La consulta por el pecho caído o vacío se ha ido convirtiendo en casi la mitad de las visitas al cirujano plástico para cirugía mamaria. Es la situación habitual tras los embarazos, pero también tras pérdidas de peso o simplemente por la edad, si la paciente tenía cierto volumen. Sin excepción, a menos que sean mujeres con pecho pequeño y con pocos cambios (ni de peso ni con los embarazos), siempre actúa la fuerza de la gravedad y el pecho siempre va a caer con el tiempo, en mayor o menor medida, tarde o temprano.

¿Y qué es lo que sujeta el pecho?

¿El músculo pectoral? La verdad es que el pectoral sujeta más bien poco… lo que lo sujeta es la piel y unas estructuras llamadas ligamentos de Cooper, que van desde la dermis hasta la glándula. Lo malo es que cuando estos ligamentos se alargan, por ejemplo cada vez que el pecho crece, ya no vuelven a su longitud original y se quedan distendidos. Al igual que la piel, que cuando es muy fina, atrófica o se ha dañado, pierde su elasticidad y tampoco sujeta como antes. A veces simplemente cae la glándula, como resbalándose a la parte más baja, dejando vacío el polo superior del pecho, y otras veces es toda la mama la que desciende, incluyendo las areolas. Y cuando el pecho cae, solo la cirugía consigue resolverlo.

¿Cómo podemos saber, sin consultar a un cirujano, qué nos haría falta?

Nunca será como la opinión experta de un cirujano, pero sí que es fácil discernir si necesitaríais un implante o si os sobra piel: si el pecho no está caído sino sólo vacío, para la elevación mamaria bastará con un implante; si el pecho está caído pero nos gusta el volumen, hará falta una mastopexia para elevarlo pero en principio no se precisarían implantes; y por último si está vacío y caído harán falta ambas cosas, lo que se llama una mastopexia de aumento.

¿Cómo valora el cirujano qué técnica necesito?

La clave para nosotros es la posición del CAP (complejo areola-pezón) con relación al surco submamario, esto nos indica cuánto de caído esta el pecho y, por tanto, la necesidad o no de cicatrices. Esto no es electivo, si el grado de ptosis supera cierto límite las cicatrices serán inevitables, y de nuevo esta ptosis definirá si bastará con una cicatriz periareolar o si hay que hacer también una vertical o incluso además cicatriz horizontal. No es a gusto de la paciente, si lo que queremos es una adecuada corrección de la ptosis mamaria. Nos pongamos como nos pongamos, el CAP debe estar en la parte más proyectada o llena de la mama, y siempre por encima del surco submamario (a una altura superior).

Estas son las tres posibles situaciones y su solución:

  1. 1. CAP por encima del surco (proyectando el surco). Esto se puede y suele corregir con un implante, idealmente anatómico y con alta proyección, pues estos implantes pueden subir las areolas hasta casi 2 cm, corrigiendo muy bien la ptosis.
  2. 2. CAP a la altura del surco. Estamos en el límite, un implante (anatómico y con proyección alta siempre en estos casos) puede corregir mucho siempre que la paciente asuma que el pecho puede conseguir una forma bonita aunque esté un poco bajo. Ojo a poner implantes muy grandes en estos casos cuando además la paciente tenga una piel de mala calidad, pues el pecho, más pesado, se descolgaría aún más.
  3. 3. CAP por debajo del surco. No hay otra que hacer una mastopexia, con cicatrices lógicamente mayores que la del simple aumento mamario:
  • – Si hay un descenso inferior a 2 cm y especialmente si es la areola más que la glándula lo que está descendido, podría corregirse con una pexia periareolar, es decir, una cicatriz toda alrededor de la areola. Pero no será muy eficaz si la ptosis es de la glándula.
  • – Cuando es la glándula la que está descendida la periareolar se queda corta, pues no es un problema de tensar la piel (si sólo hacemos eso se va a estirar por la tensión y quedarán las areolas muy ensanchadas) sino de elevar la glándula, trabajando los tejidos en profundidad. Hay que hacer entonces más cicatrices, desde una mastopexia circunvertical (periareolar más vertical), a pexias en L, o en J, o incluso en T invertida.

 

¿Cuándo haría falta asociar un implante?

Tenemos dos posibilidades. La primera está clara, siempre que queramos un volumen mayor al previo. Es decir, en mamas vacías o en mamas que a pesar de no estar muy vacías la paciente desea aumentar también de talla.

Pero hay otra situación, y es en pacientes que, a pesar de tener un volumen adecuado, tienen la glándula tan descendida y con unos tejidos tan laxos que, independientemente de la técnica de mastopexia realizada, la glándula va a volver a caer, porque sus tejidos no la sujetan. En estos casos habrá que barajar la posibilidad de asociar una reducción de los tejidos de los polos inferiores (reducción mamaria para que la glándula no pese tanto) y una prótesis que es la que va a dar el volumen.

Pero deseo dejar claro que los implantes no previenen ni la caída secundaria del pecho, ni garantizan un polo superior alto y relleno. Si se ponen implantes éstos serán siempre de tamaño moderado, en una posición no muy alta y sabiendo que existe la posibilidad de que el pecho vuelva a caer según la mastopexia realizada, según la paciente (que debe evitar cambios de peso y debe ser muy rigurosa con el uso de sujetador) y muy especialmente va a depender de la calidad de los tejidos. Así que, si la piel es de mala calidad, nada de volúmenes altos, pues cualquier peso es excesivo, aunque te opere el mejor de los cirujanos.

 

DRA. MARITINA MARTINEZ LARA
Médico especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora

www.doctoramartinezlara.com