Llevaba años pensando en la abdominoplastia tras tres embarazos, en los que no hice mucha barriga, pero sí me habían dejado los músculos flojos. Soy delgada y me cuido, pero la barriga siempre me acomplejaba.Pensaba que era cosa de estar más delgada o hacer más ejercicio, pero poco a poco me fui dando cuenta de que, si no me operaba, no iba a conseguir tener la barriga plana. Me daba miedo, además siempre había leído que el postoperatorio era de por lo menos un mes, que no se puede hacer nada las primeras semanas y que se necesita mucha ayuda, así que año tras año lo iba posponiendo sin encontrar el momento, siempre había algo más importante, la verdad es que no me atrevía.

Pero este año me decidí, consulté y resolví organizarme para hacérmelo de una vez. La doctora Martínez Lara me explicó todo, pregunté por ahí, tenía amigas que se habían operado con ella y me decidí, así que cogí mi agenda para buscar una fecha. Eso fue lo más difícil, porque en mi trabajo no me iban a dar una baja por esto y tenía que cogerme las vacaciones. La doctora fue muy tajante, me dijo que mínimo tres semanas sin trabajar, que antes no se me ocurriera, que tenía que hacer el postoperatorio bien.

El día de la operación no estaba demasiado nerviosa porque el anestesista, que es un hombre muy amable y cariñoso, te receta un tranquilizante para que duermas bien y para tomarlo también al levantarte para no llegar muy nerviosa al quirófano. La doctora me hizo unas fotos y me dibujó lo que me iba a quitar de piel y donde me iba a hacer liposucción. Recuerdo que me puso música y me cogió la mano y me habló mientras me dormía el anestesista, así que me dormí casi sin darme cuenta y cuando desperté me sentía genial, con nada de dolor y muy contenta y eufórica de por fin haberme operado.

Pasé esa noche en el hospital, sin dolor ninguno. Tenía una sonda para no tener que levantarme al baño, dos drenajes y un vendaje no muy apretado. Me pusieron la cama doblada y me dijeron que en casa era conveniente que durmiera también así, para que la herida no estuviera tensa.

Al día siguiente me pasó a ver la doctora Maritina y me miró la herida. Estaba todo muy bien y yo me encontraba muy bien, así que me dio el alta. Me dejó los drenajes, tal como me había dicho previamente en la consulta, y me explicó qué tenía que hacer en casa, aunque ya en su blog lo explica muy bien, pero con los nervios le pregunté otra vez. Me puso también una faja con velcro, parecida a las del postparto, para que la tuviera algo apretada de día y más floja por la noche.

Llegué muy contenta a mi casa, porque no me gustan los hospitales. Me tumbé en el sofá , con los drenajes dentro de una bolsa, varios cojines en la espalda, una botella de agua al lado y también a mano las cajas de los medicamentos. Me mandaron hierro y vitaminas, que ya había empezado a tomar semanas antes de operarme, además de unos suplementos de proteínas, antibióticos, dos tipos distintos de analgésicos que me tenía que tomar cada 4 horas y Valium para dormir. También tuve que pincharme heparina los primeros días, la doctora me dijo que hasta la próxima revisión cuando ella comprobara que podía moverme bien, y me insistió a que me lo tomara todo, me doliera o no. Podía levantarme para ir al baño y moverme un poco, siempre un poco doblada porque así duele menos.

Yo me había organizado bien, había preparado caldos de verduras, tenía mucha fruta en el frigorífico, y también pescado, porque la doctora me explicó que debía comer cosas que no me dieran muchos gases, y en pequeñas cantidades, así que tenía que evitar la pasta, las legumbres, las grasas… sobre todo tomar mucho líquido, frutas y proteínas. Como me esperaban días de sofá, me preparé algunos libros y unas cuantas series que tenía ganas de ver.

Durante el día me he encontrado muy bien, sin apenas dolor. Al segundo día ya me podía levantar yo sola y moverme sin ayuda, aunque siempre había alguien en casa para no tener que levantarme mucho. Claro, no me movía mucho, y además me daba cosa por los drenajes. Lo malo era cuando me daba tos, entonces lo pasaba fatal porque al apretarte tanto los músculos en la operación, dolían mucho al toser. Es muy importante no resfriarse cuando te haces una abdominoplastia, pero aunque yo no estaba resfriada sí tenía tos a veces, pero solo me dolía en esos momentos.

