Este caso clínico muestra cuánto se consigue combinando distintas técnicas. Cuando nos planteamos una blefaroplastia siempre insisto en que hay que mirar más allá del párpado, más allá del ojo, valorando su relación con las estructuras adyacentes en la cara, como las cejas, la ojera, el pómulo, la parte interna de la mejilla… y tratarlas si queremos un bonito y armonioso resultado.

Esta paciente presentaba unas evidentes bolsas en párpados inferiores que le conferían el habitual aspecto de cansancio y de edad, pero una atenta valoración mostró que presentaba también el típico descenso y atrofia de los compartimentos grasos de la mejilla , que dejaban un surco infraorbitario largo y hundido y una ojera pronunciada. 

Lo que se suele llamar coloquialmente «ojera» en realidad puede corresponder a varias situaciones, aunque si queremos ser precisos, ojera es un surco o valle de las lágrimas oscuro por la visibilidad de las venas y algo hundido por depleción o pérdida de volumen. Puede estar presente en pacientes incluso muy jóvenes, si anatómicamente tienen un pómulo algo plano en su parte interna o si han perdido peso y así grasa facial. Mucha gente llama ojera a la sombra que marcan las bolsas internas del párpado inferior, y la mayoría de los pacientes vienen a tener todas las situaciones referidas, es decir, bolsas , coloración oscura en el valle lacrimal, pérdida de volumen, acortamiento muscular….por lo que para una buena corrección habría que tratarlo todo.

Hay muchísimas consultas para tratamiento de las ojeras y según el caso plantearemos distintas opciones.

En pacientes jóvenes o con escasa bolsa puede ser suficiente el ácido hialurónico (ojo que no es una zona para principiantes ). En otros casos si queremos algo más permanente recurriremos al lipofilling o injertos de grasa, siempre, de nuevo, que no haya bolsas palpebrales importantes. Otras veces plantearemos combinar.

A mí me encanta el lipofilling facial, es una técnica que uso desde hace más de veinte años , es una intervención delicada (en región periorbitaria muy delicada) pero bien realizada es muy definitiva y de una evolución fantástica a largo plazo.

Y me encanta combinar las blefaroplastias con el lipofilling, como en este caso, para ofrecer una cirugía más completa.

Mi paciente tenía bolsas desde muy joven y le hacían parecer cansada y un aspecto nada concorde a su edad. Se le realizó una blefaroplastia de párpados inferiores vía trasconjuntival para excisión de las bolsas, en los tres compartimentos, blefaroplastia o excisión mínima de piel justo bajo las pestañas, y lipofilling o microinjertos de grasa en surco infraorbitario, parte interna de mejilla y pómulos, para completar la corrección de la ojera y valla lacrimal hundido, así como para devolver el volumen perdido a la mejilla y así obtener un contorno bonito de la unión párpado-mejilla y pómulos.

Las fotos son a dos años de la cirugía, pudiendo apreciar la estabilidad de los resultados en el tiempo.

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