Hay varias formas de reparar un lóbulo auricular dañado, elongado en exceso, rasgado…

La más simple consiste en simplemente refrescar los márgenes del orificio original y suturar, y es lo que solemos hacer si es un solo orificio rasgado en un lóbulo no muy dañado. Pero si, además, el lóbulo está muy atrofiado y alargado (algo que solemos encontrar pasada cierta edad), o si hay varias hendiduras, lo mejor es hacer una plastia de reducción del lóbulo.

¿Cómo hacemos una plastia de reducción de lóbulo?

Esta técnica consiste en resecar una cuña de tejido y suturar, dejando un lóbulo más corto y redondeado. Al final, los lóbulos quedan muy bonitos al reducirlos y quitarles toda la zona dañada, y sigue siendo un proceso muy sencillo de realizar, con anestesia local y de evolución muy simple.

Como siempre, recomiendo no usar en adelante pendientes pesados, evaluar bien si hay alergia de contacto a algún metal, y no hacer un nuevo orificio hasta pasado mínimo un mes. ¿Qué os parece?

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