En la actualidad los cirujanos plásticos disponemos de una amplísima gama de implantes mamarios, podemos escoger para cada paciente el tipo de prótesis que mejor resultado le pueda dar.

Mis pacientes saben que trabajo con varias marcas de implantes, y dentro de cada marca también uso varios modelos. Lo de usar para todas las pacientes el mismo tipo de implante no lo entiendo, como si todas tuvieran el mismo pecho y buscaran el mismo resultado. Pues no, no es para nada así.

En el caso que describo en este post mi paciente presentaba una importante hipoplasia mamaria pero me pidió un aumento discreto en cuanto a volumen y lo más natural posible en cuanto a aspecto y a cómo lo iba a sentir. Tiene una piel muy firme, entre otras cosas porque no ha tenido embarazos y tampoco cambios de peso, y además hace mucho deporte en varias disciplinas. Como buena deportista tiene una excelente postura y, especialmente, bien tonificado el músculo pectoral.

En mi práctica suelo recomendar implantes anatómicos cuando las pacientes tienen escaso volumen mamario y buscan un resultado lo más natural posible, pues entiendo que si hay una hipoplasia importante (muy poco pecho) es la prótesis la que va a dar la forma al pecho, y si lo queremos con forma natural eso es una anatómica. Pero a mi paciente le preocupaba también el riesgo de movilidad del implante, especialmente al ser tan adicta al deporte.

Cuando opto por prótesis anatómicas especialmente en pacientes que deben moverse mucho por su trabajo o porque hacen mucho deporte de brazos, tenemos varias opciones: una es implantes microtexturados, que dan un tacto muy blando y natural pero que requieren un postoperatorio cuidado en cuanto a movilidad de los brazos (4 o 5 meses sin hacer deportes de brazos, además de evitar dormir de lado apoyándose en las prótesis). Pero también tenemos a nuestra disposición dos implantes especiales, que no se van a mover, y son los implantes recubiertos de poliuretano del laboratorio Polytech (no se mueven absolutamente nada, yo los uso muchísimo, eso sí, conllevan un tacto más duro varios meses, pero pasado un tiempo tiene un tacto muy agradable) y los más nuevos en el mercado, conocidos como True Fixation, del laboratorio Motiva, que son nanotexturados (casi lisos) pero se fijan con unas lengüetas a la pared torácica.

Y, en casos como el de esta paciente, que dudemos si anatómicas sí o no, aún tenemos otra opción. Como ella buscaba un aumento discreto y tenía unos tejidos excelentes en cuanto a firmeza al final le sugerí recurrir a los implantes llamados ergonómicos, también del laboratorio Motiva, y que son un modelo de prótesis redondas con un gel especial que se desplaza con la gravedad, de forma que, según la postura de la paciente, se mueve -el gel, no la prótesis- del mismo modo que un pecho no operado. Es decir, te tumbas y caen algo hacia los lados, te pones de pie y se juntan, se mueven a un lado y otro… todo eso con un gel muy elástico, que les da un tacto muy blandito.

Y ésta fue nuestra elección. Optamos por un modelo de proyección moderada y, dado que tenía una discreta escoliosis, puse un volumen distinto para cada mama (para quien tenga curiosidad, el modelo ERSD de 285 cc en mama izquierda y ERSD de 265 cc en la derecha). Aunque le expliqué que el efecto “ergonómico” podía tardar varios meses en apreciarse, y más en ella que tenía tejidos tan firmes, a los 3 meses ya mostraba una movilidad y un tacto que nos encantó, además de un aspecto tan bonito como el que muestran las imágenes.

También colaboró encantada con este vídeo (le agradezco muchísimo que me haya permitido compartir sus imágenes) donde se puede apreciar el movimiento natural, como “no operado” del pecho, pues eso es lo que buscábamos, que no pareciera que se hubiera operado.

 

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