En los últimos años el concepto de la cirugía de aumento mamario ha ido cambiando, ya no se trata de dejar un pecho grande sino de conseguir un pecho bonito y natural.
En estos momentos disponemos de una gran variedad de implantes, con forma redonda o anatómica, diferentes perfiles o proyecciones, envolturas, con relleno salino o gel de silicona… Hay tanta variedad que hoy más que nunca es posible planificar un aumento a medida para cada paciente.

Los implantes de silicona se comenzaron a utilizar en los años 60. Eran redondos, de cobertura lisa y con un gel de silicona líquido. Como sabéis, la cirugía y los implantes han evolucionado muchísimo. Llegaron los implantes de envoltura rugosa y los geles cohesivos, mucho más seguros, al tiempo que los fabricantes nos iban ofreciendo gamas más amplias con diferentes proyecciones y grados de rugosidad en su superficie.
Hace unos años aparecieron los primeros implantes anatómicos, pensados en principio para la reconstrucción mamaria, que pretendían simular una forma lo más parecida posible a la mama normal, dado que en estos casos la prótesis constituye todo el contenido mamario. Quedaban tan bonitos y tan naturales que, lógicamente, enseguida pasaron a usarse en aumentos de mamas normales.

Photo by Alexander´s Images from Canva
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Las prótesis anatómicas contienen un gel de silicona de alta cohesividad y una firme envoltura. Con su forma en gota o en lágrima imitan la de una mama natural, que muestra un polo superior menos lleno, que cae recto hasta el pezón, siendo la areola y pezón el punto más proyectado de la mama; la zona más llena de la mama son los polos inferiores, donde cae la glándula de forma natural, más cuanto más voluminosa sea. Así es un implante anatómico.

Los catálogos de prótesis anatómicas muestran implantes para todo los tipos: cortos y anchos, altos y estrechos, o casi tan altos como anchos. No tenemos el pecho redondo, y si buscamos naturalidad y armonía debemos utilizar implantes que se correspondan a nuestra medida de tórax y hábito corporal. Además cada modelo tiene diferentes perfiles o proyecciones: baja, moderada, alta, incluso extra alta con el fin de adaptarnos a las características de cada cuerpo.

Las prótesis anatómicas son imprescindibles en los siguientes casos:

  • Mamas tuberosas. Por su forma precisan de una prótesis firme y con forma estable. Con una distribución del gel que rellene poco el polo superior (que ya tienen demasiado lleno), una gran proyección para la areola y muy llenas en los polos inferiores, que suelen ser muy deficitarios.
  • Mamas con hipoplasia moderada a severa. La forma la dará la prótesis, por lo que es crucial que el implante tenga forma de mama.
  • Anomalías torácicas tipo tórax en quilla, cifoescoliosis, asimetrías…. la gran variedad de implantes nos permiten adaptarnos al máximo a las particularidades de estos tórax, usando diferentes alturas, anchuras y proyecciones.
  • Ptosis leves. Estas prótesis rellenan mejor estos tejidos y consiguen un mejor posicionamiento de las areolas sin precisar una pexia.
Photo by Studioroman from Canva
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Y, ¿por qué hay cirujanos que no usan nunca prótesis anatómicas? Hay varias razones:

  • Son más difíciles de planificar y elegir.
  • Conllevan una técnica más difícil.
  • El postoperatorio más estricto.
  • Son más caros.

En resumen, el concepto de la cirugía de aumento mamario ha cambiado mucho en los últimos años. Ahora cada vez más se busca la naturalidad, la armonía, no queremos ya aumentar sin más, queremos remodelar y conseguir un pecho bonito que se adapte a las proporciones de cada mujer.