¿Por qué, en personas con sobrepeso, es tan fácil recuperar el peso tras un adelgazamiento?
La obesidad  es un trastorno que se autoperpetúa, por ello hay que intervenir pronto, en la infancia, para evitar o prevenir una condición de por vida.

El factor determinante de la distribución y porcentaje de la grasa corporal es, por supuesto, genético. Pero hay un segundo factor y es el peso con el que llegamos a la adolescencia, es decir, el número de adipocitos, las células que acumulan la grasa en su interior, que tras la adolescencia ya no se va a modificar. Los adipocitos aumentan o disminuyen su tamaño, no su número, por lo que, si tenemos un gran volumen de tejido adiposo, tendremos muchísima más tendencia a engordar respecto a personas con menor número de células grasas, de por vida.

En un articulo publicado en el Journal of Clinical Investigation, la autora, Viviana F. Bumaschny, tras realizar un estudio en ratones programados para la obesidad a los que se les activaba, en diferentes etapas y edades, un conmutador genético para controlar el hambre, observó dos cosas: por un lado, en aquellos ratones que con dieta estricta mantenían un peso normal, al activar el conmutador y reducir la sensación de hambre mantenían su peso sin precisar dieta. Pero en los ratones que se habían sobrealimentado desde muy pequeños y eran obesos, nunca alcanzaron un peso normal aunque redujeran drásticamente  la ingesta de comida al activarles el conmutador, ni siquiera aumentando la actividad física.

Este estudio concluye que la obesidad en la infancia va a persistir en la edad adulta, a pesar de dietas restrictivas y la práctica de ejercicio físico.

Son alarmantes las cifras actuales de obesidad en adultos y en niños. Se calcula que en el mundo puede haber algo así como 500 millones de adultos obesos, tremendo, pero es que en menores de cinco años pueden ser casi 43 millones.

Está claro, si un niño ha heredado de sus padres la tendencia a la obesidad, codificada en su ADN, es importantísimo controlar su dieta y animarle a hacer mucha actividad física, en un intento de evitar, o minimizar cuanto sea posible, el sobrepeso.

No se trata de convertir el hogar en un cuartel espartano, sino más bien en un academia ateniense, siguiendo el símil: del mismo modo que educamos a nuestros hijos alentándolos a estudiar y enseñándoles unos valores éticos o morales, también debemos mostrarles cómo cuidar su cuerpo, con adecuadas pautas de comidas y bebidas, animándoles a la práctica de deportes, evitando el sedentarismo…

Es un tremendo error pensar que cuando sean mayores ya adelgazarán y que es una lástima negarles los dulces, o los refrescos, o las pizzas y palomitas y horas delante de la tele, ¡les hacemos un flaco favor!, pues les estamos condenando a un problema que arrastrarán toda su vida.

El hecho es así: si se llega a la adolescencia con sobrepeso, arrastrado desde pequeños, siempre se va a tener una enorme tendencia a engordar, a pesar de dietas y ejercicio, a la mínima relajación el peso si recupera.

La pregunta siguiente es ¿y entonces para qué sirve la liposucción?

Muy simple, la liposucción sirve para reducir el número de adipocitos en zonas concretas donde hay mucha concentración de tejido adiposo, zonas concretas en personas con peso normal. No sirve para perder peso, no es una operación para adelgazar y olvidar dietas y gimnasio. De hecho, todos sabemos que es habitual recuperar el peso al tiempo de una liposucción, y esto no se debe a que el cirujano haya hecho mal su trabajo,¡ en absoluto!. Tras una liposucción bien indicada, se reduce el volumen de células grasas en la zona tratada, que os recuerdo no se multiplican, de modo que aunque se aumente el peso esa zona ya no volverá a engordar como antes sino que se portará como cualquier otra zona que no mostrara tanto acúmulo, incluso puede que engorde menos que el resto. Luego hablamos de que la liposucción sirve para armonizar y reducir el volumen en áreas con acúmulos desproporcionados, pero no con ella estamos reduciendo el tejido adiposo del resto del cuerpo. El peso puede recuperarse o aumentarse, pero las cartucheras posiblemente no.

Lo siento, la liposucción no es el remedio para el sobrepeso.
Nada evita la necesidad de una dieta adecuada y la práctica de ejercicio. No tiene sentido aspirar 20 litros de grasa en quirófano, el peso se recuperará porque los adipocitos que queden engordarán, según su tendencia. Sólo áreas localizadas para armonizarlas con el resto del cuerpo. Si consultáis a un cirujano plástico porque tenéis sobrepeso y éste hace un mohín, ya sabéis por qué es, la solución no está en nuestro quirófano.

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

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  • Ni aquellas que exijan una valoración del paciente en persona.

Gracias por vuestra comprensión.