Es innegable cuán atrayentes resultan unas bonitas piernas para un hombre o para una mujer.

Hasta hace poco el interés se centraba sólo en reducir volumen en muslos, glúteos o rodillas, pero está claro que unas piernas demasiado delgadas, con pantorrillas poco marcadas y escasas formas estropean el conjunto, dando incluso un aspecto al muslo y rodillas como más ancho…Por desgracia la actividad física tiene una eficacia limitada, y aunque son imprescindibles los ejercicios aeróbicos (reducir grasa) y de musculación (con mucho peso, por cierto!), la mayoría de las veces logran una ganancia escasa en especial en la pantorrilla. Y es que la genética, sin duda, es lo determinante en la constitución de nuestras piernas.

Las primeras prótesis de gemelos surgieron en los 70 para tratar las secuelas de la poliomielitis, enfermedad por fortuna erradicada en gran parte del mundo, y poco a poco pasaron a utilizarse para el realce de pantorrillas normales aunque poco favorecidas por la genética.

Existen en el mercado varios modelos de prótesis de gemelos. Todas están fabricadas con un gel de silicona hipercohesivo, algunas tienen una forma en huso y otras anatómica, simulando la forma del músculo.

La cirugía tiene poca complejidad. Dura aproximadamente hora y media y se realiza con anestesia epidural ( si lo prefiere, puede ser anestesia general) y no precisa ingreso, sólo algunas horas tras la cirugía en la sala de reanimación. Se introducen a través de una incisión de unos 4 cm en el pliegue poplíteo ( en la cara posterior de la rodilla), que queda con el tiempo muy bien camuflada.  El implante se localiza en un plano subfascial, es decir, bajo la fuerte capa de fibras que envuelve el músculo, lo que permite que la prótesis logre dar a la pierna una buena forma por lo relativamente superficial del plano al tiempo que evita que se desplace, pues es un bolsillo muy ajustado y firme.

 

Habitualmente se aumenta sólo el gemelo interno, que es el más voluminoso y largo, y es el que se ve en la mirada de frente porque sobresale o se marca en la cara interna de la pierna. Sólo en casos de atrofia importante de los músculos, tipo secuela de enfermedades neurológicas o polio, se aumentará también el gemelo externo.

En cuanto al postoperatorio, debe mantener cierto reposo una semana, llevar una media compresiva un mes, las mujeres deben evitar usar tacones varias semanas y se puede reanudar la práctica deportiva en un mes aproximadamente. No es muy doloroso ni demasiado largo, como veis.

Esta intervención puede asociarse a una lipoescultura de piernas, si necesitamos mayor definición, esculpiendo la rodilla y los tobillos. Y, por supuesto, insisto en que esta cirugía no supone que podamos abandonar el ejercicio físico, que es imprescindible antes y después si queremos mantener unas piernas bonitas y por supuesto, una buena salud mental y física.

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