Tras este mes de vacaciones al retomar las respuestas a los comentarios del blog y preguntas múltiples en Facebook y correo electrónico veo que hay varios asuntos que acaparan la mayoría de las preguntas: problemas con los fillers o rellenos, las preguntas de adolescentes respecto a cuándo podrían operarse (de eso escribiré en breve otro post pues me preocupa bastante), las dudas respecto a postoperatorios del aumento mamario y, cada vez más, en torno a cómo plantear la corrección de mamas tuberosas, algunas ya operadas. Hoy quiero aclarar algunos puntos a propósito de este último tema.

El diagnóstico de mamas tuberosas suele hacerlo el cirujano plástico cuando ve a la paciente que simplemente se las veía raras o diferentes, o tal vez, sin más, pequeñas…pero cada vez más sois las pacientes quienes, preocupadas por ese aspecto raro de vuestro pecho, consultáis en internet y véis qué bien se describe justo vuestro caso. Este aumento de información me parece que es muy beneficioso para los cirujanos plásticos porque nos va resultando más fácil haceros entender que vuestra cirugía es más compleja que un aumento mamario sin este problema, que será más larga y necesita unas técnicas diferentes, incluyendo esto una selección mucho más precisa del tipo de implante, en un caso donde se busca algo diferente al simple aumento de talla pues es modificar y corregir una malformación en una mama con unos tejidos constreñidos y de firmeza anormal. Pero también os beneficia la información a las pacientes que, conocedoras de que necesitáis una cirugía diferente, no os dejáis (algunas) seducir fácilmente por un precio de oferta y la promesa de una cirugía sencilla donde podréis elegir sin más el volumen de pecho que queráis. Por eso, cuando leo algunos comentarios donde me referís que os van a poner unas prótesis redondas de 300 0 400cc y qué opino yo, me quedo de lo más sorprendida, pues no se trata en absoluto de qué volumen vamos a poner (de hecho pienso que nunca es ése el planteamiento correcto, pero aquí es nefasto) y aún menos el recurso a los implantes redondos. Otras me contáis que habéis consultado en varios sitios y que os plantean cosas muy distintas en cada lado… y en fin otras lamentáis no haber consultado más pues os han puesto unas prótesis redondas bien grandes y proyectadas pero sigue el anillo retráctil y la piel tensa y la forma igual de fea, sólo que ahora es más difícil aún arreglarlas, en una segunda cirugía. Aquí más que nunca lo barato sale caro. Si vuestro caso lo percibís como más complejo consultad y consultad hasta estar seguras de que os opera alguien con suficiente experiencia en el tema, y una vez lo escojáis, dejaros aconsejar . Repasemos algunos puntos:

 

1- ¿volumen del implante?

Aquí más que nunca es el criterio menos importante, de lo que se trata es de corregir la malformación. Lo que importa es el tipo, la forma del implante, que debe ser anatómico y con cierta proyección. Las mamas tuberosas, aparte del anillo o surco retráctil bajo la areola o en el polo inferior (dependerá del tipo o grado de deformidad) tienen todas un polo superior bien desarrollado a expensas de los polos inferiores o laterales que no se han podido expandir, y una base de la mama muy estrecha que debe ampliarse. Las prótesis redondas tienen una distribución de gel similar en polo superior e inferior, en cambio las anatómicas priorizan la parte inferior, que es justo lo que necesita una mama tubular. Además el implante anatómico tiene un gel más firme para darle una forma estable y con esta forma (¡forma de mama, que es de lo que se trata!) nos ayuda enormemente a remodelar estos senos tuberosos. Cuanto mayor proyección tenga el implante más nos ayudará a rellenar y tensar el polo inferior. Lo que importa entonces son el tipo y las medidas de altura, anchura y proyección del implante, no es el volumen pues. 

Cuando hablo de que no es el volumen en lo que nos centramos no estoy diciendo que sólo se puedan poner prótesis pequeñas, en absoluto, sino que me refiero a que la clave son las medidas y forma de la prótesis, que a veces por cierto si tiene bastante volumen pues son deseables las de alta proyección. Pero los límites a las dimensiones de la prótesis (que ponéis como siempre las pacientes, es decir, las medidas de vuestro cuerpo y tórax, qué si no) son aquí mayores pues no olvidéis que tenemos unos tejidos con una firmeza extraordinaria, tanto la glándula como la piel, y no los podemos tratar de cualquier manera. En la cirugía liberamos bridas, abrimos y expandimos glándula, despegamos piel, pero tienen una limitación en cuanto a su posibilidad de ser estiradas. Luego muchas veces, sencillamente, es imposible poner un implante mayor. Estamos corrigiendo una malformación, no lo olvidéis, el objetivo no es entonces poneros tres tallas más y que se os note de lejos el pecho que tenéis, ¿de acuerdo?

 2.-¿tipo de implante?

Esto queda arriba explicado, siempre anatómico, habitualmente de altura media o baja y de proyección elevada.

 3.-¿edad para operarse?

Esto para mis adolescentes tan agobiadas… Hay que esperar mínimo hasta los 18 años, el cuerpo tiene que completar su desarrollo, y si aún estáis cambiando y tenéis muchas oscilaciones en el peso y vuestro esquema corporal no del todo ajustado, os recomiendo esperar un poco más. Y, por supuesto, al tratarse de una cirugía más compleja con un postoperatorio más lento, se requiere cierto grado de madurez emocional, pues no siempre sale exactamente como pensabais, ya veis que tenemos muchas limitaciones en casos así.

4.- ¿se puede resolver sin cirugía? ¿tal vez mejora con los años?

No y no. Sólo lo resuelve la cirugía, y aunque puede cambiar algo con los años y los embarazos y lactancias, el surco submamario alto, el déficit de los polos inferiores o laterales, la herniación de la areola… eso no cambia, aunque muchas veces la ptosis de la mama tras las lactancias o los años puede encubrir la tuberosidad, que se evidenciaría si se trata como un simple aumento dejando ver después el surco o banda constrictiva. El diagnóstico, tan importante, por más que para muchas sólo sea una cuestión de aumentar talla…

5.- ¿me puedo reintervenir si no quedó bien?

Siempre se puede intervenir para intentar corregir, pero hay que dejar claro que puede ser mucho más difícil, dado que tenemos unos tejidos traumatizados y unas cicatrices previas que pueden ser muy limitantes. En cualquier caso hay que esperar un tiempo suficiente. Y es muy posible que sea más caro que la primera vez si vais a un segundo cirujano.

Mi conclusión, si pensáis o alguien os dice que tenéis una mama tuberosa, es que deberíais informaos muy bien y consultad hasta estar bien seguras de que se os va a realizar la técnica adecuada y que vuestro cirujano conoce bien el tema y tiene experiencia tratándolas. Una vez que escojáis un cirujano, dejad que sea él/ella quien os indique tipo de prótesis, dimensiones, técnica a utilizar, cicatrices… y si tenéis perspectivas o deseo de volumen, una vez trasladada vuestra expectativa al cirujano, si éste os dice un volumen u os aclara que ése es el máximo que se os puede poner tendréis que aceptarlo pues en verdad en estas mamas no se puede poner cualquier volumen (porque supongo que no querréis aceptar el riesgo de necrosis cutáneas, dehiscencias, seromas de repetición, malposición, extrusión del implante, etc, todas ellas complicaciones de los volúmenes excesivos…).

Espero que os haya resultado interesante este post.

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

  • Intervenciones realizadas por otros especialistas
  • Ni aquellas que exijan una valoración del paciente en persona.

Gracias por vuestra comprensión.