Lo que sí era difícil al principio era dormir, tienes que dormir boca arriba y a mí me suele doler la espalda, por lo que eso esos días me dolía aun más. Llamé a la consulta y me dijeron que podía tomar dos Valium por la noche si me hacían falta y eso me ayudó mucho.

A los 4 días de darme el alta me vieron en la consulta. Me quitaron ya los drenajes porque no salía nada, y el vendaje con las gasas. Me dejaron solo con unos esparadrapos de papel sobre la cicatriz, una gasa en el ombligo y también una especie de esponja en toda la barriga para que me bajara la inflamación. Como ya me había explicado cómo iba a ser de larga mi cicatriz no me agobié, me encantó mi ombligo nuevo (la doctora dice que es el de siempre pero en una casita nueva) y sobre todo me encantó verme la barriga plana, aunque tenía bastantes hematomas y estaba todo hinchado, pero la sensación de tener los músculos apretados es genial. Tenía también casi toda la barriga dormida, daba un poco de grima pero ya me lo explicó que era cosa de meses. Como me estaba moviendo ya bastante bien me dijo que en dos días dejara la heparina y que me podía ya duchar (¡qué maravilla ducharse!) Estos cambios me daban la sensación de ir volviendo a la normalidad.

Como ya no tenía drenajes podía dormir de lado si quería, lo que me vino muy bien para que no me doliera tanto la espalda por la noche. Lo que más me ayudó fue ir al fisioterapeuta. Te recomiendan que te hagas drenajes linfáticos, que es una especie de masaje muy suave que hacen los fisioterapeutas, para bajar la inflamación. Y es verdad que aunque me daba algo de miedo no duelen nada, todo lo contrario, y además me trataron la espalda porque la tenía con muchas contracturas. Me han dado cita para ir al fisio dos días a la semana.

Y todavía mejor fue salir a la calle, al fin. Andaba muy despacio porque en esta operación te hacen como un corsé con los músculos, muy apretado, y lo mismo que se siente con un corsé es como si te cansaras más o llenaras menos los pulmones. En realidad lo hacía todo más lento. Tampoco era cómodo estar mucho rato sentada, porque la faja tan apretada al estar doblada me hacía marearme un poco. Lo de la faja me insistió en que era muy importante, apretarla bastante a partir la primera cura y llevarla siempre bien apretada, salvo para dormir. Pero yo me la apretaba siempre, me hacía sentirme muy segura pues tenía muchísimo miedo de que en algún esfuerzo, o al toser, se me soltaran los puntos de los músculos. En realidad, aproveché esos días para dormir muchísimo, descansar, ver películas y series. Y yo recomiendo que mejor no tengáis muchas visitas, es muy incómodo estar sentada, estás deseando que se vayan para tumbarte en tu cama o tu sofá, y además así tan cansada no tienes ni ganas de hablar.

Ya he pasado la primera semana. Todavía tengo algunas molestias en la espalda y los músculos me duelen en algunos movimientos, sobre todo cuando toso, pero ya casi no necesito nada para el dolor, tomo algo para dormir y al levantarme. Me noto muy hinchada, principalmente las piernas y también un poco la cara, así que me han dicho que vaya andando un poco más y que siga tomando unas cápsulas que me mandaron desde el primer día para no retener tantos líquidos. La doctora me ha dicho que haga comidas frecuentes pero no abundantes, porque es muy fácil engordar estas primeras semanas con el reposo, así que tomo muchas ensaladas, fruta y comidas sencillas. Prohibidas, (me lo he prohibido yo) la cerveza y las bebidas con gas. Solo salgo a la calle para ir al fisioterapeuta y a las curas, pero me muevo cada vez más en casa.

Estoy muy contenta porque ya han pasado los peores días y va todo muy bien. Me veo la barriga hinchada pero tengo mucha más cintura y está igual de apretada y plana por la mañana que por la noche, así que voy a seguir haciendo todo al pie de la letra como me van diciendo que haga. Y la semana que viene ya me van a poner una faja que parece un body, son unas fajas colombianas que han empezado a traer hace poco y son muy bonitas, estoy deseando ponérmela ya.

Seguiré contando cómo voy.

 

OTROS POST RECOMENDADOS

Quedo a vuestra disposición pero NO ATENDERÉ NI ON LINE NI POR TELÉFONO CONSULTAS SOBRE:

  • Intervenciones realizadas por otros especialistas
  • Ni aquellas que exijan una valoración del paciente en persona.

Gracias por vuestra comprensión.