L. pregunta en los comentarios en mi blog:

Hola Dra, tengo 35 años, no tengo hijos y parto de una talla 80 que ni relleno, pero me gusta la forma de mi pecho. He consultado con varios cirujanos pero me da mucho miedo de que el resultado sea antinatural debido al tacto y a la falta de movimiento. Una relación íntima con un hombre se me hace difícil pero también me da miedo que si me opero me sienta igual de incómoda por si se nota que no es natural. Le comento que me considero una mujer muy normal y me gusta pasar desapercibida. Otra de mis dudas es si tras un aumento la mama queda fría al tacto. Conocí a una mujer que llevaba años operada y me dijo que se arrepentía precisamente por eso. ¿Es habitual? Mil gracias.

Debo expresar mi gratitud a L. por este comentario, pues no sólo es una de esas preguntas para las que sí está este blog (y no para que me consultéis vuestros postoperatorios por otros cirujanos, pues no pienso opinar al respecto, ya sabéis que no lo hago y mis razones), sino porque me da la oportunidad de aclararos a ella y a todas las interesadas algunos puntos que no siempre explicamos.

Hay varias cuestiones, la pregunta respecto al aspecto natural o no, la movilidad del pecho operado, el tacto, y por último la posible pérdida de sensibilidad y alteración secundaria de la temperatura. Muy interesante todo. Voy a contestar punto por punto pero antes una explicación más, respecto a la cuestión talla del sujetador.

Me comenta que tiene una talla 80. Bien, espero que a estas alturas sepáis que eso no me indica si tenéis o no pecho, tan sólo refleja que tenéis un tórax muy muy estrecho, algo así como un perímetro bajo el pecho de 65 cm  ¿Es a eso a lo que se refiere? Yo me temo que no, que lo que ocurre es que tiene una copa A, es decir, la mínima, correspondiente a un pecho muy atrófico o hipoplásico.

Ejemplo de un aumento muy moderado buscando la máxima naturalidad
Caso 1 – Ejemplo de un aumento muy moderado buscando la máxima naturalidad

En segundo lugar, la cuestión del aspecto del pecho operado. Buena cuestión, que tantas veces yo os hago, ¿cómo es un pecho natural para vosotros? Incluso suelo pediros que me lo dibujéis, pues no lo tenéis nada claro. Para los cirujanos plásticos sí está muy claro, un pecho natural no es redondo en la vista de perfil, tiene un perfil levemente cóncavo o muy ligeramente convexo, casi recto, desde su comienzo hasta la areola, y un polo inferior redondeado y lleno, con un porcentaje entre la mitad superior e inferior de 45/55, es decir, el polo inferior está más lleno. Distinto asunto es que sea eso lo que deseéis, pero lo natural es eso. Como es un punto tan importante es algo que debéis consultar y aclarar con vuestro cirujano, expresando claramente lo que buscáis al operaros. Por mi parte, si me pedís algo natural (y me permitís hacerlo así) es ésa siempre mi intención al planificar y realizar esta cirugía, y sí, podemos hacer un aumento en una mama muy hipoplásica y lograr un aspecto “no operado o natural”.

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Caso 2 -Ejemplo del postoperatorio de un aumento de pecho perfecto en forma

El tema de la movilidad del pecho operado. Lo que buscamos es que sí se mueva, dentro de unos límites. Un pecho con algo de movilidad es mucho más atractivo que otro inmóvil o por el contrario que otro que baile en exceso. El que un pecho con un implante se mueva más o menos depende de varios factores, principalmente de la consistencia de la cápsula del implante y la calidad de los tejidos de la paciente, si éstos son laxos y ptósicos o por el contrario tensos y rígidos. La cápsula es como sabréis la envoltura que forma el cuerpo alrededor del implante, siempre está presente, pero varía en cada caso en cuanto a su consistencia, pues en unas pacientes puede ser fina pero consistente , otras delgada en exceso y otras rígida , engrosada o contracturada, de forma que si es fina en exceso va a sujetar muy poco al implante y éste podría tener tendencia a bajar o moverse, y si resulta contracturada mantiene rígido e inmóvil al implante. Es decir, si un pecho no se mueve nada nada posiblemente pueda tener algún grado de contractura capsular, cosa que no es lo deseable pero por supuesto puede pasar y no es algo achacable a la pericia o impericia del cirujano (la cápsula la forma el cuerpo y es imposible predecir qué pacientes harán una contractura). En cuanto al factor tisular o estado de los tejidos mamarios previo a la cirugía, es algo más que evidente, un pecho con volumen previo, o más aún si hay flaccidez o exceso cutáneo, siempre se va a mover muchísimo más que un pecho con tejidos muy tensos y firmes, independientemente del tipo de cápsula periprotésica. Por lo común es normal que las primeras semanas, incluso meses en pacientes con tejidos muy firmes, se vea el pecho casi inmóvil, y que éste con el tiempo, al ir distendiéndose los tejidos, vaya adquiriendo movilidad.

Caso 3 – Ejemplo de una contractura capsular en pecho izquierdo

Cuarta cuestión, la del tacto. Esto depende de varias cosas, para empezar es definitivo si la paciente tenía o no bastante glándula, de forma que si hay volumen éste va a envolver y cubrir muy bien el implante de forma que la palpabilidad sea discreta o casi no se palpe (claro que eso depende también de la experiencia de quien palpe, en fin, de todo hay….), y por supuesto es también determinante el volumen del implante, pues un implante pequeño o moderado quedará bien cubierto por la glándula mientras que uno grande por fuerza se va a palpar, habitualmente en la parte inferior, es evidente. Y, por último, una prótesis blanda, sin contractura capsular, se palpará menos o con un tacto más natural que una encapsulada. También debéis saber que hay diferentes consistencias de unas marcas de implantes a otras, así que éste es otro punto que os sugiero consultéis, pues sí que hay diferencias (ojo, que todo tiene sus pros y sus contras). Considerad asimismo que lo que para unas personas es un tacto natural para otras es duro, o blando, que para gustos, colores…

En cuanto a la última cuestión, la de la temperatura de la mama operada, os explico que pueden darse muchas situaciones, por lo general si es un implante moderado o simplemente apropiado para la mama que estamos operando (es decir, que no la vamos a someter a una tensión excesiva, veis que las exploraciones en consulta son definitivas), en un caso así es difícil que, pasado un tiempo de semanas a meses, no tengamos una temperatura normal. La temperatura de la mama intervenida tiene que ver con su recuperación sensitiva y por tanto influye el mayor o menor despegamiento o técnica a realizar y la tensión de los tejidos, que dificulta la correcta vascularización y recuperación sensitiva. Así, son problemáticas cirugías como las mastectomías subcutáneas (por la gran disección y la necesidad de retirar toda la glándula) y los implantes muy grandes.

A modo de resumen y respondiendo de forma más escueta a la autora de esta pregunta, mi opinión y consejo es que, si decide operarse, que opte por un implante anatómico (de lejos, siempre más naturales que uno redondo al estar preformados con una forma similar al pecho), bien medido de forma que se ajuste a las proporciones corporales y de la mama, con una proyección moderada o moderada-alta, y que no se opere sin antes probarse bien y conocer por el método que sea qué volumen se le va a quedar exactamente. Se puede conseguir el tipo de aumento que ella desea, siempre que tenga bien claro lo que en verdad quiere y así lo exprese a un cirujano que la escuche.

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

  • Intervenciones realizadas por otros especialistas
  • Ni aquellas que exijan una valoración del paciente en persona.

Gracias por vuestra comprensión.