Este tema es recurrente en estas fechas. Supongo que por eso se me hace necesario escribir este post, tras pasarme los días de consulta explicando lo mismo una y otra vez. Os sugiero que miréis, o volváis a leer, el post El postoperatorio en verano donde explico, creo que de forma muy clara, los tiempos para las cirugías más frecuentes, indicando cuándo os podríais bañar, qué tipo de bikini o bañador es más adecuado, tiempo de uso de fajas, exposición solar… Por supuesto son pautas generales, y es vuestro cirujano quien os matizará, en las revisiones, qué actividades se os permiten y cuáles no aún.

Hay dos razones fundamentales por las que aumentan las consultas y las cirugías en los meses de verano. En primer lugar, que veis que llegan los días cálidos y esa cirugía que lleváis tanto tiempo posponiendo de pronto os parece necesaria e impostergable. Y la segunda es que simplemente ahora tenéis vacaciones y las podéis aprovechar para las semanas de recuperación y baja laboral.

Pero no siempre es tan buena idea operarse en estos meses. Y desde luego esa «imperiosa necesidad» o prisa que de pronto os entra (pues sois muchas las que llamáis a nuestras consultas avanzado junio o incluso en julio para operaros ya) no debería conduciros a operaros con el único cirujano que os pueda atender -digamos- a finales de julio o en agosto. Es decir, la prisa o falta de previsión no debería ser el único criterio para elegir un cirujano. No es normal que a veces hasta queráis programar una fecha sin antes pasar por una consulta detenida con uno o varios cirujanos. Claro que puede ser una gran idea la de operarse ahora, pero nunca lo hagáis si es una decisión precipitada, sin antes valorar lo que más importa, que es elegir un profesional adecuado (exigid el título oficial de cirugía plástica, reparadora y estética, no corráis riesgos innecesarios), que os opere en un centro que reúna los requisitos y conociendo muy bien todo lo relativo a la intervención que deseáis. No os comportéis como un producto de saldo, decidid con cabeza.

¿Qué más cosas hay que valorar, aparte de (lo más importante, siempre) un buen cirujano plástico, cuando planeáis operaros en verano? Pues algo muy importante, el tiempo de recuperación. No es tanto la cuestión de si el sol o el calor alteren la cicatrización, que esa es otra pregunta recurrente, que con el calor las heridas no curan bien. No sé yo por qué no van a curar bien, sólo hay problema si están en zonas húmedas como por ejemplo las ingles (luego no sería la mejor época para un lifting de muslos) o si son zonas expuestas, en las que simplemente debéis protegeros del sol. Pero curar, curan. No hay problema ninguno. Las cuestiones a considerar son: ¿debo llevar alguna prenda compresiva tipo faja? ¿cuánto tiempo? ¿Tendré morados en zonas visibles? ¿podré bañarme en la playa? ¿puedo programar algún viaje? Tenéis que informaros bien de todo esto, y hacerlo con tiempo para poder organizaros bien, de forma que hagáis un postoperatorio adecuado y que éste no os fastidie del todo las vacaciones o vuestro verano.

Veamos:

