En el primer post dedicado a este tema ya avancé los posibles tratamientos del lipedema: conservadores (drenajes linfáticos, presoterapia, uso de vendas o medias elásticas y de compresión) y quirúrgico, es decir, la liposucción. Quiero explicar un poco mejor en qué consiste la liposucción en el lipedema y por qué es su tratamiento.

¿Es de verdad efectiva la liposucción en el lipedema?

Imagino que lo primero que os preguntaréis es si la liposucción (como tratamiento para el lipedema) es un tratamiento temporal, si es como cuando la hacemos en pacientes con sobrepeso (aunque ya sabéis que la liposucción no es el tratamiento ideal si hay exceso de peso) o acúmulos de grasa por motivos diferentes al lipedema. En general, una liposucción es efectiva cuando son áreas localizadas, no hay sobrepeso, y podemos extraer un importante porcentaje de esas células grasas en esa zona concreta. Esto es así cuando la causa es la genética y/o los malos hábitos según qué caso; no podemos cambiar la genética y sí los malos hábitos, de forma que se mantendrán los resultados mientras se mantenga peso y se sea activo tras la cirugía.

En cuanto al lipedema, el problema es una auténtica hiperplasia y crecimiento del tejido adiposo a partir de cierta edad, en un círculo vicioso determinado por los efectos de los estrógenos sobre el tejido graso (claro estímulo hormonal). Los estrógenos, al mismo tiempo que generan los cambios hormonales femeninos, inducen una serie de alteraciones en los tejidos, a nivel vascular y linfático, así como en los nervios periféricos con una inervación anormal en el tejido subcutáneo, que explican la inflamación (las lesiones vasculares a nivel de la microcirculación) y la neuropatía o el dolor local. Estos procesos estimulan una hiperproliferación o verdadero y brutal aumento en el número de los adipocitos (en personas no afectadas de lipedema no aumenta el número de adipocitos o células grasas pasada la adolescencia), que a su vez comprimen los vasos y aumentan la inflamación y el edema, y éste más dolor por la compresión, un dramático círculo vicioso.

Ésta es la explicación de por qué la solución es la liposucción, no tenemos otra. Hay que reducir o aspirar esos adipocitos enfermos para romper el círculo, y es mejor empezar cuanto antes a fin de que el cuadro no llegue a ser tan grave. En casos de lipedema no servirá dieta ni ejercicio, porque esta grasa es un tejido enfermo por las alteraciones que le causan las hormonas, y sólo extrayendo esa grasa acabaremos con el problema.

¿Qué tipo de liposucción va mejor ante el lipedema?

Lo ideal es un sistema que dañe lo mínimo posible las estructuras vasculares, al tiempo que nos permita un buen control de lo que tenemos que aspirar, de aquí que consideremos que el sistema de liposucción asistida con agua a presión sea el más idóneo  (también puede hacerse con otros sistemas tipo vibroliposucción o la liposucción tumescente, pero son menos adecuados para esta patología). El sistema WAL no precisa una infiltración previa con tanto volumen, deformando menos la zona a tratar, y la emisión del chorro de agua despega los adipocitos, siendo mucho más fácil su aspiración y con menos daño de estructuras vasculonerviosas (que ya bastante dañadas están).

Aquí no funciona la máxima de que lo importante sea el contorno o volumen que dejamos más que lo que saquemos, ante un lipedema tenemos un objetivo curativo y queremos aspirar todo ese tejido graso anómalo, buscando su eliminación quirúrgica, pues si dejamos grasa seguirá el círculo de inflamación y dolor.

¿Cuánta grasa se puede aspirar cada vez? ¿cuántas sesiones hacen falta?

La cantidad que se pueda sacar depende de cada caso, su gravedad y las condiciones de la paciente. La norma general es no pasar de los cuatro litros por sesión, por seguridad de la paciente, solo excepcionalmente sacaremos más. Esto significa que en casos importantes se van a  necesitar varias sesiones (dos, tres, incluso cinco), primero para aspirar esa grasa y al final puede que para remodelar con algún tipo de dermolipectomía, lifting de muslos o braquioplastia si la cantidad era tan importante que quedara mucha piel sobrante.

Habitualmente se planifica por zonas, así una sesión para piernas y tobillos, tal vez también rodillas, otra de tipo circular para los muslos, puede que otra si hay también en brazos… debiendo esperar un intervalo de pocos meses entre sesiones para la recuperación de la paciente.

Como en cualquier otra liposucción, el criterio de anestesia a utilizar (local, general, epidural) dependerá del cirujano y sobre todo de la extensión a tratar, y por supuesto siempre en un medio hospitalario.

¿Es permanente el resultado de la liposucción en el lipedema?

Aunque no estamos aún del todo seguros si la influencia estrogénica pueda generar un nuevo cuadro en pacientes ya tratadas, parece ser, por los resultados analizados hasta ahora, que el lipedema aspirado ya no vuelve más, no recidiva.

Ya desde el principio las pacientes  se ven beneficiadas por la cirugía y los mejores resultados los obtenemos cuanto más precozmente comencemos, pues aún no son tan graves las lesiones, además de evitar que el lipedema se agrave hasta estadíos más avanzados. Los efectos en el nuevo contorno o proporciones corporales son inmediatos y evidentes, así como la mejoría o eliminación de los edemas y especialmente del dolor, la reducción de los hematomas, el no tener esa limitación de movimientos y ese enorme complejo que siempre genera.

Pero la liposucción tiene más ventajas o efectos positivos, más allá de lo más evidente y requerido por las pacientes que es reducir el dolor y la mejoría física, y es que ya no necesitan tantos drenajes linfáticos o sesiones de presoterapia (que ahora serán mucho más efectivas) con la consecuente reducción de gastos, pero también mejoran los problemas ortopédicos, como la desviación de las rodillas o el daño en las caderas, articulaciones que inevitablemente se ven dañadas en los casos avanzados.

Este caso clínico muestra el preoperatorio y los resultados postoperatorios tras dos meses desde la cirugía:

LIPEDEMA – ANTES Y DESPUÉS DE LA LIPOSUCCIÓN
LIPEDEMA – PREOPERATORIO
LIPEDEMA – POSTOPERATORIO

Puede que muchas mujeres no estén convencidas de hacerse una o varias liposucciones, y es cierto que no son pequeñas ni sencillas, son intervenciones largas y requieren experiencia. Pero tened en cuenta que no tenemos otro tratamiento que sirva, que dure en el tiempo y que prevenga empeoramientos. La ventaja es que ahora sí se conoce esta patología, que las pacientes pueden acceder a información y grupos de apoyo. Muchas mujeres requieren tratamiento psicológico, esencial para entender que no se es culpable por no cuidarse, sino que es una enfermedad que afecta al 9 % de las mujeres adultas, que empeora con el tiempo pudiendo llegar a incapacitar a la paciente y que, una vez diagnosticada (porque antes no se diagnosticaba) habría que planificar y tomar cartas en el asunto, como mínimo comenzar con los tratamientos conservadores mientras se plantean algo más definitivo.

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