierta, excisional, logra la corrección.

Es fundamental un buen marcado de las incisiones y cantidad de tejido a resecar (sin tensión siempre). Buscamos que las cicatrices queden camufladas por la ropa interior, de aquí que hagamos el marcado con los pacientes llevando la ropa interior que suelan usar. Con esta cirugía podemos tensar la parte lateral de la cadera si nos prolongamos por los lados hasta la parte abdominal o inguinal, aunque no es eficaz para elevar la piel de los trocánteres o cartucheras.

Hay dos opciones de cicatrices, según la altura o forma de estos excesos o rodetes cutáneos:

– Versión alta. Típica en hombres, donde los acúmulos en crestas son más altos, sobre todo porque suelen tener la cadera más alta y por tanto también el exceso tisular. Aquí la cicatriz está sobre la cresta ilíaca y no en el borde superior del glúteo, pues no funciona en estos pacientes hacerla baja, no tracciona bien del sobrante cutáneo. Puede o no comunicarse en la línea media, y también, según el paciente, puede ser transversal o más habitualmente oblicua, descendiendo por los lados hasta las ingles.

– Versión baja. Más típica en mujeres que, al tener la cadera más baja, muestran estos depósitos y excesos cutáneos también más bajos. La cicatriz queda en borde superior del glúteo, suavemente arqueada (hay variantes) con convexidad superior y uniéndose haciendo como una V en el centro. Cuando se asocia con una abdominoplastia condiciona que las cicatrices laterales sean algo más bajas de lo que suelen ser en una abdominoplastia femenina más común. Aquí es fácil camuflar cicatrices con la lencería, de hecho se pueden modificar un poco las de los lados (no así las del glúteo) para que puedan coincidir.