MUCHO MÁS QUE UNA SIMPLE BLEFAROPLASTIA

Retomo el contacto con este blog mostrando un interesante caso de blefaroplastia donde, tal como reza el título, fui mucho más allá de una simple blefaroplastia, a fin de resolver lo diferentes problemas objetivados en esta paciente.

Empezaré aclarando que una blefaroplastia no siempre es simple, tal vez sea simple una de párpados superiores donde nos limitemos a resecar piel o como mucho también algo de músculo y grasa. Pero a veces precisamos hacer más cosas, ya sabéis que nunca hay una cirugía estándar que se pueda aplicar a todos los pacientes.

Es preciso valorar muy despacio:

  • Párpados superiores: grado de blefarocalasia o exceso cutáneo, herniación o no de bolsas grasas, ptosis palpebral o función del elevador…
  • Párpados inferiores: tono muscular o grado de laxitud del reborde palpebral, bolsas grasas, exceso de piel, presencia de pliegues cutáneos o festones, posición del canto externo…
  • Posición de las cejas: valorar ante consultas de párpados superiores si la causa de su exceso cutáneo no es más bien una ceja descendida, hecho muy habitual y que, de no corregirse, desmerecería cualquier cirugía en párpado superior, pues no quedará nunca despejado (por más piel que quitemos) si no se reposiciona la ceja.
  • Región infraorbitaria: posible vector negativo (el pómulo o las estructuras infraorbitarias están poco proyectadas, dando poco soporte al párpado, de forma que la más ligera herniación o protrusión de las bolsas grasas se hará evidente, lo mismo que también propicia un fácil descenso del resto de tejidos del párpado), presencia de ojeras (que realmente es la coloración oscura y no tanto la sombra que marcan las bolsas grasas), surco infraorbitario hundido…
  • Calidad cutánea: valorar la indicación de un posible peeling químico
  • Patología ocular: tensión ocular, historia de conjuntivitis, blefaritis, sequedad ocular, lagrimeo excesivo…

No, no siempre es simple una blefaroplastia. En la paciente del caso que ilustra este post, al explorarla objetivé varios problemas: cejas aunque casi alopécicas muy descendidas, que sería preciso elevar para tratar debidamente el párpado superior; exceso de piel en párpado superior, con bolsas grasas en parte interna; canto externo (ángulo externo del ojo) descendido y elongado con mala posición; párpado inferior muy laxo y con un mal tono muscular, algo descendido (que ya le causaba problemas funcionales), con bolsas grasas y pliegues cutáneos.

Se planificó pues una cirugía consistente en:

1.- Pexia o elevación de las cejas,

mediante excisión directa de una elipse de piel justo en la misma ceja (borde superior de la misma, que aunque esta paciente las tuviera casi alopécicas la estructura existe). Esta cirugía deja una cicatriz que suele evolucionar muy rápido y suele camuflarse muy bien, siendo muy efectiva y realmente simple.

2.- Blefaroplastia de párpados superiores,

mucho más limitada la excisión cutánea al haber previamente reposicionado la ceja y, por tanto, elevado esa piel que parecía sobrar. Excisión de bolsas grasas internas.

3.- Cantopexia externa

para reposicionar el canto, y así elevar y tensar el párpado inferior, que ya tenía problemas por su gran debilidad (al descender el borde libre del párpado muestra parte de la esclera o parte blanca que puede lesionarse, además de suponer un mal funcionamiento del bombeo lacrimal)

4.- Blefaroplastia de párpados inferiores

por vía externa, subciliar (incisión justo bajo la línea de pestañas), con excisión de bolsas grasas y asociando un tensado de las estructuras del párpado (y también entonces de toda esa piel descendida) mediante un colgajo (como una lengüeta) de músculo orbicular que se ancla por encima del canto, elevando y sobre todo tensando y reforzando. Mínima resección de piel.

Aunque compleja la cirugía, el postoperatorio no precisa más que unas horas en hospital para recuperación, y sí que es crucial un buen cuidado con colirios y pomadas oftálmicas, aplicación de hielo para controlar inflamación, reposo, evitar esfuerzos físicos y cualquier estrés para tener la tensión arterial bien controlada.

Las fotos postoperatorias muestran una paciente muy contenta, que no duda en maquillarse al tener unos ojos tan rejuvenecidos tras la cirugía (¡rejuvenece toda la cara tras una blefaroplastia!). Muestra también una cicatriz en la ceja derecha, secuela de un pequeño accidente al poco de la cirugía, que le causó una herida en la misma cicatriz quirúrgica y una leve depresión en párpado superior, pero por suerte no llegó a dañar apenas el resultado de la cirugía.

OTROS POST RECOMENDADOS:

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

  • Intervenciones realizadas por otros especialistas
  • Ni aquellas que exijan una valoración del paciente en persona.

Gracias por vuestra comprensión.