  • Cirugías que conlleven el uso de una faja compresiva o un sujetador especial. Tendréis que llevarlos el tiempo que haga falta, si son dos meses tendrán que ser dos meses, no podéis malograr un resultado porque haga calor y os desespere el uso de estas prendas. Así, en el caso de las fajas tras una liposucción o una abdominoplastia es muy importante que éstas sean apretadas y que las uséis el máximo tiempo posible, y si las lleváis dos meses, o incluso tres, os quedareis mejor que si sólo las lleváis un mes. En esto me llama mucho la atención como las pacientes de Latinoamérica, donde son de lo mejor en cirugía de contorno corporal y donde hay más cultura de cirugía y muchísimo más conocimiento de ésta, saben que las fajas deben ser muy firmes y que lo mejor es llevarlas varios meses. Al contrario que las españolas, que protestan o se quejan si la faja es apretada y se la quieren quitar cuanto antes. Por eso el verano no es el mejor momento para estas cirugías, no si queréis bajar a la playa o vestir ropa muy destapada (típica veraniega, por otra parte). Especialmente no os recomiendo para nada una liposucción en verano. En cuanto a las abdominoplastias, en realidad hacemos muchas en esta época, sencillamente porque se precisan al menos 3 semanas de recuperación y muchas pacientes tenéis que recurrir a vuestras vacaciones para ello, y es a estas pacientes a las que les recalco que se programen bien, si se hacen esta cirugía no pueden pretender bajar a la playa antes de ese tiempo, y si lo hacen pasado ese periodo serán ratos cortos pues deberán ponerse la faja cuanto antes, además de que tienen que ser pacientes y recordar que el abdomen es lento y suelen pasar meses (así, en plural, y meseS no es un par de semanas, ¿de acuerdo?) hasta ver resultados, y sí, sabemos que hace calor y estáis hartas de la faja y os veis hinchadas, pero esto tiene su ritmo y debéis tenerlo en cuenta.
  • Cuánto tiempo pasa hasta ver resultados. Lo mismo que en invierno, sólo que ahora tenéis más prisa. En liposucciones y abdominoplastias tardareis meses en ver resultados, así que nada de que os podáis ver genial al mes, en absoluto. En cirugías faciales tipo blefaroplastias, rinoplastias, liftings, mínimo un mes para comenzar (comenzar, no los resultados definitivos…) a ver cambios, de forma que al mes ya no estaréis apenas hinchadas ni con morados, pero sí algo de edema, con cicatrices rojas por varios meses más (camuflables con maquillaje), y tejidos en fase de adaptación.
  • Tiempo tras el que se permite el baño en playa o piscina. Preguntad a vuestro cirujano, pues eso dependerá de cómo vaya vuestra cicatrización y del tipo de cirugía. En el post que reseñé al principio os marco unos tiempos, generales, pero consultad siempre vuestro caso particular.
¿Cuáles serían entonces las cirugías más idóneas para realizarse en verano?

Obviamente me refiero a cuando aprovecháis las vacaciones estivales para operaros. En mi opinión es buena idea en estos casos:

  • Cirugías que suponen un tiempo de “desaparición” de la vida social, como un lifting, una blefaroplastia, una rinoplastia, una lipoestructura o lipofilling facial… Es buena idea aprovechar las vacaciones para quitaros de en medio el tiempo que estéis con morados, férulas, esparadrapos, o inflamación importante. Estas cirugías no conllevan vendajes que den calor ni largas convalecencias en casa, y siempre podéis aprovechar para ir a algún lugar donde no os estéis encontrando con conocidos (salvo que no os importe que os vean así) y de este modo no tendréis tan desaprovechadas las vacaciones.
  • Cirugías que conlleven postoperatorios cortos, como las otoplastias, rinoplastias, blefaroplastias, aumentos mamarios no complejos…os dará tiempo a todo.
  • No es la mejor época para cirugías tipo dermolipectomías y abdominoplastias, a menos que podáis plantearos otro momento por la necesaria baja laboral. En cambio no es mala opción (siempre considerando que necesitáis mínimo dos semanas de baja laboral) una reducción mamaria, una mastopexia o un recambio de implantes, pues el vendaje es un sostén apretado, y si todo va bien en 3-4 semanas podréis llevar otro sostén menos ortopédico e incluso ir a la piscina o la playa.

A modo de resumen: es lógico que os queráis operar tanto en los meses de verano, especialmente por aprovechar vuestras vacaciones para recuperaros, pero debéis tener en cuenta los tiempos de vendajes, fajas, morados, movilidad, para hacer una buena planificación, de forma que hagáis un postoperatorio adecuado sin amargaros las vacaciones o sin encontraros con situaciones (viajes, compromisos sociales…) que puedan generar actividades inadecuadas. Y, por último, que las prisas no os conduzcan a tomar malas decisiones, como no elegir profesionales adecuados o que no se os garantice un adecuado seguimiento de vuestra cirugía. Mucho ojo, ¿de acuerdo?

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