Las mastitis crónicas son un auténtico quebradero de cabeza: suponen años de infecciones que precisan tratamientos con antibióticos de amplio espectro y prolongados, drenajes quirúrgicos y mucho dolor, mientras que se repiten y repiten.

Al final, la única forma de resolverlo es con cirugía, aunque esto suponga la extirpación de amplias zonas de la mama que incluyen buena parte de la areola, con la consiguiente secuela de deformidad mamaria y asimetría. Las mismas mastitis acarrean, aunque no se operen, retracciones, fibrosis y, por último, asimetrías. En resumen: se convierten en un calvario para quien la sufre.

Esta paciente fue remitida por su ginecóloga con el planteamiento de tratar todo en una misma sesión: extirpar una amplia área de mastitis, remodelar la mama y, al mismo tiempo, para lograr la simetría. También, se corregiría su excesivo volumen mamario, adaptando la técnica de reducción mamaria a este caso.

Ella sufría, además de por su mastitis desde hacía mas de 10 años, el excesivo peso mamario, por lo que le encantó nuestro plan quirúrgico. Realizamos la cirugía su ginecóloga y yo, resecando cuando hiciera falta o dudáramos en el área de la mastitis para, a continuación, adaptar la técnica de mamoplastia. Tuvimos que incorporar la mayor parte de la areola en la pieza resecada, pues lo que más nos preocupaba era resolver de una vez su problema.

Se realizó la resección de unos 380 gr en mama izquierda y 390 gr en la mama derecha. La areola se reparó mediante un injerto de parte de la areola reducida del lado derecho.

Mostramos resultados a 3 meses con su pecho de tamaño normal, dos tallas inferiores al previo, simétrico, con su mastitis resuelta.

OTROS POST RECOMENDADOS:

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

  • Intervenciones realizadas por otros especialistas
  • Ni aquellas que exijan una valoración del paciente en persona.

Gracias por vuestra comprensión.