Los brazos suelen ser una parte de nuestro cuerpo muy olvidada, hasta que empiezan a mostrarse con esos cúmulos de grasa en la parte superior o la piel empieza a denotar signos de flaccidez, y es entonces cuando pasan a acomplejarnos, hasta el punto de no usar manga corta o tirantes ni en verano…

En verdad, casi nunca trabajamos los músculos de los brazos, salvo que hagamos un entrenamiento específico en gimnasio o con algunos deportes. Y hay veces que ni aún así, pues hay un momento en que ni con pesas ni dieta logramos darles esa forma deseada. Es entonces cuando la cirugía tiene su momento, bien una liposucción si sólo nos sobra grasa pero tenemos una  buena piel, bien un lifting de brazos o braquioplastia si hay flaccidez. Precisamente esta cirugía, seguida por la mastopexia, es la que más crecimiento o aumento en número de intervenciones ha experimentado en los últimos 15 años, pues operamos ahora 10 veces más pacientes, un aumento espectacular. Tal vez influye que personalidades o conocidas cantantes y actrices muestren, más allá de los 40 o 50 años, unos brazos perfectamente contorneados, luego no es cierto que,  a partir de determinada edad, las mujeres tengamos que ocultar nuestros brazos. ¿Y quién es la mujer más admirada entre las americanas por sus bonitos brazos? Ni más ni menos que Michele Obama. Si ella puede nosotras también.

Lo primero es un adecuado trabajo muscular. Todos tenemos en mente unos bíceps bien marcados, con unos hombros redondeados y unos antebrazos delgados y definidos. Pero no son sólo los bíceps, también hay que trabajar (¡sobre todo!) los tríceps, los deltoides y los músculos del antebrazo, con flexiones, trabajos con cuerdas (tipo TRX son perfectos), deportes que incluyan los brazos  (la natación en especial) y por supuesto con pesas, pero siempre varios grupos musculares.

Tenemos que tratar el sobrepeso. Generalmente los depósitos de grasa resistentes suelen estar en abdomen, caderas, muslos, pero a veces están en los brazos, y pueden ser de lo más resistente a las dietas. Este tipo de depósitos en brazos que se mantienen aunque se adelgace en otras partes del cuerpo es más habitual en personas con patrón de obesidad o distribución troncular o androide (o tipo manzana), que suelen acumular en brazos, tórax, espalda y abdomen, pero no en miembros inferiores. Aquí la liposucción es una técnica perfecta para modificar esta distribución.

O bien simplemente es el efecto de la edad, la gravedad y la pérdida de elasticidad las que actúan en nuestra contra. Las pérdidas rápidas e importantes de peso son fatales, los brazos difícilmente se recuperan. A los depósitos de grasa en la parte superior del brazo se suma la flaccidez, dando al brazo ese aspecto de «alas de murciélago» , que sólo la cirugía podrá ya tratar.

La pérdida de tono y flaccidez en los brazos se debe entonces a varias causas:

falta de ejercicio. Habría que incluir el trabajo muscular de los brazos en nuestra rutina de actividad física, flexiones, pesas.. pues en nuestra vida diaria no solemos trabajar  los brazos.

sobrepeso, y sobre todo pérdidas rápidas de peso. Es una cirugía casi imprescindible tras las cirugías bariátricas, la piel tan fina del brazo nunca se recupera espontáneamente, por más ejercicio que se haga.

disminución del nivel de hormonas sexuales, que produce una mayor atrofia muscular. Esta atrofia, unida al hecho de que la piel del brazo sea tan fina, con una dermis tan delgada y con tan poca tonicidad y elasticidad por tanto, hacen que la piel quede laxa y caída. Si además hay depósitos de grasa aún mostrará más caída y flaccidez. Los hombres, que suelen mantener altos niveles de testosterona, suelen tener menos atrofia muscular y cutánea, y por tanto es más difícil que sus brazos muestren flaccidez (o no tanta) con los años.

El cirujano plástico puede ofrecer dos opciones, en función del problema presente, la liposucción y el lifting braquial o de brazos, que puede asociarse a una liposucción en el mismo tiempo quirúrgico:

1.- Liposucción de brazos

Funciona muy bien siempre que el paciente tenga una buena piel, elástica y con buen tono. Es muy eficaz para retirar esos depósitos de grasa tan resistentes en la parte superior del brazo. Se suele aspirar la grasa de la parte interna y posterior, debiendo ser muy cautos o no tocar la parte anterior y externa. La parte anteroexterna del brazo suele tener una piel mucho más firme, y aquí la grasa es estructural, contribuyendo a dar forma al brazo. La liposucción en el área  posterointerna modela todo el brazo, pues es la grasa en la parte interna la que redunda en el exterior cuando tenemos los brazos pegados al tronco, y la que pesa y hace que caiga la piel cuando ésta pierde tonicidad. Se suele hacer con cánulas muy finas y en un plano superficial, aspirando en dirección vertical, para no dañar estructuras vasculares y nerviosas, muy especialmente los vasos linfáticos que drenan en los ganglios axilares. Son imprescindibles el uso de unos manguitos de presoterapia al menos un mes y medio y los drenajes linfáticos.

2.- Lifting braquial o braquioplastia

Estará indicada cuando hay flaccidez y exceso cutáneo. El paciente tipo suele ser de mediana edad, 45-55 años, o más joven tras importantes pérdidas ponderales. Es habitual asociar una liposucción en la misma cirugía, como primer paso, para reducir volumen. El lifting tensa y reseca el exceso de piel, remodelando el brazo. La incisión se localiza en la parte interna del brazo, por ser la parte más laxa y la que mejor oculta la cicatriz. Se extiende desde la axila hasta el codo, pudiendo prolongarse en el tórax hacia o en la cola de la mama (frecuente tras grandes pérdidas de peso, donde puede asociarse al lifting de mamas o mastopexia), o bien continuar por debajo del codo, dependiendo del grado y extensión de la flaccidez. La cirugía, que puede realizarse con anestesia local más sedación o con anestesia general, suele durar una hora por cada brazo. No es especialmente dolorosa ni invalidante, pero sí hay que tener en cuenta dos puntos: la extensión de la cicatriz, en efecto importante, y el largo tiempo de maduración de la misma, pues puede estar roja casi un año.

En mi opinión, dadas las características de la cicatriz resultante, el paciente debería ser muy consciente de esto. Tal vez antes de la cirugía sus brazos le acomplejaban tanto que nunca los mostraba. Tras la operación, tendrá una cicatriz tal vez difícil de camuflar (con el tiempo mejora mucho la cicatriz, por cierto), pero es la única intervención eficaz si nuestros brazos parecen esas alas de murciélago que describía más arriba. Si al exceso de grasa se une una piel de mala calidad  (casi nunca es de buena calidad la piel en la parte interna del brazo, y menos con los años), la liposucción no va a funcionar, así que hay que valorarlo muy bien.

En cuanto a los tratamientos no quirúrgicos, ya sabéis que hay muchos, pero pocos que funcionen. Lo ideal es prevenir, haciendo una rutina de ejercicio que incluya los brazos, mantener el peso, y tal vez asociar tratamientos tipo masaje (manual o con diferentes máquinas), mesoterapia, infiltraciones con ácido hialurónico, hidroxiapatita… que no dan grandes resultados pero, siempre que se sea constante, ayudan a mantener un buen tono cutáneo. En cuanto hay depósitos de grasa resistentes o hay flaccidez, sólo la cirugía va a funcionar.

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

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  • Ni aquellas que exijan una valoración del paciente en persona.

Gracias por vuestra comprensión.